Baltazar:
Salgo de la mansión Bach y no sé qué cara tengo, pero definitivamente no es la mejor, ya que Gabriel me ve preocupado.
— ¿Todo bien? — pregunta con cautela y yo solo asiento.
— Hazme un favor, lleva a las niñas donde mi padre. — murmuro aun perdido en mi mente.
— ¿Por qué? ¿Qué sucedió allí dentro?
— … — el aire ingresa en mis pulmones, pero no sale palabra alguna, no puedo decir nada. — Nada de qué preocuparse, solo hazme ese favor ¿sí?
Mi hermano se marcha aun con el rostro cubierto de preocupación, pero no puedo decirle nada de este maldito puto secreto, se suponía que solo lo sabían los involucrados, Lucero, Eros, Candy, Amir y el hermano mayor de Isabella, Juan José Scott, claro que él no es hijo de Eros, eso lo de
La culpa abarcaba casi todo su ser, mientras el poco restante de ella, sentía lastima de sí misma.Elizabeth sentía que tocaba fondo, pero ahora más que nunca, solo unas horas antes vio el cielo y disfruto del paraíso, pero ahora solo le quedaba la realidad y esa voz gritando en su cabeza diciéndole que había arruinado todo, como siempre.Mientras hacia su maleta, no podía evitar pensar que incluso aquella ropa que estaba empacando no era suya, sino que Mateo se la había regalado.— No tienes nada idiota.Murmuro para sí misma y es que aun recordaba cuando solo un par de años atrás había tomado coraje y le había planteado a Mariano la separación, lo único que consiguió aquel día fue la burla del moreno.— ¿Divorcio? Debes estar de broma. — rebatió y Eli tomo aire tratand
Elizabeth se esforzaba en controlar cada musculo de su cuerpo, mientras su cerebro aun trataba de procesar lo que estaba sucediendo, ella en verdad pensaba divorciarse de Mariano, algo que para muchos sería una situación sencilla, para ella no era el caso; el divorcio no era bien visto en su familia, menos luego de que su padre los abandonara, y aunque no los veía muy seguido, era todo lo que tenía luego de sus hijos, ella sentía que había defraudado a su madre, la cual tenía grandes expectativas en ella y su futuro, pero no fue el caso, Elizabeth sabía que había cometido un gran error, primero al embarazarse y luego al casarse, pero también sentía que reconocer aquello era lo mismo que despreciar a sus hijos, y eso era lo único bueno que había resultado de su matrimonio.— En que piensas— la voz de Mateo siempre seria su debilidad, Elizabeth lo idolatrab
Baltazar no tardó mucho en llegar al garaje y tomar el mercedes preferido de Mateo, en el fondo el joven aun deseaba enfadar a su padre de alguna forma, aunque debía reconocer que el empresario nunca fue condescendiente con él, ni cuando se hacía pasar por su tío, ni luego, cuando supo la verdad, Mateo siempre se mostró como lo que era, un ser frio.— ¿Damos una vuelta? — la melena castaña de Delfina se asomó por la ventanilla y antes que el peli azul pudiera negarse la joven ya estaba colocándose el cinturón de seguridad.— ¿Qué no deberías estar con tus abuelos? — indago con curiosidad y poniendo en marcha el automóvil.— La única que vale la pena de ellos, es abuela Patricia, los demás son… unos bastardos. — Baltazar se seguía preguntando que le llamaba la atención de Delf
Alfonso veía con censura a Elizabeth, mientras que los niños observaban a Mateo como si de un héroe se tratara.— Creo que esto es un problema familiar del cual usted no debería opinar. — dijo con altanería Teresa.— Creo que, al estar en mi hogar, es más que suficiente para intervenir. — el celeste de sus ojos brillaron y Elizabeth trago grueso, Mateo podía ser frio, pero nunca lo había visto de ese modo.— En ese caso lo mejor es que nos marchemos, niño recojan sus cosas y …— Tu no decides eso madre. — la voz le temblaba, nunca había desafiado a su madre, desde que su padre las había abandonado sabía muy bien lo que sucedía cada vez que así sea la cuestionaba, pero… ya no era una niña y más que los golpes que Mariano le daba no creían que su madre pudiera hacer m&aac
Baltazar.— Mis abuelos Matt y Melody se conocieron asesinando a personas, esa es la verdad, nunca se avergonzaron de lo que hicieron, ellos tenían ciertas reglas, no niños, no mujeres y debías darle una buena razón, y no es como que querían justificarse ante nadie, solo era el hecho de que les gustaba pensar que si lo mejor que podían hacer era asesinar, al menos se llevarían al infierno a los malos más malos. — no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro, eran mi orgullo, ellos no le temían a nada.— ¿Se llevarían? — la curiosidad en los ojos de Delfi, me incita a continuar, y descubro que ya no duele el pensar en ellos.— Ellos sabía que estaban condenados y eso no les daba miedo, porque sabían que estarían juntos en el infierno, es complicado. — claro que lo es, no somos normales, no le tememos a las co
Elizabeth.— De rodillas.Su orden debería molestarme, su voz asustarme, pues jamás lo había escuchado de esa forma, sin embargo, mis piernas lo obedecen, me hinco frente a él, quien hace una pequeña mueca, la sonrisa más oscura que le he visto.— Tal vez no te guste este lado de mí, pero tú eres la culpable de lo que soy. — su gran mano acaricia mi mejilla, mientras me advierte, debería sentirme ofendida que su acción se asemeje a la de un dueño acariciando un perro, pero, por alguna retorcida razón mi vagina se humedece. — Siempre has sido tu Elizabeth, en mi mente, en mi corazón, me has jodido entero aun antes de poder poseerte, y ahora… que al fin eres mía, no puedes culparme por lo que soy. — su mano sube por mi rostro hasta atrapar un manojo de cabello, el
Era muy temprano en la mañana, cuando Elizabeth y Mateo se reunieron con el abogado de confianza del empresario en la cómoda oficina de su mansión, mansión que al fin estaba repleta de personas.— Entonces infidelidad, será el motivo por el cual solicitará el divorcio ¿verdad? — por un segundo el estomago de Elizabeth se retorció, ¿ella usaría esa causa para divorciarse? ¿ella que acababa de pasar la noche follando con Mateo?— Yo…— Es lo más fácil, aunque lo mejor seria decir todo, como el maltrato que has sufrido en sus manos y lo demás. — el rostro cincelado de Mateo no demostraba nada, era como si solo estuviera ayudando a una vieja amiga, pero para la latina, era más que evidente a lo que se refería con “lo demás” violación, porque era eso lo que Mariano había hec
Mariano:Esto no podía estar pasando, esto no entraba en los planes, menos con mi padre aquí, maldita zorra buena para nada, pero esto no se quedará así, si crees que puedes irte con ese hijo de puta, así como así, sin darme los millones que me arrebataste por no morirte con tus hijos, estas muy equivocada.— ¿Lo comprende señor Vázquez? — el idiota de traje me ve como si no comprendiera la mierda que acaba de decir.— ¿Solo eso mando a decir MI esposa? — el abogado que representa a la perra me ve casi con burla, no puedo creer que no me enviara un monto para tener en cuenta para hacer eso más fácil.— Solo eso señor y créame que es lo mejor. — sus ojos son tan oscuros como los de un tiburón, creo que todos los abogados son así.— ¿A qué se refiere? &mdash