PUNTO DE VISTA DE SHARON

"Gracias, gracias", les sonreí a los dos.

La mujer sonrió. "Esta reunión era absolutamente necesaria. Me alegro de que pudiéramos repasarlo todo".

"Sí", intervino cortésmente el hombre. "Ahora solo tenemos que ponernos a trabajar".

"Exacto", dije, contenta de que por fin pudiéramos reunirnos.

Eran clientes nuevos y, desde que se pusieron en contacto con la empresa, fue difícil programar una reunión, ya que alguno de los dos estaba ocupado o fuera del país.

Por fin encontramos un punto en común y nos reunimos.

Cuando salimos del restaurante donde nos habíamos reunido brevemente, me giré hacia ellos. "Esto fue muy hermoso. Estoy ansiosa por trabajar con ustedes".

"Lo mismo digo", dijeron al mismo tiempo, luego nos dimos la mano y cada uno siguió su camino.

Mi sonrisa seguía en mi cara cuando abrí mi coche y entré.

Coloqué mi bolso y las carpetas en el asiento del copiloto y me abroché el cinturón de seguridad.

Durante unos segundos, me quedé sentada en