Capítulo112
Miguel soltó una risa al presenciar el intercambio tan afectuoso que había entre madre e hija. Al posar su mirada en Isabela, sus ojos destellaron con un brillo lujurioso.

—Le he hecho el amor a innumerables mujeres, pero nunca a ti—declaró Miguel sin dar tanto rodeo—. Se rumora que eres la amante de alguien, seguro ya estás bien experimentada. Hoy pienso darme ese placer, y tal vez hasta te conceda una muerte rápida.

Isabela lo miró, reprimiendo con repugnancia, y respondió con una enorme sonrisa siniestra:

—Eso si logras salirte con la tuya.

—Vaya, qué lengua tan afilada. Me agradan así, es más entretenido doblegarlas —Miguel se excitaba progresivamente con sus propias palabras.

Renata, preocupada por la salud de Isabela, se puso delante de ella para protegerla y le dijo furiosa a Miguel:

—¡Triple hijo de puta! ¿Cómo es que no te moriste en la cárcel?

—¡Si una perra como tú sigue viva, cómo iba a morirme yo! —exclamó Miguel, abalanzándose un poco sobre Renata para apartarla de un sol
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo