—¡Cariño! —Matt llama a la puerta y abro de inmediato.—Me estaba poniendo algo decente. —Me encojo de hombros.—Adoro cómo te quedan mis camisas, ¿por qué te la quitaste? —Sonríe y deposita un beso sobre mis labios—. Te ves mejor hoy.—Eso creo... —Me acomodo un mechón de cabello y beso su mejilla.—Derek está abajo, vino con las niñas. —Me mira dudoso y con un semblante preocupado—. Si no quieres verlos aún se lo diré y...—Está bien, está bien. —Agito las manos y asiento—. Yo quiero conocerlos, lo he deseado desde hace tiempo.Él sonríe.—Eres muy fuerte, mi hermosa.Pone un brazo sobre mis hombros y caminamos así, abrazados. Por fortuna también soy alta y puedo abrazarlo sin tener que empinarme.—Buenos días... —Me aclaro la garganta.Miro hacia el frente, rápidamente ubico a un hombre, una chica y una linda bebé que balbucea. Un poco nerviosa me acerco a ellos. El hombre que ahora sé que es Derek, no aparta su mirada de la mía, sus ojos se ven enrojecidos y espabila en reiteradas
Sonríe de lado.—Muy bien, me parece una buena idea. —Con su mano aprieta mi cadera y me atrae hacia él, ladea la cabeza mientras observa mis piernas. Arquea una ceja—. ¿No te he dicho lo preciosa que te ves hoy?—No, pero mi padre ya me lo dijo, así que estoy satisfecha con ese cumplido.Acaricio la piel de su cintura y sonrío traviesa.—Qué grosera eres... —Finge una mala mirada—. Me alegro por ti, de verdad tienes una familia que te ama.—Y eso me hace muy feliz. Aún me siento sorprendida, algo emocionada. No me lo esperaba nunca, jamás lo pensé en realidad —sonrío y me levanto de la cama.—Te ha cambiado el semblante.—Hmmm... Eso creo... —No encuentro la hoja que puse sobre la mesita—. ¿No has visto una hoja doblada? Es gruesa... ¡Oh, aquí está!La tomo y desdoblo, pero me llevo la sorpresa que es una ecografía. En ella hay un collage de seis fotos que muestra un pequeño punto e información relacionada con un embarazo.El estudio lleva mi nombre y datos personales.—¿Qué signific
Nos sentamos todos juntos para hablar y escuchar atentamente toda la historia, mis padres me cuentan las travesuras que hacía cuando era una niña junto a Jessie, quien me cuenta que solo recuerda algunas cosas de mí.—Pero después llegó esa desgraciada. —Mi madre empuña las manos y solloza—. Cuando saliste de la escuela te raptó y jamás volvimos a saber de ti. Con el pasar de los años la policía te dio por muerta y tuvimos que aceptarlo...Exhalo con pesadez y asiento, comprendiendo todo ahora.—Por fortuna tenemos vídeos y fotos tuyas de cuando eras una bebé y también niña. Todos los días nos contentamos con eso, te sentíamos cerca, pero también nos hacíamos daño. —Derek asiente despacio y suspira.Apenas sus miradas se cruzan comprendo que se aman, se aman con locura. Es increíble ver cómo los sentimientos y emociones desbordan en ellos con tan solo verse.—¿Quieres ver las fotos? —Jessie propone.Toca mi hombro y asiento un tanto nerviosa por lo que estoy a punto de conocer: mi pas
—Está bien... —Toma su bolígrafo para firmar unos documentos que he dejado sobre el escritorio ayer por la tarde.No comprendo su actitud, me pregunto si acaso estará celoso o molesto porque ya había quedado con mis hermanas, o porque la mayor parte de mi tiempo libre la invierto en mi familia. Quizá se siente algo desplazado, debo recompensar el tiempo.Mi teléfono suena en el escritorio y tomo la llamada de inmediato. Es la recepcionista, me informa que Gema Blackwell ha llegado.—La señora Blackwell ya está aquí. —Le informo.Él solamente asiente en silencio. Al ver su rara actitud también me quedo en silencio y salgo de la oficina para recibir a la mujer en la entrada.—Buenos días, el señor De Vineyard la espera.—Buenos días linda.Gema me saluda con una gran sonrisa y un movimiento de cabeza.Abro la puerta y permito que pase a la mesa donde Matthew ya se encuentra sentado. De inmediato conecto la laptop al cable usb y enciendo el reproductor de video, dejo la carpeta con el co
—Recordé cuando te tuve. —Se ríe—. Tenía quince años y me estabas volviendo loca, y ni se diga a tu padre, que apenas comenzaba a llevar el mando de la constructora que sus papás le dejaron a cargo.Río también. Eran muy jóvenes para tener una hija.—Eran demasiado jóvenes.—E inmaduros... ¡Nuestra casa era un desastre al igual que mi torpe Alemán! Hablaba terrible y nadie me comprendía, ni siquiera Derek, que era el que me enseñaba. —Se lleva la mano a la boca y ríe a carcajadas.Raquel llega de repente y nos vamos juntas a la habitación de Jessie. Mis padres se quedaron jugando junto a Audrey, quien hoy no ha parado de balbucear y gritar. Vemos una de esas películas con temática de fin del mundo, las favoritas de Jessie.De nuevo he caído en esos raros antojos de comer chucherías sin explicación. Después de ver la película y con el estómago a casi reventar, llevamos a Audrey a pasear al parque residencial. Mientras caminamos me quedo pensativa, creo que es cierto que estoy descuidan
—Apenas despierte me pondré guapa para ti. —Me acomodo en la cama y lo miro de forma juguetona.—Por ahora me voy, regreso a eso de las siete. Te amo.—Y yo a ti...Deposita un beso sobre mis labios y me observa por un momento antes de quedarme dormida.Despierto varias horas más tarde, por lo que me siento bastante mejor y con mucha hambre. Meriendo algo ligero mientras hablo con mis padres y hermana sobre lo ocurrido en la mañana, les comento un poco acerca de mi agotamiento, solo eso. Voy hacia mi habitación y me ducho, después me pongo un pantalón de mezclilla ajustado, el cual se adhiere a mi figura. Lo acompaño con una blusa sencilla de tirantes que deja a la vista mis senos rebeldes.Precisamente a las siete en punto de la noche veo el auto de Matthew estacionarse en la entrada. Me despido de todos y salgo rápidamente entre halagos y cumplidos de mi padre, quien bromea diciendo que debería ser modelo. Mi prometido sale del auto, y con total caballerosidad me abre la puerta. Tom
—Es precioso, eres un romántico empedernido.Deposito un beso en su mejilla, pero él acaricia intensamente el borde de mi pantalón, a la altura de mi pelvis. Suelto un suspiro pesado, debido a la sensación que me invade y humedece mi sexo.—Estoy hambriento... —susurra sobre la piel de mi cuello, mientras parece olfatearme.Y es que aquello me enloquece.—¿Hmm? —Creo no haber escuchado bien lo que dijo. Me aparto un poco para mirarlo a los ojos—. Pero si aquí no hay comida.Trato de tomarle la nuca para acercarlo a mis labios de nuevo, pero entonces agarra mi mano y se la lleva a la boca, para chupar mi dedo índice con una erótica parsimonia, atrapando mi mirada en la suya; tan penetrante, tan intimidante. Me quedo embelesada mirándolo con atención, sintiendo cómo mi cuerpo emana calor. Me encuentro fantaseando ahora con su lengua.—Quiero comerte a ti —musita por lo bajo.Me muerdo el labio inferior y aprieto los muslos al sentir su cálido aliento rozar mi mejilla, junto a sus calien
—Buenos días... —Me susurra al oído con la voz ronca y despierto casi de inmediato con una sonrisa en los labios.—Buenos días —respondo.Atraigo su cuerpo desnudo hacia mi pecho y rodeo su cintura con mi brazo. Ella roza mi vientre con sus dedos.—¿Hacemos el almuerzo juntos? Se nos hizo casi medio día. —Suelta una risita traviesa.—Claro. —Me aclaro la garganta—. Te ves radiante hoy, mi hermosa.Me mira y puedo ver el sonrojo en sus mejillas, bate sus largas pestañas con bastante ánimo.—Gracias. —Deposita un beso en mi pecho, robándome una sonrisa.—¡Arriba!Me levanto rápidamente y la cargo entre mis brazos. Ella no protesta, solo se queda en silencio observando mi rostro con una tierna sonrisa. Subo las escaleras que llevan a la habitación y camino hacia el cuarto de baño para terminar de quitarnos la pereza.—Eres hermoso. —Acaricia mi quijada con su dedo índice, mientras que el agua tibia resbala sobre nuestros cuerpos.Me pierdo en el color de sus profundos ojos azules.—Aquí