En ese momento, Alan y Myriam llegaron también al hospital, preocupados por la salud de Ayla. Lucien nos observó a los cuatro, que esperábamos tener noticias de Ayla, sin saber como iniciar. Percibía en él la angustia y la tristeza.

- Ayla está muy mal… - nos dijo – la lanza pasó junto a su corazón, ha sido un gran milagro que no lo haya atravesado. Pero su pulmón sí sufrió daños.

- Por la diosa – dijo Myriam cubriendo su boca con sus manos.

- Retiraron la lanza, y detuvieron el sangrado. Ella está en un coma inducido en este momento. Los médicos confían en que su cuerpo de loba ayude a que su recuperación sea más rápida y esperan que no se produzca alguna infección o alteración de otra índole.

- No… Ayla – dije llorando. Myriam se acercó a mi y me abrazó.

- Las primeras horas son las más críticas, sólo nos queda esperar y que la diosa nos ayude – concluyó Lucien.

Alan estaba muy afectado, al igual que Beta Sirius.

- Yo… de verdad lo siento. Sé que todo esto es mi culpa – dijo Bet