—Bueno mamá te presento a tu pequeña. —Dijo una alegre enfermera poniendo a la recién nacida en los brazos de su madre por primera vez. Sus ojos se humedecieron nuevamente, el tener a su bebé en los brazos era una sensación agridulce, estaba agradecida pues a pesar de sus sobresaltos la niña estaba sana, pero no podía evitar pensar en Mily y en lo asustada que debe estar y en lo que le pueden llegar a hacer esas malas personas a su pequeña. —Es preciosa mi nietecita, mira mamá —Isabel mostraba a la pequeña orgullosa a Rebeca. —Si Isabel tienes razón —secundó Rebeca acercándose a la niña—, se parece mucho a Emily... —La mujer guardó silencio meditando sus palabras. —Si mamá Beca mi bebé, es idéntica a su hermana mayor y aunque aún no he visto sus ojos pues deben ser igual de preciosos que los de Mily. —Dijo Ángela tratando de sonar tranquila y no preocupar a su madre y abuela. —Creo que debemos dejarlo descansar —sugirió la enfermera que había traído a la niña—, tanto mamá, cómo
—Escuche Lombardi es muy raro he llegado a la conclusión que esto no es un secuestro común. Acotó el detective encarando a Artemis, este caso se había vuelto un callejón sin salida para el oficial. —¿A qué se refiere? —inquirió Helios acercándose al oficial Díaz. —Al igual que Artemis estaba preocupado por su sobrina, él era padre y no concebía la vida sin sus pequeños. —Escuche la niña desapareció a plena luz del día en una zona exclusiva de la ciudad, aquí hay mucha vigilancia, si se llevaron a la niña ella tuvo que gritar y forcejear. —Entiendo —dijo el rubio con su mano en la barbilla—, Artemis ¿Crees qué tengas a alguien así? —empero Helios con dudas. —No seas idiota que enemigo podría yo tener. —Espetó el pelinegro frotando las manos en su rostro con sus manos en señal de frustración. —En eso mi hermano tiene razón, Artemis siempre ha sido un ñoño pacifista, aunque hay un hecho en concreto y es que unos delincuentes tienen a mi sobrina. —Refutó el rubio de anteojos res
En la mañana había recibido un mensaje donde le citaban a lo que resultó ser un terreno baldío.Caminaba recorriendo el lugar en busca de personas, o su pequeña intentó devolver la llamada a la persona que le había citado aquí pero simplemente no respondía. Tenía más de cinco horas esperando estaba por irse pero el celular comenzó a sonar al ver que era la persona que le citó a este lugar respondió la llamada de inmediato. —Escuche llevó mucho esperando si sabe dónde está mi niña, por favor dígame es solo una niña pequeña...—Escuche no tengo mucho tiempo le llamo porque no puedo verla dónde acordamos, pero quién tiene a su hija es una persona conocida...—¡Quién es dígame por favor quien es! —gritó impaciente ante tantas largas solo quería que hablara y le dijese donde estaba su niña, además de quién era esa persona que la tenía. —Cállese y escuche no tengo tanto tiempo, la niña está en el bar Eden Garden. Es todo lo que diré no vuelva a llamar pues no responderé. La llamada
—Padre la presa ya ha llegado a la trampa. —Decia un muchacho con una sonrisa maliciosa. —Perfecto Ryan trae a la carnada. —Ordenó el moreno apagando su cigarrillo. El momento había llegado hoy acabaría con la familia que hundió su imperio, destruiría a los Lombardi desde sus cimientos. —¿Que pretendes Fred? —cuestionó furiosa Tabita entrando al deteriorado lugar—, esto no era parte del trato. —Se quejó ella molesta por el repentino cambio de planes. —Oh nena a ti tengo mucho que agradecerte, tú y tus rebuscados y torcidos planes han sido la clave para para inciar mi venganza con la asquerosa familia que me dejó refundido en una m*****a prisión de dos, por dos, por más de veinte años y querida la venganza es un plato que sabe mejor frío. —¿Por qué no me dijiste lo que harías? —se quejó la rubia mirando molesta al moreno. —Porque lo habrías arruinado con tus tonterías. —Eddi, ¿tú lo sabías? —Al inicio no lo sabía rubia pero vamos que el plan del jefazo está de locos y me va a pa
—Pensé que las perdería mi ángel y si eso pasaba yo... Besó sus labios callando lo que iba a decir, no valía la pena hablar de lo que no pasó y más porque eran cosas terribles y que era mejor no recordarlas. —Artemis lo importante es que ya todo paso, que estamos bien y que nuestra pequeña Emily está bien. —Tienes razón cariño. Ángela se acercó a la cama de Emily la pequeña pasó por mucho estos últimos días. Sintió la mano de Artemis en su hombro, le devolvíó la mirada él le regaló una sonrisa. —Estará bien mi ángel. —Lo sé Artemis, pero aún así no deja de dolerme lo que Mily vivió, si para mí fue traumante el poco tiempo que estuve allí no imagino lo que pasó Emily esas tres largas semanas. —Fue mi culpa Tabita actuó movida por la venganza, yo no debí darle alas a algo que no sería. Arrastré a Helios y a Emily a una venganza de la cual no tenían nada que ver. —No es tu culpa Artemis Tabita es una mujer adulta, ella solo pensaba en ella y más que tu rechazo le dolió que l
No era que odiara a su hermana, después de todo era su única familia. —Tabita. —¿A qué vienes? —preguntó la rubia sentada en una pequeña cama encerrada en una celda. —Pues es normal que venga soy tu único familiar tarde o temprano iba a enterarme de todo. —Respondió Zack acercándose a la cerca. De la nada comenzó a reír burlesca, su hilarante carcajada desconcertó a Zack, él miró confundido a su hermana preguntándose ¿Por qué la risa sardónica? —Ya se estás aquí para agradecerme que el rubio Lombardi murió y podrás volver con la sirvienta. —Habló Tabita con un tono inocente fingido. Negó ante el absurdo que su hermana mayor parloteaba, le habían dicho que el comportamiento de ella no era normal, posiblemente tendría algún desorden mental. Pero no creyó en nada de lo que le dijeron sabía que Tabita era astuta y era probable que fingiera para evitar la cárcel. Pero ahora que la veía frente a él, se cuestionaba en la posibilidad de que no estuviera mintiendo y, en verdad Tabita es
Para la familia Lombardi las cosas volvían a tomar su orden de a poco, la pequeña Emily había sido dada de alta y Helios mejoraba paulatinamente, los médicos comenzaron a dejar de administrar el sedante para que despertara pues ya comenzaba a mejorar. —¿Todo es para mí? —preguntó Emily emocionada al ver los regalos de sus abuelos—, gracias. —Mily la abuela Isabel te llevará a casa yo iré por ti más tarde, tu tía Gabrielle necesita ayuda y en este momento no se puede quedar solita. —Esta bien mami, pero promete que vendrás por mi y que me leerás un cuento y dormiré contigo. Gabrielle le explicó que esto podría pasar, Emily quizás iba a retroceder en su desarrollo y tendría alguna secuela del secuestro; si para un adulto es traumante, para una pequeña niña de tan solo seis años el panorama no sería mucho mejor, para la pequeña Mily fueron tres largas semanas de interminables pesadillas. —Claro que si mi princesa hermosa, está noche y todas las que quieras dormiremos juntas mi niña
Tenía más de quince minutos jugando con el cereal, su mirada estaba perdida en las hojuelas casi desechas por la leche. —Selene. —Llamé tomando asiento junto a la jovencita abstraida. —Si —respondió ella sin quitar la vista del tazón de cereal remojado. —Solecito hija, ¿qué te pasa?—No es nada mamá. —Dijo la chiquilla cabizbaja. Sabía que por esa cabeza pelirroja algo pasaba, no quería presionarla era mi niña, aunque no salió de mi, no importaba sabía cuando algo le afligía. —Mamá no iremos al paseo del lago, todos mis amigos irán, incluso tío Cole y la tía Angie estarán ahí. Ya entendía la cara larga de mi Solecito, lastimosamente no podíamos ir, yo tenía mucho trabajo además hace poco me había convertido en profesora en la universidad estatal y Helios también estaba igual de ocupado. —Selene, hija ya habíamos hablado de esto, tú eres una niña muy razonable además tu padre y yo prometimos compensarte a ti y a tus hermanos. —Ya no importa. La adolescente se levantó de la me