"Vengan", me comunico a través de un enlace mental con mis hermanas en el apartamento."Estamos escondidas", escucho responder a Thea.Marco, Ellen y yo entramos en el apartamento. Bronx ya está parado frente al sofá, donde están sentadas Estelle y Simone. Marco le indica a Ellen que se siente también y se para detrás del sofá con su arma todavía levantada detrás de ellas. No veo a ninguna de mis otras hermanas que sé que se esconden en algún lugar dentro de la casa."Tú. Mantén la boca cerrada". Bronx señala a Estelle y luego señala a Ellen. "¿Cuántas de ustedes están aquí?"."Solo nosotras tres", dice Ellen con mal humor."Mentira", gruñe Tessa con la nariz en el aire. "Puedo oler más de ustedes".Bronx también levanta la nariz. Sus ojos se vuelven negros cuando Saint sale al exterior. Un gruñido profundo sale de su pecho. La voz grave de Saint sale de la boca de Bronx. "Miénteme de nuevo y terminaré con esta vida de todas ustedes".Veo a mis hermanas retroceder mientras su gu
Cuando salgo al otro lado del portal, Leticia me está esperando para recibirme con los brazos abiertos y una gran sonrisa. Para su sorpresa, ella se encuentra con el derechazo más fuerte que puedo lanzar en la cara. Siento el satisfactorio crujido de los huesos de su nariz colapsar bajo el peso de mi puñetazo. La veo caer al suelo. La sangre brota de su nariz rota sobre la alfombra gris. A nuestro alrededor, mis hermanas sueltan gritos ahogados, sorprendidas por mis acciones."¿CÓMO TE ATREVES A DESOBEDECERME?". Mi voz de diosa retumba. "¡PAGARÁS POR MATAR A MI BETA, LETICIA!"."Kas, lo siento. Yo…”. Leticia me mira, dispuesta a suplicar piedad. Ella no la obtendrá.Agarro el cuello de su camisa, la empujo hacia abajo por el cuello y me arrodillo sobre su pecho mientras continúo golpeando su cara traidora. Apenas escucho al resto de las Mavri Magea tratando de detenerme y quitarme de encima de ella. El tifón en mi mente de repente deja de batir, dándome la capacidad de concentrarme
El agua turbia me llega casi a la suela de los zapatos. Las piedras grises oscuras de la orilla están cubiertas de una espesa capa gelatinosa que las hace resbaladizas bajo mis pies. Retrocedo ligeramente para evitar que su veneno se acerque demasiado. Una gota podría matarme. El paisaje es muerto y tenue en los bordes. Aquí no hay un blanco brillante, tampoco hay un negro puro. Solo un mundo compuesto de tonos grises. Purgatorio. Supuse que este lugar sería horrible, que estaría lleno de dolor y sufrimiento, pero en realidad es tranquilo y pacífico. Cierro los ojos por un momento y dejo que el silencio me envuelva. Encontrar mi camino hasta aquí me ha llevado a cruzar la mitad de un mundo que nunca supe que existía. Ahora que he sido testigo de cómo es el purgatorio, estoy segura de que me satisfaría existir con su sensación de vacío. Es mejor que la oscuridad que se ha apoderado de mí. Es un contraste reconfortante con el departamento de las Mavri Magea. Intentar reforjar un
Punto de vista de Bronx El portal se ha cerrado. Kas se ha ido. Se fue con ellas. Ella eligió a las Mavri Magea por encima de nuestra manada.Vuelvo a mirar a Lenora en mis brazos. Siento que me balanceo hacia adelante y hacia atrás. No es para consolarla. Lenora no puede ser consolada nunca más. Tomo el dobladillo de mi camiseta e intento limpiar la sangre de su rostro. Lo único que consigo es esparcirla por su barbilla. “Leni. Regresa. No me dejes. No nos dejes. Te necesito. También Milo y Codi, y la manada. Por favor, Lenora, regresa con nosotros”. Me tiembla el labio mientras le suplico. Las lágrimas caen de mi barbilla a su frente mientras me mira sin vida. La miro a sus ojos verdes una última vez antes de pasarle la mano y cerrarle los párpados. Ahora parece que está durmiendo. Me quito la camiseta y se la tiendo por encima en un intento de ocultar la herida abierta en su cuello y pecho. No puedo soportar mirarla así. Cuando me llega el dolor punzante de la ruptura
Punto de vista de Katherine.La hacienda está inusualmente callada cuando llego a casa del trabajo. No noto el ajetreo habitual, pero lo atribuyo a que estoy llegando a casa más tarde de lo normal. Abro la puerta de mi oficina a oscuras, me sirvo un vaso de güisqui y me dirijo al escritorio. Enciendo la lámpara del escritorio, me siento y le doy un profundo trago a mi bebida. “Hola, Iokaste”. Me recuesto en la silla, dirigiéndome a la mujer que ocupa el asiento con respaldo alto al otro lado del escritorio. “Te ves hecha un desastre”. “Hola, Katherine. Gracias por el cumplido”, me dice con sarcasmo y se inclina hacia delante desde la sombra, dejándome ver con más claridad su piel pálida y ojos hundidos. Su escuálida mano sostiene su barbilla. Cuanto más la miro, más me doy cuenta de que está demasiado delgada. “K-Kas. ¿Es-estás bien?”, tartamudeo cuando veo su verdadero estado. “No te preocupes por mí, querida. Nunca lo has hecho. Estoy aquí porque necesito que hagas algo p
Punto de vista de Bronx.Halloween va y viene. Acción de Gracias va y viene. El solsticio de invierno está a solo un par de semanas. El gélido invierno de Montana continúa. El mundo sigue girando como si Kas nunca hubiera existido. La semana pasada, me enteré de que la hacienda abandonada de Katherine Santoro en Grecia se quemó hasta los cimientos. No hubo víctimas ni señales de los otros residentes y del personal que vivía allí varios días antes. Unos días después, unos cazadores encontraron el cuerpo desnudo de Katherine, junto con el de una mujer no identificada. Ambas fueron atacadas por animales salvajes en una zona boscosa de Mongolia. El boceto artístico de la otra mujer es claramente Cora. En cuanto confirmaron la muerte de Katherine, hice que mi equipo se pusiera a trabajar en la adquisición de Empresas Santoro. Dentro de varios meses, seré el Director Ejecutivo, absorberé la empresa en MasonCo y crearé una división de logística. Si hay alguna Menae escondida entre el pe
Punto de vista de Kas.Me despierto por la mañana con una sensación de rigidez y dolor. Me deslizo fuera de la cama con un quejido y me miro en el espejo. Incluso más que ayer, no reconozco el reflejo que veo. Una piel pálida con bolsas oscuras bajo los ojos. Todo el violeta de mis iris se ha ido, sustituido por un gris tan claro que podría confundirse con blanco. Me paso suavemente un cepillo por mi cabello quebradizo y escaso. Ya no es gris y brillante. Se ha convertido en un tono blanco apagado que hace juego con mis ojos. Me pongo un vestido holgado y un grueso cárdigan largo para ocultar las articulaciones que sobresalen desde todos mis ángulos antes de salir a hablarle a mis hermanas por última vez antes de acompañarlas a Kardiá tou Menae. Cuando conocí a Lenora, los moretones de mi nariz rota la molestaron. ¿Qué pensaría ahora de mi deterioro autoimpuesto? Me giro hacia un lado y admiro mi creciente vientre. Me permito sonreír cuando siento las pataditas impacientes que pro
Punto de vista de Milo.Marco nos había dicho que encontráramos la carpeta de Kas antes de que Bronx nos ordenara encerrarlo en aislamiento. Él dijo que Kas tenía tarjetas de notas y carpetas para todo. Solo teníamos que encontrar la carpeta correcta para averiguar lo que tramaba. Ya no podía contarnos más debido a una especie de poción que había ingerido. Tenía razón. Rebuscamos entre docenas de carpetas en su oficina hasta que encontramos una en el cajón de su escritorio que tenía una etiqueta con el nombre de “Notas Menae”. En ella se detallaba todo, con bonitas imágenes de las habitaciones y los muebles que quería crear con la magia para que sus hermanas se sintieran cómodas en la casa que estaba construyendo para ellas. Algunas de las tarjetas de notas eran en realidad finas hojas de pergamino que parecían tener cientos de años. Otras eran gruesos papeles hechos a mano que se estaban deshaciendo en los bordes. Había al menos seis idiomas diferentes entre las tarjetas. Musu nos