Siempre Serás mi Luna
Siempre Serás mi Luna
Por: Lita Ren
Capítulo 1

PUNTO DE VISTA DE ELLA

¿Cómo es que las cosas llegaron a este punto? Siento que estoy en un largo sueño del que no puedo despertar…

Mi nombre es Lila, pronto cumpliré los dieciocho años. Vivía con mi madre, sola en un pueblito muy tranquilo, sin embargo desde hace un par de años, ya sentía que en realidad éramos tres en la ecuación. Después de morir mi padre, el hombre que me crio al casarse con mi madre cuando yo era una bebé, mi madre conoció a Jason. Él prácticamente vivía con nosotras y su relación es muy intensa y apasionada. En ese tiempo mi vida era aun muy normal, con una total ignorancia de lo que soy en realidad. Sin embargo, esa noche todo empezó a cambiar.

- ¿Mamá? – eran pasadas las 3 A.M. Me desperté para tomar un vaso de agua y me encontré a mi madre, se encontraba llorando en el sofá - ¿Qué pasó? ¿Por qué estás aquí… y así?

(Esto huele muy extraño)… la voz de mi interior me susurraba que algo extraño estaba pasando

- Lila, mi cielo… deberías estar durmiendo… lo siento – secándose las lágrimas.

- Sólo vine por agua. No digas que lo sientes ¿de qué hablas? ¿Ocurrió algo con Jason?

- No, Jason está bien. Las cosas están bien… sólo… tengo algunas cosas en qué pensar.

- Puedes confiar en mi, de verdad.

- … - pensó un momento – ven hija, siéntate junto a mi.

(respira y sé buena… tu madre necesita de ti)… nuevamente la voz en mi interior hablando.

Me senté a su lado y ella tomó mis manos. Algo indecisa.

- Hija… jamás te he hablado de tu padre…

- ¿Hablas del que “sembró” y se fue? Él no es mi padre… mi padre es y siempre será James, no importa el tiempo que pase… no voy a juzgar tu pasado, mamá… (creo que ella lo sabe muy bien, no es necesario aclarar…)

- Hija, él murió… su nombre era Anton. Él era el alf…. -tropezó en sus palabras - Era un hombre importante en la localidad donde crecí.

- Esa no era excusa para irse y dejarte sola

- Mi amor, él no se fue… yo lo hice. Necesito que me escuches, sin interrumpirme – se produjo un silencio, yo asentí con la cabeza y le observé en silencio, ella suspiró y continuó – yo era muy joven… él era un hombre importante, un líder más bien. Cuándo lo conocí, quedé prendada, no lo dudé dos veces, me entregué a él y nos casamos – no emití palabra, pero la voz de mi interior me susurró muchas cosas. Ella supo lo que estaba pensando – lo sé… fue una relación muy intensa.

(Demasiado intensa… pero eso puede pasar a veces. No hay que juzgar) sonreí

- Bueno… las cosas se dieron así. Nos unimos… nos casamos y después de un tiempo conocí como era realmente… no era un buen hombre, era más bien… una bestia..

(Palabras fuertes…)

- Fue cuando me enteré que estaba embarazada y temí que tu tuvieras que vivir esa vida y soportar ese padre, así que hui, escapé y me escondí por un buen tiempo… hasta que conocí a James y él se transformó en mi hogar…

- Mamá, ¿Por qué me dices todo esto ahora?

- Porque siento que en mi intento de protegerte, he sido egoísta… obligándote a ser quien no eres y a vivir una vida negando tu verdadera identidad

- ¿Mi verdadera identidad?...

- Siempre has tenido problemas en el instituto y te han tildado de tener una personalidad… diferente, extraña

(Sólo porque son demasiado básicos para comprender la genialidad de mi mente)

- Soy una rareza mística… - bromeé y ella sonrió.

- Sí lo eres y más de lo que crees, eres una bendición de la Luna…

- ¿Bendición de la Luna?

- Tu nombre real es Ayla, no Lila… te di ese nombre cuando naciste y vi tu hermoso cabello plateado y tus ojos grises… eres luz de Luna. Cuando conocí a James me hizo comprender que un nombre tan comprometedor podía atraer miradas no deseadas y tal vez no podríamos esconderte por mucho tiempo… pero en vista que Anton ha muerto, ya no hay nada que temer

- … -

Miles de preguntas se agolparon en mi mente. Mis pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar el sonido de la puerta principal abriéndose, Jason había llegado nuevamente, muy temprano, como todos los días.

- Jason

- Chicas … están aquí, creí que aun dormían.

Me besó la frente y fue directamente a saludar a mi madre, con un beso apasionado digno de la película más dramática, cómo si su separación hubiese sido de meses y no de un par de horas.

- Por Dios, vayan a un hotel… - me dispuse a ir a la cocina a tomar mi vaso con agua, cuando los escuché hablar. Me quedé en silencio con la puerta entre abierta para poderlos escuchar.

- Aliénor… ¿Hablaste con ella?

- Es complicado , Jason… no puedo contarle cien años en unas horas… no puedo revelarle así como así la verdad de su condición…

- Leni - así le llama de cariño a mi madre – Alfa Lúcien me habló, es preciso que esté más tiempo en la manada y para eso, tú y Ayla deben mudarse conmigo… no puedo tener a mi pareja tan lejos de mi y tampoco puedo descuidar mi posición. Mi hijo pronto cumplirá la edad y asumirá como el nuevo Beta, pero hasta que eso no suceda, debo estar con él más tiempo y entrenarlo en su posición, mientras que tu hija – suspiró y bajó la voz- … Leni, tu hija está por cumplir los dieciocho… ¿Qué pasará cuando llegue alguien a reclamarla como suya? Ella no sabe lo que es en realidad, Alira ha dormido dentro de ella todos estos años, como una bestia enjaulada… ¿Qué pasará si despierta sin que ella sepa controlarla?

- Ella sabrá hacerlo… ella tiene sangre alfa, será un prodigio, Alira no puede controlarla… pero tienes razón… todo esto se me escapa de las manos. No pasará de hoy, amor. Alista todo, nos mudaremos en la noche.

Salí en silencio por la puerta de la cocina que da al jardín interior. Escalé rápidamente el manzano que planté de bebé con mi padre y subí al tejado a mirar el amanecer. La realidad es que en ese momento sentía que toda la conversación había sido en clave. Pero algunas cosas rebotaban en mi mente como bolas de billar, la voz de mi mente hablaba y hablaba.

(¿Alguien vendrá a reclamarnos? Es cierto, ya pronto cumplirás los dieciocho. Alira… Alira… ¡Que lindo nombre!)

- Ayla, ese es mi nombre – dije en voz alta

(Entonces yo soy Alira) – la voz dentro de mi me respondió

- ¿Qué? – por primera vez sentí que la voz de mi interior me hablaba como si se tratara de otra persona… ¿qué estaba pasando?

- ¡Lila! Se te hace tarde para el instituto – la voz de mi madre me sacó de mis cavilaciones

- ¡Ya voy!

En el instituto podré hablar con Emil sobre esto. Él podrá explicarme de qué se trata, después de todo, es el hijo de Jason.

Pedaleé rápido en mi bicicleta para ir al instituto y agradecí a todos los astros que al llegar, estaba Emil bajando de su camioneta.

- ¡Emil! – le grité y él al mirarme me sonrió

- ¡Li! ¿Qué sucede?

- Amigo, en serio te necesito. Debemos hablar

- … ¿okey…? Nos vemos donde siempre en cinco minutos

- De acuerdo.

Entró al recinto, mientras yo estacionaba mi bicicleta y luego me dirigí directamente a nuestro escondite. Se trataba de un escondrijo en el edificio abandonado por el que solo podíamos llegar escalando unos muros… los deportes se nos dan bien a ambos y somos, en mi humilde opinión, los únicos que podríamos llegar hasta allí. Subí rápidamente y llegué al punto de encuentro, donde él ya estaba desembolsando unos sándwiches; lo cual agradecí al no haber tenido tiempo para desayunar en la mañana.

- Dime, ¿Qué ocurre? – espetó para que hablara.

- Esta noche fue muy extraña… - empecé

- Ops… alto.. nuestra amistad tiene un límite ¿sí? Cuidado con lo que dirás si no quieres traspasar la barrera. – me interrumpió gracioso y lo miré de reojo.

- Eres un estúpido. – Nos reímos

- De acuerdo… sólo quería alivianar la tensión.

- Pues en este caso no es posible … estoy tan tensa que podría partir el edificio en dos …

- Está bien… cuéntame

- Mi madre me habló algunas cosas sobre mi padre, sobre Anton, su primer esposo.. hasta anoche ni siquiera sabía que se habían casado… luego llegó tu padre y hablaron, muchas cosas extrañas que no entendí.. hablaron de mi, de él, de un tal Lucio…

- Lucien…

- ¡Exacto! Tu sabes todo lo que está pasando y tienes el deber de explicarme… (pregúntale también por Alira) – la voz en mi interior gritó extasiada - … sí, es verdad… Sobre Alira también.

- ¿Estás hablando con alguien más, a parte de mi?

- Antes creía que podía controlarlo… pero siento que ella se vuelve cada vez más fuerte en mi mente… y ahora incluso habla conmigo

- Es… Alira – Emil intentaba seguirme con entusiasmo

(sí, soy yo… Alira) Asentí sin emitir palabra ante las respuestas que daba la loca voz en mi mente.

Emil me miró fijo

- No sé si soy el más indicado para explicarte todo lo que está pasando, Ayla… y Alira…

- ¡Lo ves! Tu sabes algo, mi madre dijo que esta noche nos mudaríamos… ¡tienes que contarme que está pasando!

(Ayla, debes tranquilizarte… todo estará bien) – una voz retumbó en mi cabeza, pero no se trataba de Alira. Era la voz de Emil que hablaba directamente a mente.

- ¿Qué es esto?

(Querías saber más… estoy haciendo una conexión mental contigo, es algo que los de nuestra especie podemos hacer…)

- Nuestra especie… ¿Qué especie?...

Quedó un momento quieto, cómo si escuchara una voz que le hablaba de otro lugar.

- Lo siento Ayla, no soy el indicado para contarte estas cosas… pero tu madre te lo dirá en cuanto regreses a casa. Te alegrará saber que estaremos más cerca de ahora en más… viviremos juntos en la misma casa.

- Tal vez esto no sea tan malo después de todo.

Emil es un chico muy guapo, alto cabello rizado oscuro y ojos color avellana verdoso muy intensos… hace un par de años sentí una atracción por él, cuando lo conocí, pero luego de un tiempo y de la fogosa relación de mi madre con su padre, nos acercamos mucho de un modo más familiar y menos romántico. En este punto, se ha convertido en mi mejor amigo, a parte de darme cuenta de que es un don Juan. Por él me entero de todas sus relaciones amorosas, que son bastante fugaces.

Acabó la última clase y tomé mis cosas rápidamente para salir del añoso recinto. Fuera del instituto, Emil se encontraba conversando con una chica con el cuerpo apoyado en su camioneta, me vio y me gritó con simpatía.

- ¡Adiós, preciosa! ¡Nos vemos a la noche!

- ¡Nos vemos a la noche, estúpido!

Pude ver como la chica con la que estaba intentaba entender la situación y Emil le hablaba animadamente. Subí a la bicicleta y volé por las calles para llegar pronto de vuelta, ya estaba cerca y tuve un increíble sentimiento de libertad, el ambiente olía a un exquisito olor a sándalo y sentí que mi corazón estalló de alegría, sin motivo aparente. De lejos divisé mi hogar, fuera de él estaba mi madre parada junto a Jason, despidiendo a un extraño, era un sujeto muy alto y musculoso, su cabello aprisionado en una coleta; por la lejanía, no logré divisar su rostro. Subió a un lujoso vehículo y emprendió rumbo, pasó junto a mi y al verlo quedé petrificada, era un joven increíblemente atractivo; cabello castaño, tez blanca y ojos verdes, labios perfectos. Algo sucedió dentro de mi al verle, él no volteó a mirarme, iba concentrado en el camino; sin embargo yo, estuve a punto de caer de la bicicleta con la maravillosa visión. Me quedé unos segundos pasmada antes de volver en mi y recordar mi urgencia por volver, me monté nuevamente en la bici y terminé el recorrido hasta mi hogar.

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