Otra vez esa sombra cruza por sus ojos.
—El no va a molestarte. — me dice. — ya no más.
—¿Qué le hiciste?
—La policía se está encargando. Yo quise hacerle mas de lo que hice. — Aseveró y noto en sus ojos que es así. —él quiso aprovecharse de ti. No merece estar respirando. De no haber sido porque la policía llegó, te juro que…
—¿La policía? — siento que mis pies casi no me sostienen. —¿La policía está involucrada en esto?
El se acerca a mí y sacudiendo mi cabeza le detengo. Necesito espacio, cuando el está tan cerca de mi, no puedo coordinar mis ideas. Su perfume me envuelve, el olor del aftershave mesclado con su aroma natural, me hace perder el control y pensar solo en meterme en la cama con él.
Pero ahora
Llamé desde que iba en el carro con el chófer. Aunque quería creerle a lo que él me había dicho de que él había hablado con mi madre la noche anterior antes de llevarme a su departamento, la verdad es que era incertidumbre. Estaba pudiendo con mi sistema nervioso. Y por eso decidí llamarla y preguntarle, avisarle que iba de camino y que me disculpara, pero todas mis palabras murieron cuando ella respondió tranquila.Ahora solamente esperaba que esa tranquilidad no fuera solo por teléfono, sino también personal. Mientras tuvo las escaleras hasta el tercer piso. Lo único que puedo pensar es que aquí era tan cerrado. Hay algo que está sucediendo. Mi madre no es una inocente corderito. Ella no va a confiar en Ernest, no así como así de un día para otro. No después de que lo maldijo una y mil veces cuando supo que su madre había i
El vestido que traigo puesto me llega hasta los tobillos. Es un vestido un poco flojo que me queda amplio pero cómodo. Me coloque uno zarcillos de color rojo y combinados con los zapatos del mismo tono, le dan un poco de realce al opaco del color gris del vestido. Recogí el cabello en una cola alta con un par de horquillas de color dorado que se confunden con el rubio de mi cabello.Observo a mi madre mientras la preocupación va en aumento, me siento a su lado en el borde de la cama y veo que. Está cabizbaja mirando los zapatos que lleva puesto.Mi madre se ha esforzado hoy luciendo un pantalón negro largo estilo Palazzo y una blusa de mangas largas de color verde, que hacen buen contraste con sus ojos.—Dilo de una vez. —Si sigo esperando por ella terminaré tirándome de los cabellos y caminando por el techo. —¿Qué es lo que tanto te tortura? &iq
Desde el día anterior que le pedí que se fuera de la oficina, no veía a Vicky. Por su bien era mejor mantenerla al margen de todo. Que ella no se viese involucrada en nada mas profundo de lo necesario.La familia Hossen y la Domert están teniendo inconvenientes que ninguna persona externa le conviene estar presente para no verse embarrada de sus mierdas.Yo mismo temo por mi padre y mi madre.Aunque ellos se han mantenido al margen de todo con este aprestamiento de Crisstoff Hossen, mi padre me ha dejado clara su posición.—Procura no mezclarte mas de lo necesario. — Me dijo mi padre esa misma noche cuando le llamé desde el hospital. Entendía que debía saber por mi que su hermano estaba bajo custodia policial.—Lo sé, papá. —No. No tienes idea de lo que mi hermano es capaz. —¿De que
—¿A dónde vas? — mi madre se acerca a mí de inmediato desde que ve que salgo de la habitación. Gert Román aún está aquí y Francheska está con él.Neny no.Al menos una de mis dos hermanas está siendo consciente.O quizá es solo por alejarse de Timotheo.Pretendo hablar bien serio con Neny. No creo que le convenga salir con Tim. Es un hombre muy maduro para ella.—¿Aun aquí? — Inquiero mirándole a los ojos. —¿No tienes ningún otro lugar en el cual te necesiten para luego abandonarlos?—¡Vicky! — exclama mi madre con los ojos llenos de lagrimas y me odio por tener que ser yo quien le haga poner los pies en la tierra.Pero alguien tiene que hacerlo.Al parecer ella ha perdido la noción de las cosas. Está sin rumbo.—Fue otra f
El silencio del lugar me abruma. Es como estar en lo mas bajo del inframundo. Siento los ojos encima de mi, las miradas de las personas detrás de las rejas. Son apenas unas seis celdas, no hay tantos presos, no hay muchos hombres aquí. Al parecer es una de las comisarias con menos delincuentes.Delincuente.A esto ha llegado Malcom con su obsesión.—Quédese aquí. — me pide la oficial y yo acato la orden de inmediato.Unos minutos después de dejarme frente a una columna de color blanco, tomo asiento en uno de los bancos de metal con asiento negro en leather.Huele a alcohol, hedor a suciedad y no sé qué más.Con el embarazo los aromas y hedores se han intensificados, como si esto fuese un super poder.—¿Qué diablos haces? — pregunta Timotheo y me levanto rápidamente del banco.—¿Qué-que ha
Horas antes. Casa de los Domert. La decisión está tomada.No puedo casarme con Priscila, no puedo hacerlo cuando amo a otra mujer. No es justo para ella que no ha hecho más que intentar cumplir con los deseos retorcidos de su padre.Tengo sensación de náuseas y cierro los ojos. Dejo las manos sobre el guía del carro, estoy estacionado justo frente a la gran mansión de los Domert en las afueras de la ciudad.Había tomado la decisión correcta cuando esta misma tarde, después de Vicky irse, le marqué a Domert para decirle que iría a su casa a verle.Tengo desde el día anterior sin hablar con Timotheo, y la verdad es que con la decisión que tomé esta tarde, después de haberme pasado el día con Vicky, después de vo
—No seas caprichosa. Priscila, hemos hablado de esto durante todo un mes. El tiempo ha llegado, tienes que casarte con Ernest. —Me siento un intruso viendo cómo ambos discuten sin siquiera tomarme en cuenta.Me dedico a observar el lugar mientras padre e hija se lanzan toda clase de cosas a la cara y Roll, sin levantar la voz, sin gritarle a su hija, deja bastante claro su punto de no cancelar el compromiso.Justo cuando creo que debo intervenir, las puertas de la casa vuelven a abrirse y por ellas atraviesa una mujer vestida elegante, con un vestido que le llega hasta las rodillas de color blanco y un sombrero de ala ancha de playa.—¡Mamá! ¡Estás de vuelta!Hacía mucho tiempo que yo no veía a la madre de Priscila, me la topé en un par de reuniones en la inmobiliaria, pero es un rostro muy similar a casi todas las mujeres que son esposas de magnates y empresarios, due&n
Capitulo 81: Enfrentarse. —¿Qué buscas aquí? —Pregunta la mujer nada más ver a Timotheo frente a ella. Habíamos llegado a su puerta en silencio, no pude decir nada más mientras las palabras retumbaban en mi cabeza.Esa mujer se acostó con el tío de Timotheo.¿Qué mujer puede hacer eso?Es que no es solo una infidelidad, es pasar la línea.Hay una línea un poco fina entre una infidelidad y acostarse con alguien de la familia.Supongo que es una ley intrínseca y transparente que está ahí, aunque no esté firmada. Es como acostarse con el mejor amigo de tu hermana.O con tu ex cuñado.Son cosas que jamás deben de suceder.—¿Fuiste tú, no es así? —Timotheo no se anda por las ramas y contrario a la expresión que él había