Mario se rio mientras lo miraba.— No hay forma de que te deje pasar esta. Si no quieres beber, entonces quédate ahí quietico.Diego no quería perder el tiempo discutiendo con él, así que le lanzó un puñetazo a la cara aprovechando su descuido. Mario no esperaba que Diego lo atacara a traición y recibió el golpe en plena narizota.— No se pega en la cara carajo, ¿no lo sabes? —Mario siseó de dolor, escupiendo un poco.—Soy tu hermano mayor y ya olvidare esto. La próxima vez que te atrevas a tocarme la cara, te lo haré pagar.—¿Mayor? —Diego se rio. —Tú, un traidor que ha deshonrado a quien tan bien lo ha instruido, ¿cómo puedes llamarte hermano mayor?—No entiendes de eso aún. Pero ya algún día lo comprenderás. — Dijo Mario con voz tranquila mientras lo miraba. —Ahora no quiero perder el tiempo hablando contigo, ¡quítate del medio! — Dijo Diego con el rostro sombrío.Mario se quedó en silencio unos segundos y de repente se apartó, dejándole el camino libre a Diego. Diego miró rápidame
Isabela se tensó, ya que sabía muy bien que si se acercaba a él no habría nada bueno. A lo que dijo: —Me mareo cuando subo a cualquier auto, aquí estoy más cómoda.Pero apenas terminó de hablar, Matías la atrajo hacia él. Y la levantó por las caderas, haciéndola caer sobre sus piernas. Isabela se vio obligada a estar cara a cara con él.—Matías, bájame ahora mismo — dijo Isabela.—No te muevas — respondió Matías con un tono inusualmente cansado.Isabela permaneció rígida mientras él la abrazo durante todo el camino. Al bajar del auto, el Isabela estaba entumecida, y sus piernas temblaban mientras caminaba. Con un leve grito de victoria, Matías la llevó en brazos hasta la habitación. Isabela ya había renunciado a luchar, porque sabía que cuanto más resistiera, más Matías la torturaría tal cual desquiciado, así que decidió dejar que él hiciera lo que quisiera con ella. Sin embargo, para sorpresa de Isabela, Matías la dejó en la cama y se marchó. Ella logró dormir bien por una vez en la
Debido a que Isabela y Matías estaban perdidos del planeta tierra durante casi tres días y habían de repente regresado al mismo tiempo, comenzaron a circular rumores en la empresa de que Isabela era la amante secreta de Matías.Cuando regresó a la oficina del presidente, Isabela notó que todos la miraban con desprecio, burla y, sobre todo, gran temor. Temían que Isabela se vengara de ellos, ya que algunos se habían burlado de ella con comentarios sarcásticos y ofensivos en los últimos días.Sin embargo, Isabela nunca pensó en usar a Matías para nada, después de todo, ella misma estaba en una posición que no podía ver la luz del día.¿Qué había en ese tipo de relación que valiera la pena mostrar con orgullo? Isabela continuó ocupada con su trabajo como de costumbre, pero entonces Catalina se acercó. Catalina se encargó de destapar el tema, mirando a Isabela con lágrimas en los ojos y diciendo:—Isabela, dime que no es verdad que estás con el señor Guzmán, ¿verdad dímelo?Catalina lo hiz
Con los ojos llenos de ira, ella se acercó rápidamente para pelearse con Isabela. Las demás, temiendo que la situación se saliera de control y también se vieran involucradas, intentaron detener a Pamela diciéndole:—Pame, déjalo ya. Piensa que solo te ha mordido una perra de la calle, aguanta y ya pasará.Pamela miró a quien la sostenía y soltó una sonrisa malévola. — Claro, como no te golpearon a ti, ¿verdad? ¡Lárgate de aquí!Sofía León se sintió incómoda con el comentario de Pamela. Si no fuera porque ella misma había iniciado el insulto contra Isabela, no habría seguido el ejemplo. Ahora que la situación había escalado, temía que su trabajo estuviera en peligro. Miró a Catalina y dijo: —Catalina, deberías intentar calmar a Pamela. Al fin y al cabo, fue por defenderte que recibió el golpe de la secretaria Mendoza.Catalina le lanzó una mirada de desaprobación a Sofía y luego fingió llorar mientras decía: —Yo... yo... yo no esperaba que las cosas se pusieran así. Solo quería pregun
—Salazar, espero que esto que sucedió hoy sea la primera y última vez — la mirada de Matías se clavó en ella. —En la oficina de gerencia no necesitamos gente que venga aquí solo a sembrar discordia. Si crees que no puedes evitarlo, puedes marcharte por tu cuenta.El rostro de Catalina se puso pálido. No se esperaba que Matías la avergonzara de semejante manera en una situación como esa. Sintiendo las miradas fisgonas de todos sobre ella, ella se sintió como si estuviera ardiendo de vergüenza. Se quedó sin saber qué hacer y solo balbuceó: —Señor Matías, yo...Matías decisión no escuchar sus explicaciones y regresó directamente a su oficina. Después de que él se fue, Catalina pudo sentir claramente cómo cambiaban las miradas de todos a su alrededor. Esas mismos eran quienes habían sobresalido entre muchas solicitantes, cada una se suponía tenían altas capacidades intelectuales y académicas, pero eran chismosas y juzgonas.Pero ahora que Matías había expuesto sin piedad las intenciones d
Camila se rio y le pidió disculpas: —Esa fue solo una decisión de última hora, por lo que no se lo dije a nadie.Isabela finalmente la dejó en paz, y ambas volvieron a sus ocupaciones. Después de salir del Grupo Guzmán, Catalina llamó directamente a Felipe para citarlo en su lugar habitual esa noche. Felipe, al recibir la llamada, recordó lo seductora que era Catalina en la cama, así que no quiso esperar hasta las nueve de la noche.—A las siete, ni un minuto más ni uno menos.Catalina, que en ese momento necesitaba algo de él, tuvo que contener su enfado y aceptar. A las seis de la tarde, Catalina todavía estaba en la casa de su familia acompañando a su abuelo y a padres en la cena, cuando el celular no dejó de timbrar. Su abuelo dejó los cubiertos y la miro con cariño. —Catalina, ¿es Matías quien te llama? Ve a contestar mija, no lo hagas esperar.— Abue. — Catalina sonrió a su abuelo y le dijo dulcemente, tomó el celular y se fue a su habitación.—¡Quedamos a las siete! ¿Por qué
—Pásale.Al escucharle, el mayordomo abrió la puerta y entró, llevando un documento.Lo colocó sobre el escritorio. Rafael le echó un vistazo rápidamente y luego le indicó al mayordomo que saliera. Después de que el mayordomo se fue, Rafael abrió el sobre. Dentro estaba el informe de prueba de DNA de Rafael y Catalina Salazar, en el que claramente se indicaba que no eran padre e hija biológicos.Rafael se estremeció, entonces al final Catalina no era realmente su hija biológica. Cuando Catalina fue secuestrada y luego examinada en el hospital, Rafael vio que el tipo de sangre de Catalina era B positivo. Sin embargo, recordaba que el tipo de sangre de su hija era RH negativo. En ese momento, pensó que el hospital había cometido un error, pero después de preguntar al médico, la respuesta seguía siendo B positivo.Rafael decidió mantener la precaución y llevó unos cabellos de Catalina, que había recogido de su cama, junto con los suyos, al centro de pruebas. No esperaba que el resultado c
Catalina pensó que, en lugar de dejar que Felipe la amenazara, sería mejor darle algunos “privilegios” sobre ella y convertirlo en un amigo con “derechos”. De esa manera, no solo podría hacer que él trabajara para ella, sino también que la ayudara a aliviar su soledad y apagara sus ganas cuando lo necesitara.Después de todo, cuando estaba por fuera del país, esos tipos de allí eran solo apariencia y nada de sustancia, nada comparado con Felipe. Pensando en eso, a Catalina le volvió a entrar el ánimo. Se dio la vuelta y se dispuso a cabalgar sobre Felipe, con una expresión de éxtasis, cabalgo con más fuerza.Felipe la adoraba en esa actitud desenfrenada y, en un instante, tomó el control y comenzó a moverse intensamente. Una hora después, ambos soltaron un gemido de satisfacción. Catalina, aun jadeando, dijo: — Hazme un favor.Debido a la experiencia anterior, esta vez Felipe tomó en serio la solicitud de Catalina y serio le respondió: — Dime qué favor.Catalina no tuvo tiempo de res