PUNTO DE VISTA DE ANASTASIA

Terminé de comprar muy tarde. Había un montón de cosas que necesitaba comprar y el tiempo que se suponía que tenía que utilizar para conseguir algunas de ellas, mis excompañeras me ayudaron con éxito a malgastarlo.

Llevé el carrito hasta la caja y hice la fila.

Pocos minutos después, llegó mi turno. Vi cómo la cajera escaneaba eficientemente el código de barras de cada artículo. Luego leyó el precio total de mis compras con una sonrisa.

Le entregué mi tarjeta y la pasó rápidamente por la máquina. Me dio la tarjeta, recogió mis cosas y me las entregó.

"Gracias", le dije mientras me daba la vuelta y me iba.

Media hora más tarde, estaba abriendo la puerta principal de la casa.

Lo llevé todo a la cocina y empecé a ordenarlo. De vez en cuando, recordaba el incidente del supermercado y me preguntaba, por enésima vez, cómo lo sabían todo. Aunque estuviéramos en contacto todo este tiempo, esas cosas que ellas sabían eran detalles que yo nunca compartiría con