Necesitaba calmar la tensión que se había creado en mi cuerpo, fui nuevamente hacia la cocina pero esta vez intente servirme algo sin alcohol. Aunque era algo difícil encontrar algo sin alcohol en una fiesta. Termine tomando una soda. Y me senté a esperar en uno de los sillones que hubiera en la sala, la música seguía igual de fuerte y las personas cada vez estaban más alcoholizadas.Luca había intentado sacarme a bailar nuevamente pero ya no me sentía con ánimos. Ya había pasado mucho tiempo y Ethan no había vuelto. Me sentía otra vez estúpida, había pasado exactamente lo mismo que la vez pasada, después del beso desapareció. Quería ir a casa, pero tampoco había visto nuevamente a LiliYa quería irme, así que decidí buscar a mi pelirroja amiga. No había rastros de su cabellera pelirroja por el primer piso. Quizás tenía suerte en el piso de arriba. Aunque pensándolo bien no sabía si quería encontrar a mi amiga en una situación incómoda. En el segundo piso tampoco se la veía por algun
Sabía que Victoria me odiaba, pero ser partícipe de esto ya es otro nivel de odioPor un estúpido segundo pensé que se encontraba aquí para ayudarme. Que por casualidad estaba cerca del lugar en el que me encontraba y escucho mis gritos. Pero eso sería demasiado bueno para ser verdad, y más tratándose de Victoria. Así que la ilusión de que estuviera en ese lugar para ayudarme poco a poco se desvanecía, en su cara su sonrisa se hacía cada vez más grande. Y por un momento puse en duda quien se encontraba peor de la cabeza, si Héctor o Victoria.– ¿Te gusto la sorpresa verdad, Princesa? – el tono tan despectivo en el que lo había dicho me daban ganas de golpearla. Y por un segundo me odie por no haberle devuelto el golpe esa noche en la fiesta.– Sinceramente esperaba algo mejor – mi voz se oía muy mal debido a mis gritos– Pues para mí no sabes lo gratificante que es verte en esta situación, te advertí que te alejaras de Ethan. Y no me hiciste caso. Ahora atente a las consecuencias – En
Me encontraba sentada en una de las esquinas de la habitación mi cuerpo ya se encontraba libre de cualquier cadena, sin embargo tenía mucho miedo, me encontraba sin siquiera querer moverme. Mis manos sujetaban mis piernas meciéndome lentamente, intentando hacerme lo mas chiquita posible.Mis ojos no se despegaban del cuerpo sin vida de Victoria. Héctor había decidido dejarlo ahí como recordatorio, para recordarme lo que me podría pasar si no lo obedecía o intentara hacer algo, como escaparme. Era algo realmente enfermo. Pero que no me sorprendía viniendo de un demonio.Al cerrar un poco mis ojos se repetían como flashes lo que acabada de suceder, una imagen tras otras, Héctor clavándole un cuchillo a Victoria en la garganta. Los ojos inexpresivos y carentes de vida de Victoria. Parte de su sangre siendo salpicada sobre mí y la latente amenaza de Héctor. Ya había pasado un día desde lo sucedió y pedía a quien sea que fuera que Ethan llegara lo más pronto posible. Ya no soportaba ese lu
Mis ojos seguían pegados en la cara de Héctor, el cual no mostraba ningún signo de vida. Si, sus ojos seguían abiertos en su totalidad, sin embargo en ellos no había nada. Ni la maldad de lo caracterizaba ni la burla que vivía en élSeguía en shock aun en el piso. Había visto como dos personas fueron asesinadas frente a mis ojos, estaba segura que eso me iba a dejar algunos traumas. Aun sabiendo que Ethan se encontraba en ese estrecho y casi oscuro pasillo no podía despegar mis ojos de Héctor, su expresión era escalofriante, como había dicho sus ojos se mantenían abiertos viendo un punto fijo mientras que de su boca salía un río de sangre, pero esta no era normal, su color rozaba casi el negroDe la impresión me dio un mareo tan fuerte que agradecía de alguna manera seguir en el piso porque de no estarlo, lo más seguro era que me hubiera caído de la impresión.Los brazos de Ethan me envolvieron en un fuerte abrazo, ayudándome a levantarme, sus manos sujetaron mí cara con fuerza inspec
Joder eso no había visto venir. No me volvería a suceder algo normal en lo que seguía de mi vida. Bueno nada había sido normal desde que había conocido a cierto pelinegro endemoniado. Pero esto era algo que no había visto venir, saber que mi padre era un demonio me había dejado fuera de sí por un momento. Por un largo momento– ¿Y mi madre? – pregunte algo curiosa, me sentía extraña al hablar de ellos. Un tiempo atrás me hubiera interesado quizás un poco el conocerlos. Pero ahora todo se sentía de alguna manera raro. Sentía que al preguntar por ellos de alguna manera estuviera traicionando a mis padre adoptivos – ¿Ella también es un demonio?La expresión de Ethan había cambiado. Ahora parecía algo decaído.– No. Ella era humana Becca – sus ojos me esquivaron por un momento.– ¿Era? ¿Ella murió Ethan? – El moreno asintió y aun sin haberla conocido un deje de tristeza se instalo en mi pecho, tantas preguntas que se habían ido con ella.– Si princesa, se llamaba Alicia. Por desgracia mur
Sentía como los rayos del sol me daban en la cara, pero aun así no me quería mover. Me encontraba realmente cómoda, estaba a gusto. Hasta que sentí como un brazo se instalaba en mi cintura fuertemente. Al abrir los ojos me di cuenta que me encontraba en la ya conocida habitación de Ethan, con los brazos de él sujetando mi cuerpo.Mi memoria viajo a lo sucedido del día anterior, Ethan era insaciable pero también reconozco que estaba esperando a que despierte para hacerlo otra vez. Sin embargo sabía que el dolor entre mis piernas me lo iba a impedir. Ethan no calzaba nada mal…Así que por ahora se me conformaría con el recuerdo de lo que hicimos, el pensar lo que había sucedido hacia que una felicidad inmensa se abre paso en mi interior. Extrañamente me sentía completa, como si al fin hubiera encontrado lo que tanto buscaba y lo entendí cuando la voz de Ethan diciéndome que este donde este me volvería a encontrar resonó en mí cabeza.Decidí dar media vuelta y ponerme cara a cara con Eth
Los primeros días de la desaparición de Victoria había sido un verdadero caos. La oficina de seguridad había creado un grupo de búsqueda y rescate, la mayoría de los habitantes de ese pequeño pueblo habían participado en la búsqueda. Yo incluida, me sentía realmente mal, hipócrita. Culpable de saber qué es lo que realmente había pasado y sin poder decir absolutamente nada. Hubo momentos en el que quería gritar toda la verdad, decirles que yo sabía en donde estaba, contar como habían pasado las cosas. Que ella junto a otra persona me habían secuestrado y que murió cuando intento matarme. Pero Ethan me frenaba, asegurándome que él se iba a encargar.En el instituto no se hablaba de otra cosa que no sea Victoria Jones. La noticia de lo que había sucedido fue una novedad para todas las personas del instituto. Todo el mundo hablaba de ella. Los comentarios dejaban mucho que desear. El primer mes los padres de Victoria aparecieron todos los días en diferentes canales de televisión para ped
– ¿Que haremos entonces? – pregunto una de las mujeres que se encontraba al fondo de la enorme sala iluminada– Buscaremos la forma de eso no cabe duda – dijo el que parecía estar liderando la reunión, los ángeles estaban descontrolados, cada uno tenía una forma diferente de querer solucionar el problema con el demonio. – ¿Cuántas veces vamos a tener que hace esto con ellos? – pregunto uno de los ángeles que no había abierto la boca por miedo a que lo saquen de la sala.– Las que sea necesario David – todos los ángeles lo miraban. David no estaba del todo de acuerdo, ya lo había separado una vez. El que ellos se volvieran a encontrar ya era otra cosa, el sentía que los ángeles no tenían porque meterse ya.– ¿Tenemos una orden de los demás guardianes? – Todos lo miraban con desacuerdo por su pregunta. Prefirió dejar de preguntar y hacerse a un lado, después de todo se haría lo que la mayoría quisiera.– ¿Que haremos ahora? ¿Enviar nuevamente a Héctor?– No, él ya no nos sirve. Ya lo