Esto es guerra

Está vez me vine con Kristen, me bajo de su coche y me despido de ella, me doy la vuelta y lo primero que veo es a mi madrina y a su hija paradas en la puerta de mi casa.

Mientras camino acomodo mi bolso terciado y la miro con seriedad hasta que llegó con ellas.

—¿Que pasa?¿Y esas maletas qué?—digo mientras miro sus maletas.

—Ah, bueno... Lo que pasa es que nos mudamos aquí—dice con descaro mientras se lima las uñas.

—¿Qué? Claro que no, yo no puedo aceptar eso, yo estoy bien así—digo firmemente.

—Ah, okey entonces no te entregaré el libro que te toca este mes ¿Recuerdas que tu madre me dejó estipulado entregarte un libro cada mes durante cinco años?

—Si, eso que tiene que ver madrina—digo  con frustración.

—Recuerda que yo tengo esos libros ah claro y también esa carta que me dió y que me pidió que te entregará a los veintiocho años aún faltan ciertos años para eso —sonríe de lado—Sería una pena que esa carta se pierda ¿No?

—Mi mamá la escribió para mí, no sé porque la dejo a tu cargo.

—Ella quería sorprender a su hija cada mes, por eso dejo esos libros conmigo y esa carta claro—sonríe.

—¿Que quieres que haga?—digo dándome por vencida.

—Ves que siendo obediente te ves un poquito bonita—dice con descaro—Quiero que nos dejes quedarnos en tu casa por tiempo indefinido—sigue limando sus uñas.

—¿Y si mi niego?

—Si te niegas—suspira—Bueno si te niegas esos libros dejarán de existir al igual que esa carta ¿Qué no te quedó claro?—sonríe con descaro.

—Ay Cielo abrenos que me estoy volviendo vieja aquí —dice mi prima Lucrecia.

—¿Por qué las dejaron sin casa?— digo mienta abro la casa.

—No es tu asunto —dice mi madrina.

— Como sea solo dame mi libro madrina y... Mi cuarto lo respetan—digo con firmeza.

Ella asiente con la cabeza después saca el libro y me lo da.

Tomo el libro y subo a mi recamara, abro el paquete y es un libro de "superación personal" sonrió veo la nota que hay en medio de ese libro "Hija quiero que seas la mejor persona que puedas ser" "te quiere tu madre" sonrió y después me dispongo a leer ese libro.

Han pasado horas desde que empecé a leer, por lo cual solo guardo el libro en mi bolso, después solo me dedico a prepárame para dormir.

★★★ Un mes y medio después★★★

Ha pasado un mes y me siento exhausta menos mal que está semana le toca a Louis hacerse cargo de la administración.

Yo solo seré cajera, así que estoy en mi lugar de trabajo, estoy tranquila hasta que llega una chica peliroja con un enorme regalo el cual enseguida lo pone en el mostrador.

—¿Si? —pregunto confundida.

—Ah, tú eres la cajera ¿Cierto? —dice sonríendo.

—Sí, ¿Que tiene de malo?—sonrio desconcertada.

—No me malinterpretes nena, lo que pasa es que... No sé tu nombre.

—Cielo, Cielo Aubriot—digo.

—Ok, Cielo yo soy Melody—sigue sonríendo.

—Aja, mucho gusto—sigo desconcertada.

—Vengo a ver a un chico, él cumple años así que quiero sorprenderlo —se recarga en el mostrador —¿Puedes ayudarme?—me alza las cejas mientras sigue sonriendo.

—Claro—digo mientras miro de reojo para verificar que nadie este oyendo.

—Sí—dice con emoción—De acuerdo mira te voy a dejar este peluche y este cartel.

—¿Y qué se supone que haga con él?—digo nerviosa.

—Bueno... Después de que me vaya te espero en diez minutos en la planta de arriba, ahí estará ese chico así que me ayudarías mucho si llevas ese cartel y ese peluche le quiero dar una sorpresa —sonrie con emoción.

—Ok—digo no muy segura.

La chica se va y deja esa caja en el mostrador así que yo solo la bajo y saco lo que hay adentro.

Sonrío en cuanto veo ese oso de peluche, y la lona no me atrevo a leerlo  ya que de seguro es algo muy cursi y personal claro.

Veo a mi reloj y son las 3:10 de la tarde así que debo esperar diez minutos.

Mientras pasa ese tiempo me dispongo a atender a un cliente el cual enseguida se va.

Veo nuevamente mi reloj y ya es hora, así que tomo esas cosas, y subo a la planta alta, se escuchan las mañanitas así que creo que es el momento, la chica peliroja está en las escaleras así que por detrás de su espalda me hace una seña de que suba mientras ella corre hacia arriba, sigo subiendo y cuando llegó abro la lona y mantengo el oso por un lado,  de pronto apagan la música y solo se escucha "Que es esto" con voz de desagrado, bajo la lona y al que veo es a Louis, ah rayos no sabía que él cumplía años.

Él me mira y lo hace con desagrado, mientras que  la chica me ve asustada.

—¿Que es esto? ¿Y qué haces en un lugar donde no fuiste invitada?—dice Louis mientras me arrebata la lona y el peluche y lo avienta al suelo.

Él me mira molesto mientras espera una respuesta.

—Yo solo vine porque me lo pidieron —digo sorprendida.

—Así ¿Y quién te lo pidió?—dice con firmeza.

—Ella—a punto hacia la chica.

—A mi no me gustan esas cursilerías las odio ¿Cómo es que se te ocurrió semejante estupidez? —le  dice Louis mientras la observa.

—Cariño yo no la conozco apenas vine a este gym ¿Cómo es que la podría  conocer? Yo no le pedí nada—dice nerviosa.

Si claro ella no lo va admitir, m*****a sea eso me pasa por buena gente.

Trago saliva y veo como se da la vuelta y nuevamente me ve a mi.

—Hacer estupideces y mentir es lo único que sabes hacer ¿Cómo se te ocurre venir aquí y hacerme pasar esto?¿Creiste que yo iba ceder? De verdad piensas que me gustas —me mira con desagrado.

Siento horrible, ni siquiera me gusta pero siento horrible siento esas palabras marcar cada parte de mí, escucho esas palabras y solo siento como mi sangre hierve, hago puños de impotencia es un imbécil ¿Cómo es que pueda llegarme a  gustar? Eso no lo creo.

—¿Tú gustarme a mí? ¿Y pretender que yo te guste a ti? Eso es estúpido—sonrío con ironía.

Él sonríe de lado y va y levanta esa lona " Feliz cumpleaños guapo" Me encantas ¿Quieres ser mi novio? Después de terminar de leer eso la tira de vuelta.

—Estas cosas me avergüenzan, todos lo saben menos tú, así que... ¿Quién más lo pudo hacer?, Pero sabes que, no me importa, solo que te quede claro que serías la última mujer a la que yo pueda amar, eres tan...

—Callate—le doy una bofetada.

Me ve con enojo y solo respira con dificultad mientras soba su mejilla la cual está ardiendo, vaya siempre me han dicho que soy buena para las bofetadas pero está vez me pase.

Todos gritan ¡Uy! Y  se rien, ahora yo soy la que me siento avergonzada.

—Esto no lo voy a olvidar—pasa por un lado de mí y baja las escaleras.

Todos se van detrás de Louis,  mientras que yo me quedo sola en ese lugar, mis ojos están humedecidos pero no voy a llorar ¡No lo voy hacer! A pesar de que me trago mi llanto unas pequeñas lágrimas brotan de mis ojos por lo cual las limpio enseguida.

Voy por esa lona y es verdad todo eso dice, jamás pensé que esto lo haría reaccionar así, es un imbécil digo mientras tiro de vuelta esa lona.

Pero a todo esto esa no es la chica con la que andaba hace algunas semanas esa es otra chica, pero que se puede esperar de un idiota como él.

Bajo las escaleras y me voy hacia el mostrador, todos me miran raro ahora soy la rechazada aunque no lo sea.

Sigo caminando apenada hasta llegar al mostrador y sentarme en la silla, saco el libro que me regaló mi madre y me dispongo a leer para no ver a nadie "Solo faltan algunas horas más" me digo a mi misma.

Ya es  de noche así que es momento de irme, mis articulaciones me duelen tanto que no sé si mañana pueda hacer ejercicio, tomo mi bolso y salgo del gym.

—¿A dónde vas? —dice Louis quien de pronto aparece frente a mí.

—Quitate—lo hago a un lado.

—Te toca tirar la basura—tira una bolsa a un lado de mí.

—No lo voy hacer —digo con firmeza.

—Ese es tu problema—dice para luego irse.

Hago puños de impotencia y solo tomo la basura y la llevo a tirar.

—Maldito imbécil—grito para que me escuché.

Después de eso sigo caminando hacia la parada de autobuses.

Subo al bus y me dirijo hacia mi casa.

★★★Narra Louis ★★★

No puedo permitir que esto se vuelva a repetir, jamás podrán jugar conmigo nuevamente, no puedo permitir que nadie venga a decirme otras sartas de cursilerías. Nadie puede jugar con mis sentimientos si antes yo hacerlo.

★★★Flashback★★★ (hace 4 años)

Me dirijo al restaurante donde quede con Ashley, ella me dijo que la esperara en la entrada de ese restaurante así que eso mismo haré, llevo un ramo de flores y ese anillo que tanto espera ella y junto con eso llevo a mi pequeña hermana Madison, de tan solo un año.

Llegó a la entrada del restaurante y ahí sigo hasta que...

—Mi amor ya vete, él no tarda en llegar—se escucha a lo lejos Ashley.

—Ashy—trata de decir mi hermanita pero le pido que guarde silencio.

Me agachó y me asomo y veo Ashley arrinconada en una de las paredes traseras del restaurante, ella está a la vuelta así que no nos mira, me encamino un poco para escuchar mejor.

—¿Hasta cuando tendré que soportar esto? Quiero que seas mía solo mía dime la verdad ¿Te casarás con él?—dice el tipo el cual está con ella.

—Baby, solo estoy con él por interés, jamás me casaría con alguien que tiene un estorbo a su lado, odio a esa niña a su hermana, esa chiquilla mocosa ¿Te imaginas yo cambiando pañales? Ay no —dice horrorizada.

—Pero en redes sales feliz con todos los detalles que te da, y hasta tú también le das ¿Qué con eso?—pregunta ese tipo.

—Ay cariño, pero si solo es por aparentar todas esas cursilerías solo las aguanto porque necesito seguir con él para que me ayude a pasar los exámenes de la universidad—trata de suavizar la situación—Eso es solo algo estúpido, los sentimientos solo sirven para lastimarse uno mismo solo le sigo el juego "Yo no amo a nadie" solo a mí—dice para luego besarlo.

Me doy la vuelta y me recargo en la pared veo a Madison y no puedo creer lo que Ashley acaba de decir, me siento tan idiota, siento que mi corazón se ha roto y que todo lo que hemos vivido solo es una fantasía, me siento usado y siento como esas idiotas lágrimas invaden mis ojos.

Me pongo de pie y tomo a Madison de la mano y enfrentó a Ashley.

—No puedo creer lo que acabas de decir—la miro con decepción.

—Amor—menciona asustada.

—No me llames así, tienes tanta razón en decir que el amor solo es una cursilería y que no vale la pena—digo con decepción.

—Está bien lo acepto ya no soporto estar a tu lado, esa niña solo es un estorbo en tu vida, si tan solo la dieras en adopción quizá sería otra cosa

—Es mi hermana ¿Qué te pasa? Jamás la dejaría por una mujer ni siquiera tú, así es mejor —saco el anillo y lo tiró al suelo —Ten puedes venderlo y así puedas pagar meses de tu universidad—digo para luego darme la vuelta e irme.

Desde ese día me prometí jamás volver a enamorarme de nadie, me dedique solo a mí y a mis planes mientras que a Madison la mandé con mi tía al extranjero no la podía arrastrar conmigo a vivir una vida amargada,  solo quiero que mi hermana este bien por eso es que quiero retomar mis estudios que deje por culpa de esa ruptura pero para eso tengo que tener más dinero  para pagar mis estudios y poder  darle una vida mejor a mi y a Madison.

★★Sigue Narrando Cielo★★★

Varios días después hoy me toca pasar por casa de Kristen,  eso es mejor que estar en casa aguantando a esas personas que viven conmigo, antes de irme me pongo un poco de perfume y pinto mis labios, hoy es la tercera ocasión de la semana que me maquillo tengo que admitir que a pesar de todo lo que pasa, tengo mejor autoestima al menos ya me maquillo.

Bajo las escaleras y lo primero que veo es a Ginebra es decir mi madrina que ya no quiero llamarla asi pero tendré que hacerlo por el momento.

—Ah, vaya, te arreglaste pero niña te ves muy demacrada, estar delgada a ti no te va, en cambio a mi hija —toma del brazo a Lucrecia y la pone frente a mí—A ella le queda todo de maravilla, ay Cielo no te cansas de que en todo te ganan, Lucrecia ya hasta tiene novio y tal vez se case muy pronto ¿Y tú?—me mira con intriga.

—No lo sé y ni me preocupa casarme a esta edad, eso será cuando Dios quiera no usted ni yo, con permiso yo si tengo cosas que hacer—digo paga luego salir de mi casa.

Después de tomar un bus y caminar algunas cuadras llegó a casa de Kristen ella ni siquiera sé imagina que vengo.

Entro y la que me recibe es su Nana.

—Hola niña Cielo—me recibe con un abrazo.

—Ay hola, recién  estaba pensando en llamarte—dice Kristen mientras baja  las escaleras.

—Hola, Pues ya vine ¿Que tal?—digo para luego sentarme.

—Vamos a mi recamara—dice Kristen mientras me jala del brazo y me pone de pie.

Llegamos a su recamara y lo primero que hago es acostarme en su sofá.

—Estoy harta, quiero que se vayan de mi casa, son unas flojas y malas personas—digo con fastidio.

—Ay Cielo, ya te dije que te vengas a vivir a mi casa, mis papás te quieren mucho y no tendrán problema—dice con amabilidad.

—¿Y dejarles mi casa? La casa donde mi madre y yo vivimos juntas ¡Jamás! —digo mientras me reincorporo—Ademas debo vigilarlas sé que algo esconden, tarde o temprano encontrare la manera de sacarlas sin que tenga que perder esos libros ni esa carta —digo decidida.

 

 

 

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