Mal Genio

No le contesto nada y solo veo como baja con rapidez las escaleras, no puedo creer lo arrogante que es.

—¿Que fué eso?—pregunta Kristen.

—Solo un tipo arrogante el cual va hacer mi competencia en el trabajo—digo desanimada.

No tengo idea de cómo voy a lidiar con eso,  nunca había experimentado esto no sé si sentirme mal o bien por tener nuevas experiencias. No voy decir que lo odio porque ni siquiera lo conozco bien, además de que yo no soy nada rencorosa en fin...

—¿Cómo está eso?—pregunta Kay

—Vamonos te cuento en el camino—bajo las escaleras.

Después de contarle lo que pasó a Kristen, ella me ha dejado en mi casa.

Entro a la casa y la siento tan... Sola así que mientras miro a mis alrededores y siento ese silencio solo me recargo en la puerta mientras abrazo mi bolso.

Siento como esas lágrimas se deslizan por ambas de mis mejillas y con eso una opresión en mi corazón.

Después de eso solo subo a mi recamara, saco mi laptop y empiezo a escribir,  escribir me ayuda mucho así que saco todo lo que siento y solo respiro profundo y después de eso me dirijo a dar un baño.

Cuando salgo solo me dirijo a ir a prepararme un bocadillo ya que hace hambre, después de comer solo me dirijo a dormir.

Por la mañana siguiente son las seis de la mañana, justo la hora que debo presentarme al gimnasio, vaya mi primer día,  y llego tarde estúpida alarma no sonó a tiempo.

Salgo de la cama y me visto rápidamente con lo primero que se me atraviesa, me hago una coleta, tomo mi bolso y salgo corriendo a la parada de autobuses.

Llegó en cuarenta minutos rayos es demasiado tarde y aún me falta caminar un rato más, camino rápidamente hasta llegar al gym.

Entro y lo primero que veo es a él, el cual me ve y solo niega con la cabeza, Louis ya está en la PC y al parecer está actualizando el sistema.

—Buenos días—menciono mientras rodeo el escritorio.

Él no responde solo mantiene la vista puesta en el computador.

Me mantengo parada a un lado de él hasta que se le ocurre ponerse de pie sin previo aviso por lo cual me asusta.

—La primera impresión cuenta mucho, no solo llegas tarde si no en que forma ¿Segura que te levantaste de la cama?—menciona con desagrado.

—Mi alarma no sonó lo siento—digo apenada.

—Vamos al área de cardio, cada semana se revisan los aparatos, si ves algún daño se reporta y se hacen presupuestos ¿Entiendes? Por favor solo te lo explicaré una vez, no quiero perder el tiempo, si lo pierdes tú no es mi problema —termina de decir para luego caminar.

Saco la libreta de mi bolso y camino rápidamente hacia él, de pronto él detiene sus pasos por lo cual choco con su espalda, una espalda marcada y ancha por cierto  ¡Oh por Dios! Que imbécil soy.

Me aparto de él y solo sobó mi frente.

—Lo siento —frunzo el ceño.

Él me ve seriamente para luego ponerse frente a mí.

—Esta máquina está dañada, mira los daños y apunta.

Después de unas largas horas aprendiendo de lo que se debe hacer los sábados es momento de ir a comer.

Guardo mi libreta y saco dinero, salgo a comprar comida y después de algunos minutos vuelvo. Él nuevamente está en el mostrador y me ve seriamente.

—Debes avisar al salir, no puedes dejar aquí solo—dice otra vez con seriedad.

Frunzo los labios y solo me quedo callada, vaya esto no puede ser peor me digo a mi misma.

Camino hacia dentro y solo dejo mi comida en la barrita que está por dentro del mostrador, ahí como mis alimentos hasta que veo como una chica se le acerca a Louis así que logro verlo desde lejos y escuchar lo que hablan.

—Hola bebé —menciona esa chica cabello largo negro.

Ella tiene una risa muy empalagosa y habla como si quisiera que todos supiéramos que ella está con él.

Tuerzo los ojos al ver eso, él solo medio sonríe ¿Cómo es que puede ser tan serio?

—Hola—dice de pronto Brisa quien me asusta.

—Oh, vaya no te esperaba—me tocó el corazón.

—Vine a ver si necesitabas algo, conozco a Louis y... ¿Cómo vas? —dice mientras sonríe—¿Puedo? A mi bebé se le antojo tu comida.

—Claro...—sonrío mientras toco su panza—Pues vamos más o menos él es muy no sé cómo además de que creo que no le caigo —sueno preocupada mientras lo veo.

—Louis así es, a mi me costó tiempo en ganarme su amistad—dice en voz baja.

—¿Ella es su novia?—pregunto de pronto.

—¿Novia?—dice riéndose a carcajadas.

—¿Qué?—pregunto confundida.

—Louis primero se corta un dedo a tener novia o tener compromiso, él no tiene nada serio con nadie, ahorita lo ves con una y a la semana o al mes con otra, él no se toma nada enserio las relaciones, no te puedo decir porque pero así es, además ella es solo su disque amiga ella siempre lo ostiga ella es quien quiere algo con él, pero él no... Creo que con la que anda en estos momentos es con una rubia ah mira acaba de llegar—apunta hacia la entrada.

Entra esa chica la cual es de mi estatura es decir de estatura baja, ella tiene ojos color miel, su pelo es largo y rubio, tiene un cuerpo de envidia y una sonrisa de envidia también.

Ella entra y lo primero que hace es ir abalanzarse a los brazos de Louis quien la recibe y sonríe para después darle un beso en los labios.

Me quedo asombrada pensé que jamás lo vería sonreír.

Sigo comiendo de mi comida y Brisa hace lo mismo, sonrió y solo me dispongo hacer eso.

La tarde ha llegado y junto con eso el cierre del gym, Louis y yo somos los últimos, él me pide que me haga a un lado y así lo hago.

—Mira este es el dinero, lo debes contar todo y después debes hacer un archivo de todo lo que se vendió y también debes archivar todo lo referente a nuevas inscripciones—dice mientras ve la PC.

—¿Cómo no entiendo? ¿A dónde debo llevar ese documento? Es por separado o tiene que ser el mismo es decir todo junto—digo confundida.

—Yo ya te dije lo que tenía que decirte es tu bronca como lo resuelves—se pone de pie, toma su mochila y camina hacia la salida, se escucha como baja la cortina, claro la deja a medias para que yo pueda salir, después de eso él se va, a lo lejos se escucha como enciende su coche y se marcha del gym.

Me quedo contando ese dinero y después de eso solo suspiro y saco mi celular para marcarle a Brisa, ella me explica a detalle lo que debo hacer y cuando al fin logro entender el procedimiento, tomo mi bolso y salgo del gym.

Cuando llegó a casa guardo ese dinero ya que el lunes temprano debo ir al banco a depositarlo a la cuenta del dueño del gym según Louis está semana me toca a mí manejar todo lo referente a la administración del gym solo espero hacerlo bien, después de guardar ese dinero, bajo las escaleras y decido prepararme un snack saludable tengo que bajar estos kilitos de más tengo que hacerlo me digo a mi misma.

Preparo un yogurth con frutas y granola estoy comiendo tan cómodamente hasta que se escucha el timbre de la casa, camino hacia la puerta y abro y es mi madrina y eso es un decir, ella me ve con una sonrisa y después me mira de abajo hacia arriba y mientras lo hace me ve con desagrado.

—Igualita que siempre ¿Cuando vas cambiar nena? Creo que nunca, la verdad es que no te veo siendo una chica nice eres como un bichito —dice mientras frunce los labios.

—¿A qué vino madrina?—le hablo con hipocresía.

A decir verdad nunca la he puesto en su lugar, la idea que me metió mi madre de siempre respetar a mi madrina se me metió tanto en la cabeza que no puedo contestarle así tenga tanto coraje pero la verdad es que me está colmando la paciencia y no creo soportar más sus humillaciones, para ella su hija es  mejor, su vida es perfecta mientras que yo para ella soy una estúpida novata, una fodonga y cuernuda.

Son tantas veces las que me ha hecho de menos y no solo cuando estoy sola si no también en presencia de otras personas.

—Te iba preguntar por el novio pero...—me ve con disgusto—No creo que lo tengas a decir verdad no creo que nunca lo tengas eres tan simple Cielo por eso es que... Ash —me ve con lástima.

—Vino a algo en especial, por si no sabe madrina ya trabajo así que tengo deberes—sonrío apenada.

—Ah, ya trabajas que bueno ya era hora pensé que siempre ibas a vivir a costa de los demás.

—No vivo a costa de los demás, ni viviré a costa de los demás, me he dado cuenta que puedo sola, porque mi madre me enseñó a ser fuerte, madrina voy de salida ¿Hacia donde te diriges?

Claro ese es mi fuerte hacerla pensar que iré con ella algún lado, así ella se va y eso es porque no le gusta que le vean conmigo es como una vergüenza para ella.

—No, nena ocúpate de tus cosas yo me voy por mi lado, solo pase a ver cómo estabas—sonríe de lado y después me da un beso en las mejillas.

Si claro a ver cómo estoy para después burlarse, sonrío con asco y después la miro a la cara y cambio mi sonrisa a una más amable.

La despido y después cierro la puerta y me limpio la mejilla, no sé cómo pero haré que ella y todos los que se han burlado de mi se tragen sus palabras, seré tan exitosa que tendrán que tragarse todo lo que me dijeron.

 

Dejo en la mesa de la cocina la copa de yogurt que traigo en la mano, subo las escaleras y me dirijo a dar un baño y aunque hoy no hice ejercicio debido al trabajo me siento tan... Cansada.

Salgo del baño y me dirijo a sacar la laptop que mi madre me regaló y continúo otra de mis historias que deje a medias hace algunas semanas.

Escribo por horas hasta que me siento relajada escribir es vida me digo a mi misma mientras suspiro.

Veo por la ventana y ya es tarde, así que me dispongo a levantarme a cenar algo ligero.

*A la mañana siguiente*

Abro los ojos y por un momento pensé que era día de trabajo recién he empezado y ya estoy empezando a traumarme, me vuelvo a recostar y estoy por dormir aunque sea un rato más, cuando de pronto se escucha el timbre de la casa, tomo la almohada y tapo mi cara no quiero levantarme es muy temprano, el timbre sigue insistiendo así que sin más trabas bajo al primer piso y abro la puerta.

_Vamos, vamos ¡Vamos! —dice Kristen mientras trota.

—Ay, ¿Y a dónde?—pregunto mientras me rascó la cabeza y me atrevo a bostezar.

—A caminar o a correr un poco ¡Go! ¡Go!—dice mientras me empuja hacia las escaleras.

Suspiro un poco y después me doy la vuelta.

—Kristen déjame dormir aunque sea una hora más ¿Si?—le suplico.

—¡No! Nena tienes que tener disciplina ayer no hicimos ejercicio hoy lo haremos mira después de eso vamos al centro comercial y compramos algo de ropa.

—No tengo dinero, aún no me pagan—frunzo el ceño.

—Te Presto pero anda vamos—me sigue empujando.

—Ash, está bien—digo mientras subo las escaleras.

Me cambio en menos de treinta minutos y enseguida bajo, enseguida Kristen ve como piso el último escalón para de inmediato tomar mi  brazo y salir de la casa.

Llegamos a un parque es hermoso cierto pero aún estoy cansada y adormilada.

Kristen me arrastra junto con ella la cual empieza a calentar los músculos y después a correr.

*Una hora después*

—Listo, tarea terminada—me dice sonríendo y agitada.

—Si—menciono más agitada mientras me apoyo de las piernas.

—En unos meses te juro que me vas a agradecer que te haya obligado hacer ejercicio—dice mientras se sienta y me jala hacia la banca.

—No me obligas me gusta el ejercicio solo que no tan... Temprano, sé que en unos meses por fin voy a sentirme bien conmigo misma —le sonrió motivada—pero sobre todo  voy a tener la salud que debo tener.

—Asi es amiga—se pone de pie—vayamos a tu casa es hora de desayunar y después nos arreglamos para ir al centro comercial.

La tarde ha llegado y junto con eso la idea de Kristen de ir al centro comercial.

—Mira este conjunto se te verá hermoso pruébatelo—me lo da.

—No Kristen ese conjunto es muy sensual —la miro sorprendida.

Ella se ríe por lo que digo y solo me quita el conjunto.

—Cielo debes hacerte a la idea de que algún día usartas esto—me sonrie.

Consigo algunos conjuntos de ejercicio muy lindos, no son los que tanto quiero usar pero al menos me sentiré cómoda.

Salimos de la tienda, veo mi reloj y ya son las doce de medio día, así que ya hace un poco de hambre.

—Vayamos a comer —menciono.

—Si, ¿Qué es lo que se te antoja?—pregunta Kristen mientras ve a su alrededor.

—No sé, tal vez un poco de pechuga y verdura —le digo de pronto.

—Si, buena idea, vamos—caminamos rumbo al restaurante.

Nos dirigimos hacia allí, pedimos la  comida y tardamos un buen rato ahí dentro del restaurante, tenía tanto sin platicar así, la tarde llega y es momento de irnos, mi domingo se pasó muy rápido pero al menos la pase bien tenía tanto sin sentirme así de productiva.

Salimos del restaurante y caminamos nuevamente hacia el centro comercial ya que a Kristen se le ha antojado un helado, caminamos hacia la tienda de helados, yo me pido un cono combinado mientras que Kristen uno de fresa, después de eso salimos y justo frente a nosotros está Louis quien está con esa chica rubia, él está sentado cerca de una fuente y ella está en sus piernas, hay algunos chicos los cuales he visto con él en el gym es obvio que ellos son sus amigos, los cuales enseguida nos miran y sonríen no tengo idea del porque sonríen así, solo sonrió nerviosa mientras tomo a Kristen del brazo y avanzo con ella hacia la salida, por otro lado Louis ni enterado está de que nos hemos encontrado aquí, menos mal eso es lo mejor total somos unos totales desconocidos.

—Él te gusta —dice Kristen mientras lambe su cono de nieve.

—¡No! Ni al caso, como crees que me va gustar un tipo así, sin escrúpulos, además no quiero enamorarme de nadie no quiero pasar lo mismo de hace algunos años —digo para luego tragar saliva y ponerme seria.

****Flashback***** (4 años atrás)

Son las dos de la tarde hoy es el cumpleaños de Enrique mi novio, debo sorprenderlo, por lo cual hoy le caeré de sopresa a su trabajo, antes de salir de casa me despido de mi madre quien está cosiendo como se costumbre en el jardín.

—Mamá vuelvo más tarde iré a ver a Enrique—le doy un beso en la frente y salgo a toda prisa.

—Que Dios te acompañe hija —grita a lo lejos.

Antes de llegar decido llevar un poco de vino, así que llegó a comprarlo, para dárselo junto a su regalo.

Después de eso llego a la compañía,  bajo del taxi y me dirijo hacia su oficina.

Los pasillos se me hacen largos para llegar así que apresuró mis pasos estoy muy emocionada ya que justo hoy también cumplimos dos años de relación y estoy segura de que hoy me pedirá matrimonio ya que su madre está mañana me comentó que había llegado una factura de una joyería y otra de una renta de una cabaña así que....

Entro a su oficina, y lo primero que veo es a él con su secretaria en sus piernas, a la cual le está poniendo un collar.

—Hoy iremos a pasar la noche en una cabaña—menciona él mientras la ve fijamente mientras sonríe.

Estoy a un lado de la puerta la cual está entre abierta no puede ser, me digo a mi misma mientras arrugó la bolsa de regalo, tiro el vino al suelo por lo cual se rompe y enseguida aviento la puerta con fuerza.

—¿Hace cuánto Enrique? —pregunto mientras lo veo con resentimiento.

 

Camino hacia él, limpio las lágrimas de mis mejillas y lo sigo viendo con coraje.

—Cielo—menciona asustado.

—No te atrevas si quiera a decir mi nombre... ¿Así qué la joyería que compraste era para ella no? ¿Y la cabaña? Sabes qué eres un idiota y que bueno que me di cuenta antes de cometer alguna locura—sonrío con ironía mientras sigo limpiando mis lágrimas.

—Lo siento te juro que... Mi amor yo te amo—se pone de pie y viene hacia mi, toma mis manos.

Lo miro con desconfianza y solo me suelto de su agarre, para luego soltarle una bofetada.

Ambos me ven desconcertados y con susto mientras yo solo estoy muy desilucionada.

—No vuelvas a buscarme en tu vida ¿Y tú Carlota se suponía que eras mi mejor amiga? Si hubieras sido otra la que me quitó a mi novio tal vez no me sentiría doble traicionada, los dos son unos idiotas ni se les ocurra ir a mi casa y cuidado que mi madre sepa de esto—suspiro con dolor y después me doy la media vuelta y me voy.

Llegó a mi casa mi madre está dormida menos mal, me dirijo a ir a tomar un bote de nieve del refrigerador,  saco algunas galletas y después me siento sobre la silla que hay junto a la barrita y me dispongo a comer mientras lloro.

***Actualidad****

"Sigue narrando Cielo"

Por fin es lunes me encuentro en el banco debo hacer ese depósito antes de a medio día, la fila está muy larga y yo muy adormilada para aguantar esto sin embargo debo hacerlo.

Horas después y voy en camino al gym, entro y al primero que veo es a Louis él me mira y lo hace con molestia ¡Vaya! Él si que sabe cómo hacer notar que está molesto.

Rodeo el mostrador y entro me pongo a lado de Louis y le sonrío.

—Hola—digo con una sonrisa en mis labios.

Debo llevarme bien con él, debo hacerlo tengo que conservar mi trabajo.

Louis no contesta y solo ve hacia la PC.

—Aqui está el baucher del depósito—se lo muestro.

Veo como él se pone de pie y recorre la silla para después verme con seriedad.

—Solo haz tu trabajo—sale del mostrador.

Alzo mis hombros sinceramente no me importa su humor, él es un ¡Idiota!

Guardo el baucher y solo me dispongo a ver qué hay de trabajo.

Como todos los días la hora de ejercitarme llega y con ella llega mi amiga Kay.

—Vamos Cielo tú puedes—dice mientras me ve como hago sentadillas.

M*****a sea, esto duele horrible pero que bien hacen.

—Lo estás haciendo mal—dicen de pronto.

Veo por el espejo que está frente a mí y veo a Louis, él está bebiendo un poco de agua, veo eso y veo también como esas gotas de agua resbalan por su perfecto pectoral que claramente se le ve por esa camisa de tirantes.

Trago saliva y solo aprieto los ojos.

—Pues... Si lo está haciendo mal, ayudala ¿No?—dice Kay.

—¿Yo?—dice Louis con una risita burlona.

—Si tú—dice Kay con voz gruñona.

—No, con permiso—responde y después sigue caminando.

—Tú... eres un...

—Kristen—digo mientras la tomo del brazo.

—Dejalo, él solo busca sacarme de mis casillas y obligarme a renunciar pero ¡No lo voy a hacer! Ve por el entrenador y dile que nos venga ayudar ¿Va? —digo mientras coloco la barra en su lugar.

Me siento en el piso y veo como él entrena, veo llegar a esa chica rubia la cual enseguida lo besa.

Él pone sus manos en su cintura y después la arrincona en uno de los muros, alzo las cejas mientras veo eso y solo tuerzo los ojos, esto es patético.

Después de algunos ejercicios más hemos terminado la rutina así que por fin, es tiempo de irme a casa.

 

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