Ese mismo día en horas de la noche:
Austin y Ashley se encontraban en el antiguo pent-house del rubio que ahora le pertenecía a la joven asiática, sin embargo no estaban, juntos porque de repente la unión entre ellos se había tornado demasiado incómoda porque Ashley sin querer, se sentía culpable por lo que Austin había pasado por culpa de su padre, ya que ella no dejaba de pensar en la pesadilla tan horrible que vivió el rubio a causa de la ambición de su progenitor, es por esa razón que, aunque ella no deseaba separarse de él, tampoco quería estar cerca. En pocas palabras, ya todo se sentía extraño, y Ashley sabía que en algún momento tenían que poner las cartas sobre la mesa y aclarar que sería de ellos de ahora en adelante.
«Lo haré ahora mismo »dice Ashley levantándose del sofá, para ir hacia la habitación donde se encontraba Austin, sin embargo, en ese mismo instante tocan el timbre.
Ay! las cosas de están poniendo feas...
El golpe que había recibido Ashley bastó para dejarla viendo estrellas. Y ella mientras estaba aturdida, en el suelo, sintió como Steven la sujetó mientras verificaba el daño que Austin había causado. El rubio observaba la situación, pero en ese momento se encontraba ido en sus pensamientos, ya que en un mismo día había dejado que las emociones lo dominaran en dos ocasiones. Normalmente eso no sucedía, él siempre se había contenido, porque él era un experto ocultando y guardando sus sentimientos, sin embargo últimamente no estaba actuando como se supone debía ser, quizás todo el tema de la venganza que se encontraba en un punto avanzado, y de estar enamorado de la hija del asesino de su familia, lo estaban comenzando a desquebrajar, sacando toda esa rabia acumulada que desde hace más de una década él tenia compri
Al día siguiente en horas de la tarde:Habían transcurrido exactamente veinticuatro horas desde que Austin había decidido separarse de Ashley por todo lo que había ocurrido anteriormente, sin embargo durante todo el día, el rubio no se había podido concentrar por solamente pensar en Ashley a cada segundo, deseaba llamarla pero sabia que no podía hacerlo, quería escribirle pero no se atrevía, su desenfoque era tanto, que el rubio no había comido durante todo el día, y por primera vez en los trece años que tenía siendo un empresario, se quedó sin palabras durante una reunión. Él secretario Daniel y el resto de su equipo de trabajo se pudo dar cuenta, como el CEO Austin Collins había ido a la oficina con el rostro magullado, y completamente desorientado, todos comenzaban a pensar que las cosas no estaban bien, es por eso que Daniel decidió p
Después que Ashley y Austin hicieron el amor, la pareja se quedó en el sofá, abrazados por quizás una hora sin decir una sola palabra. Austin simplemente acariciaba y besaba suavemente a la pelinegra mientras ella hacia exactamente lo mismo con él, mientras tocaba sus brazos sintiendo esas cicatrices cubiertas con tatuajes.—¿Austin, como te heriste así? —pregunta Ashley, sosteniendo uno de los brazos de Austin para colocarlo alrededor de su cuello y así él la abrazara.—Fueron de muchas formas… —comenta Austin pensando que ya no tenia sentido tener secretos con ella — las heridas de mis brazos fueron en accidentes cuando trabajaba en un barco pesquero. Me lastimaba con las cuerdas, o cuando lanzaba mal los anzuelos, estos eran enormes y filosos. En aquella época era un mocoso bastante inútil —comenta Austin r
En la mañana siguiente el primero en despertar fue Austin. Como siempre ocurría todas las mañanas, abrió sus ojos abruptamente sintiendo ese clásico desasosiego que le causaban sus pesadillas, cuando recordaba una vez más la escena de su hermana siendo asesinada, ya que esa fue la muerte que más daño causó en él, más que la de su padre. Quizás como dijo Ashley, ya era momento que buscara a un terapeuta porque ahora, más que nunca él no deseaba continuar teniendo esas pesadillas, ¿Cómo sería despertar un día en paz?, pensaba el rubio volteándose para ver a Ashley la cual ahora dormía plácidamente a su lado. De inmediato, por tan solo ver el rostro de la joven él sintió paz, es por eso que el hombre con una mínima sonrisa, se acercó a ella dándole un beso en su frente mientras pensaba: «Te amo… »dijo Austin sabiendo que él nunca se había confesado con Ashley, sin embargo en algún momento tenía pensado hacerlo. Así de esa forma, él se levan
Cuando Austin salió del hospital, se dirigió de inmediato al pent-house porque deseaba reunirse con Ashley, porque había decidido ir con ella a cualquier parte del mundo que ella deseara y así despejar su mente un poco al lado de la pelinegra. No quiso llamarla porque él asumía que la joven todavía seguía durmiendo.Sin embargo, Ashley ya se encontraba despierta, y ella en ese instante se encontraba con Steven quien había sido el que la despertó de su sueño, porque se sentía preocupado por ella, cuando el hombre no tenia ni la mas remota idea que Austin había pasado toda la noche con Ashley y ella por supuesto, no le iba a decir nada, solo esperaba que el rubio no se apareciera de la nada en la casa, ya que cuando él se fue le dijo algo que ella actualmente no recordaba.«Si le escribo en este momento Steven me va a preguntar
Al día siguiente, Austin y Ashley se encontraban en el aeropuerto, ya que tenían el destino para la “escapada de fin de semana” que el rubio había decidido realizar con la joven asiática para desestresarse por todo el drama que habían vivido en los últimos días. Ashley había escogido ir a Saint Tropez, una zona costera del sureste de Francia. En ese instante la pareja estaba abordando el jet privado del rubio, mientras un par de trabajadores los ayudaban con el equipaje, y los miembros de la tripulación como lo era la azafata y el piloto se acercaban a ellos para saludarlos diciendo que llegarían en un lapso de seis horas. Cuando despegaron, Ashley se sentía emocionada porque era la primera vez que iría a Francia, y además era su primera vez en un jet privado. En momentos como esos, Ashley se preguntaba: ¿Qué tan millonario era Austin?, ella sabía que tenía varias empresas, pero realmente no sabía exactamente la cantida
Luego de haber intimado minutos atrás, Ashley y Austin se encontraban dentro de la tina llena de espumas. Ashley se encontraba recostada en medio de las piernas de Austin, el cual la cubría completamente con su cuerpo como si fuera una manta, y la joven permitía que el rubio le lavara su cabello mientras hablaban temas mas normales de sus vidas, como por ejemplo, en ese momento ella descubrió que el color favorito del rubio era el color azul, y que su serie favorita de niños eran los power Rangers. Saber esos pequeños detalles acerca de Austin alegraban mucho a la pelinegra porque así poco a poco iba conociendo mas a su amor, el cual desde que lo conoció era un misterio, sin embargo, ese hombre cerrado y callado lentamente estaba quedando en el pasado.—No tienes que decirme tu color favorito, ya se cual es —dice Austin con una pequeña sonrisa, mien
Después de haber tenido aquella discusión, Ashley y Austin fueron a la habitación para descansar. Sin embargo, la única persona que logró conciliar el sueño fue la pelinegra, ya que ella al instante que se acostaron en la cama cayó rendida en cuestión de minutos. Por otra parte, Austin se mantuvo despierto el resto de la noche atendiendo cosas de trabajo, respondiendo mensajes, revisando contratos entre otras cosas porque él no lograba dormir, principalmente porque lo único que pasaba por su mente era en imaginarse un futuro con Ashley, algo que él jamás había pensado hasta ahora.Cuando regresó nuevamente a la cama, observó a la joven dormir plácidamente mientras que Austin se acostó a su lado acercándose a ella mientras se arropaba. De esa manera él cerró sus ojos para disponerse a dormir.<