PUNTO DE VISTA DE AYLA El Alfa Lucien me llevó por los pacillos de la enorme casa hasta llegar a mi habitación, en el ala donde estaba su oficina y su habitación. Mamá me explicó que el Alfa Lucien tomaría personalmente mi entrenamiento, aunque no entiendo a qué se refiere, no me ha quedado más remedio que aceptar todo lo que está sucediendo. Todo me parece un extraño sueño del que no puedo despertar.Él me explicó un par de cosas… tal vez ser una mujer lobo no sea tan malo después de todo, sin embargo él no puede entender que mi madre haya guardado el secreto por tanto tiempo. Mientras conversamos, puedo sentir su delicioso aroma a sándalo en el ambiente y puedo sentir poco a poco como mi loba despierta y se enloquece al sentirlo cerca. Sin previo aviso, empiezo a ver como comienza a quitarse la ropa, siento que mi loba está tranquila, aunque expectante; sin embargo yo, estoy sumida en la vergüenza.-¿De verdad? ¿Tu madre creyó que lo mejor para una loba es enseñarle el pudor de
Pasamos el resto del día entrenando… él, midiendo mis habilidades; yo, corriendo de allá para acá, saltando, pateando… llevando mi destreza al límite. No dijo ni una sola palabra más con respecto a lo que hubiese sucedido en el lago, tampoco yo quería hacer referencia a nada de lo ocurrido allí, el ambiente era menos incómodo así. Llegando de vuelta a casa, él se adelantó y fue directamente a su oficina y se encerró. Yo llegué a la sala de estar y me senté en el sofá, agradeciendo su ausencia. Se sentó junto a mi Emil.-Te ves muy mal – Emil bromeó – estás más horrible que ayer… -Cierra la boca – reí – … tu alfa es un demente… no sé como aguantaré la semana.-Tranquila… no todo es tan malo, ¿verdad? Antes solo podíamos vernos en el instituto…-¿Donde están mamá y Jason?-Fueron a cenar… papá y yo ya terminamos nuestro turno de guardia.-Me alegra mucho ver a mamá feliz… postergó esto por años. Es bueno que disfrute y salga a divertirse con su pareja-¿Y tu? – Emil me que
- ¡Lucien!... me asustaste… - dejé caer los libros. Me sentí algo avergonzada, nuevamente estaba traspasando mis límites – a… Alfa Lucién… lo siento, de verdadMe agaché a recoger los libros, él se acercó y observó lo que estaba leyendo.-Licantropos… el apareamiento de los hombres lobo… - leyó muy divertido por la lectura…-No… la página se cambió cuando cayeron los libros… ¿Hasta Crees…? – que difícil es hablarle como a un superior, cuando siento que tiene casi mi edad – Es… sólo estaba buscando información… aclarando mis dudas; investigando… Pido perdón por mi imprudencia, no debí entrar aquí sin permiso.-No… de hecho, no debiste – tomó los libros y los llevó al librero – esta es mi biblioteca personal, a demás de ser mi oficina privada. -De verdad lo siento… - agaché la cabeza-Sin embargo – no se volteó a mirarme – es muy grato ver a un ratón de biblioteca husmeando en mi oficina… hace mucho tiempo no veía a alguien que disfrutara tanto la lectura. -Amo la lectura…
Me acosté a dormir, logré conciliar el sueño hasta alrededor de las dos de la madrugada, cuando sentí ruidos.. me levanté, sigiloso, y fui abajo a ver si Ayla ya había llegado. La encontré en mi oficina, husmeando entre los libros como un ratón de biblioteca… Me pareció muy linda… cómo una joven que logra despertar mi instinto animal, es también asidua a la lectura… sentí un calor en mi corazón, pues me hizo recordar a mi amada madre… ese antes fue su despacho, en el que pasaba largas horas leyendo. De ella heredé el amor por la lectura. No quise molestarla y volví a la cama a dormir… alrededor de las cinco de la mañana me levanté y bajé a la habitación de Ayla, pero ella aun no estaba allí… tal fue mi sorpresa al darme cuenta que había pasado todas esas horas en el despacho sin dormir, leyendo. Abrí la puerta de la oficina, ella estaba sentada junto al escritorio leyendo un libro y luego contrastando lo que leía, con otro. Escuchó que entré en la oficina y se levantó rápidamente y
Me condujo por el bosque. Nuestros cuerpos de loba ayudaban mucho a mantener el paso rápido sin desfallecer, ya que el viaje fue bastante largo. Recorrimos el bosque y poco a poco el paisaje empezó a cambiar. Los arboles claros, se convirtieron en añosos robles oscuros, donde el sol casi no lograba pasar a través de la densa espesura de los macizos. Llegamos a una cabaña rústica muy antigua y destruida por el tiempo. Sentí que la loba de mi madre gemía con gran tristeza al entrar por la puerta.-Oí a Emil hablar con Jason esta mañana… dijo que alguien mencionó a las vurmitas.-Si, es verdad… aunque existe un enorme misterio alrededor de eso. Nadie ha querido explicarme nada… -… - respiró un segundo observando el viejo y destruido lugar – hace muchos años, tu bisabuela, Vinnia fue culpada de engañar a su pareja y desechada por su manada junto a sus tres cachorras. Fueron obligadas a convertirse en lobas errantes y confinadas a vivir en la ciénaga. Su espíritu nunca decayó y con
Bajé inmediatamente y corrí junto a Emil, llegamos a su vehículo y subimos.-¿Qué le ocurrió? Ayer estaba bien…-Hoy cuando despertó no se sentía bien. Jason y Lucien estuvieron con ella, pero no quisieron esperar más tiempo y la llevaron al hospital.-Por la diosa… ¿Qué pudo ser? Ella es muy sanaLlegamos al hospital de la manada, la recepcionista en seguida identificó a Emil y lo guio hasta la habitación donde se encontraba mi madre. Ella se encontraba recostada, junto a ella estaba Jason, tomando su mano y Lucien, en la ventana. Aleynor lucía de buen animo, aunque su rostro denotaba cansancio.-Mamá… ¿Estás bien?-Tranquila, cariño estoy bien… estoy un poco descompuesta, eso es todo… tal vez me hizo mal algo que comí… estos dos lobos son unos exagerados.-Te desmayaste – Jason se dirige a ella muy nervioso, y luego me mira a mi – hija, se desmayó… Jason le reprochaba muchas cosas, muy angustiado y Aleynor intentaba calmarlo con su dulzura de siempre. Me acerqué a Lucien
PUNTO DE VISTA DE LUCIEN Después de salir del hospital volví a la casa. Papeleo y más papeleo, quien diría que el trabajo de un Alfa es tan burocrático. Terminé de firmar solicitudes y las invitaciones para las manadas vecinas. Durante la tarde escuché a Jason llegar junto a Aleynor, se encerraron inmediatamente en su cuarto. Cuando el sol ya se estaba poniendo, me levanté del escritorio, estiré la espalda, observé un momento por la ventana. Recordé a mi madre recostada sobre el sofá, mientras mi padre realizaba su labor de oficina en el escritorio. Esa oficina no era su lugar de trabajo, sin embargo, siempre decía que su trabajo se hacía mucho menos pesado y aburrido si podía mirar de vez en cuando a su Luna tan ensimismada en su lectura, que incluso sentía deseos de saltar dentro de la página para lograr entrar en sus pensamientos. Sentí ruidos en la escalera y a alguien que entraba en el tocador. Supuse que Beth ya había llegado, por lo que di mi trabajo por terminado ese día y b
Se trataba de Jason y Aleynor que conversaban animadamente mientras preparaban algo para merendar. Quisimos continuar en lo que estábamos, pero la situación se enfrió…-Lo siento… - pasé mis manos por el rostro – es que tu madre… -Descuida… yo tampoco puedo continuar… Es algo incómodo que estén tan cerca y puedan oírnos… -De cualquier modo… me agrada mucho esto. -A mi también me agrada, Lucien… Alfa…-Lucien… en este contexto no soy tu alfa… no quiero que cedas si es por temor a mi posición.-En serio, ¿De verdad crees que yo lo haría? -No, para nada, tienes razón. – le di un beso en los labios. – te invito a cenar.-Dame cinco minutos, en seguida bajo.Ayla se levantó y fue a su habitación. Volví a ajustarme la camisa. Y arreglé mi cabello revuelto. Bajé para esperarla en la sala de estar, esperando que Aleynor y Jason estuvieran aun en la cocina; tal fue mi sorpresa cuando los vi sentados abrazados en la sala de estar viendo la televisión. Al bajar, los dos me mi