Inconformidad.
Esa es la palabra precisa para cómo me siento. Viéndola tan cerca y a la vez tan lejos, observando como de reojo ella me mira y no se atreve a acercarse a mí. Quizás porque está dolida o a lo mejor porque está intentando sacarme de su vida.
Pero yo no quiero que lo haga, no deseo que me saque de su vida, necesito estar en ella, necesito demostrarle lo más urgente posible, que soy todo lo que ella necesita.
Pero mi vida está hecha una mierda ahora mismo.
—Tranquilo. —Mi madre toma mi mano mientras observo cómo mis dedos temblorosos se envuelven entre los de ella finos y delicados. —Aguanta, por lo menos a que terminen de enterrar a tu padre para que puedas ir a verla.
—Siento que se me escapa de los dedos. —Le confieso a mi madre.
—No va a ir a ninguna parte. Pero es propio como director de la empresa y sucesor de tu
Capítulo 99: Si la montaña no va a Mahoma. Completa. Así me siento cuando estoy junto a él, cuando él descansa su cabeza junto a la mía, cuando su corazón y el mío laten al unísono con una misma melodía.Disfruta de su respiración junto a la mía y de su aroma al perfume que recuerdo en mi sueños, a su tranquilidad y como me toca.Es un tacto suave, delicado, pero a la vez me hace sentir que está ahí, que esta vez sí está y que no se va a ir.—¿Puedes bajarme, por favor? —Le pregunto con voz queda.—Te bajaré cuando estés en la limosina y los seguros estén puestos.—¿Pretendes secuestrarme? —Le pregunto y una risa nerviosa sale de mi boca.—No te rías, no sabes de lo que soy capaz. —Dice
Capítulo 100: Ya no más dolor. Olvido todo en cuanto a sus labios se unen a los míos. En cuanto a su lengua, danza junto a la mía. No puedo pensar con claridad. No puedo pensar que estamos en una limusina con los vidrios tintados y que estamos rodeados de personas cerca de un cementerio en el funeral del padre del hombre que ahora mismo estoy besando. No puedo pensar que cualquiera puede entrar e intentar abrir la puerta o que el chofer va a tocarnos en el cristal porque la madre de Ernest ya desea irse. No puedo pensar que mi hermana anda por allí deambulando, porqué la dejé sola para hablar con Ernest. Tampoco puedo pensar en las probabilidades de que él me esté mintiendo, no puedo pensar en eso, porque quiero confiar a ciegas en él, quiero confiar que lo que tenemos es real y confiar en lo que vi en sus ojos. En esa verdad que está ahí, en sus ojos Almendrados. Así que basta de pensar en todo e
Ella es mía y esta vez no la voy a dejar escapar, no me importa lo que los demás digan, tampoco que estaba en el funeral de mi padre, ni mucho menos que mi madre estaba allí y que me estaba pidiendo mantener las distancias.Ella podía pedirme lo que quisiera, menos que me mantenga lejos de Vicky, lejos de esa que quiero y que lleva mi hijo en su vientre. No voy a hacerlo. No puedo hacerlo, es como que me pida que me corte un brazo.Ella es mas que una parte de mi cuerpo, ella es mi corazón.—¿Qué quieres? —Le pregunto a mi primo mientras bajaba el cristal de la ventana junto a mi. —¿No tienes alguna otra pareja que acosa?Mi primo lanza una mirada hacia adentro de la limosina.—Parece que se están divirtiendo. —Dijo, y sonrió, era más que obvio lo que estaba pasando allí. El sonrojo en el rostro de Vicky lo dejaba a entend
Capitulo 102: El apartamento. He caído en la tentación de venir a su apartamento, es sucumbido ante la tentación de estar con él, de escucharle, de hacerle entender que estoy dispuesta a todo por el, que no me importa lo que suceda a nuestro alrededor. Que puede confiar en mí y que yo confiaré en él a ciegas.En lo que Ernest buscaba una taza de té caliente para mí me recuesto en el sofá, subo los pies en el reposabrazos y dejo que mi cabeza descanse un poco. Necesito dejar descansar los ojos unos minutos. Hoy me he levantado terriblemente temprano y casi no he logrado conciliar el sueño en la madrugada.Pero aquí, por alguna razón, sabiendo que el está cerca, me siento segura.Pero al parecer, mis ojos no fueron los únicos que descansaron.Al abrir los ojos me doy cuenta de que Ernest
Capitulo 103: Nos amamos. —Nadie más va a amarte así. Nadie va a tomarte, ningún otro. Eres mía, Vicky Román. Te haré ver las estrellas. —Sus dedos comienzan a acariciar mi sexo. Sus palabras me llenan, me dan tanta paz que me siento enferma de amor.Mi clítoris erecto y grueso, está elevado, hambriento y feliz de la atención que los dedos conocedores de Ernest le prestan.—Uhmm, esto…Ernest… —murmuro. Casi no reconozco mi propia voz.—Eso es, siénteme preciosa…Su voz es como un estimulante. Me cerca y me cautiva.Lo rodeo con mis brazos y lo aprieto contra mí. Separo mis labios aún más y suavemente atraigo su boca, al igual que su lengua para que se adentre más y el placer sea aún más intenso. Él se mueve como me encantaría que
Capítulo 104: Rueda de prensaEl sonido del celular me despierta. Un incesante e irritante sonido que hace que gire la cabeza y me retire del aroma exquisito del cabello rubio de Vicky.—Maldita sea. — farfullo.—Uhmm…—murmura Vicky en sueños.Tomo aún con sueño, con los ojos casi cerrados el celular y el brillo de la pantalla me deja casi ciego.Veo el nombre de mi primo en la pantalla y sé que es importante, pero el sueño me impide darle la importancia que merece, la que amerita.Parpadeo un par de veces intentando que mis ojos se acostumbren al brillo molesto del celular.—Demonios.Poco a poco mi cerebro va despertándose y mis ojos abriéndose un poco más acostumbrados al brillo del celular, descubro que la llamada se ha caído, dejo el celular sobre la mesita de noche y con lentitud, saco de mi br
¿Qué se supone que haga ahora?¿Como hago para que se vaya el dolor de mi pecho?como dejo de hiperventilar?¿cómo me mantengo en pie firme cuando todo se está derrumbando en mi alrededor?¿Cómo hago para evitar que las lágrimas bajen de mis ojos mientras la vida que siempre he tenido y la que he deseado se desvanece frente a mí?Rodrigo, ese chico tranquilo de mí misma edad, ese que ha estado a mi alrededor desde que tengo uso de razón. Ese chico con el cual me sonreía a escondidas de mis padres cada vez que tenía la oportunidad de verle. Ese que de adolescente soñaba con que me pidiera ser su novia; Ese que ahora me muestra su verdadero rostro, sin careta, sin bajar la mirada, observo como me mira, como si él se hubiese ganado la lotería, como si me estuviera arrebatando lo que me pert
Capitulo 106: La otra mitad. Pena y tristeza. Eso es lo que siento por ella. Quizás tengo un inicio, no fue así, es muy probable que le hubiese deseado todo el mal posible después de saber cómo se comportaba con los demás empleados, principalmente con Vicky, una mujer embarazada sin que esta le hubiese ocasionado ningún tipo de inconveniente. Pero, ella si las arreglaba para estar en el momento preciso para ofender a los demás. Era una niña rica, mimada, acostumbrada a que todo se hiciera a su forma, aunque ahora comienzo a darme cuenta de que solo es una mujer que está rota por dentro, que la vida le ha dado un golpe tras otro y de repente, todo se derrumba frente a ella. Es por esto que no puedo dejarla sola, que no puedo permitir que este desgraciado arruine todo a su paso. —¿De qué estás hablando? —Susurra ella. La pregunta vuelve a salir de los labios de Priscila, y siento pena por ella, es más que