- ¡Esto no acabará! – continuó diciendo – cada una de ustedes está fichada. Ahora que sabemos que un lobo que ha nacido de ustedes continua con el linaje, ninguno se salvará.

Lo levanté en el aire y aprisioné en un fuerte vendaval, que lo levantó sobre el aire. Sus ojos demostraron su gran miedo frente a lo que podía hacer. Con un movimiento de mi mano podía acabar con su vida.

- Nuestro linaje no acabará, Caín. Yo he escogido cuidar a mi familia; mientras tu eliges destruirla… siento lástima por ti, pues tu odio y tu resentimiento han acabado contigo.

Salí de la habitación e hice cesar el vendaval, Caín cayó al suelo, recuperando el aliento. La puerta se cerró atrás de mi. Salí de la prisión junto a Beta Sirius, sentí gran preocupación de qué podría estar pasando con Lucien y en la manada Luna del Viento, llamé a través de mi móvil a Darius para saber de ellos.

- Darius, ¿Primo, cómo está todo en tu manada?

- Ayla. De momento no hemos tenido más ataques. ¿Qué hay de vuestras manad