Cuando Ashley se quedó dormida, Austin continuaba despierto, es por eso que él se levantó de la cama para ir a la sala a sentarse y pensar con mayor detalle lo que iba hacer. El reloj que tenia frente a él en la pared marcaban las tres de la mañana, y el rubio sintiéndose como si fueran las tres de la tarde, fue a su oficina para buscar entre sus archivos parte de los delitos que había investigado sobre Brandon Lewis sobre los últimos diez años. Austin tenía en sus manos tantos crímenes cometidos por el padre de Ashley durante esa década, que no sabía cuál escoger primero para comenzar a hundirlo.

El rubio no sabía si irse por un escándalo de malversación, fraude, engaño, o el peor de todos: de asesinato. Su plan original era destapar toda la olla durante un solo mes, sin embargo él deseaba c