NARRA ALEX.
La música inunda mi ser, la bella chica que me acompañaba estaba más que caliente, no sé ni su nombre, bueno, no lo recuerdo muy bien, solo permanece en mí el sentir su suave aliento en mi oído cuando lo susurro para mí, no estoy seguro ni de su edad, pero, algo de lo que estoy completamente seguro es que la quiero llevar a la cama esta noche y por la mirada cómplice que me regala la sensual chica estoy seguro de que ella desea exactamente lo mismo.
La canción se acaba y muchas parejas se separan, y entre esas nosotros hacemos lo mismo, así que tomó la mano de mi chica y nos dirigimos al grupo de nuevo, integrándonos otra vez con los demás chicos, noto que mi Alice está muy entretenida con un gran chico no más alto que yo, pero si lo es considerablemente, cosa que no
- Soy Alice, tengo 17 años, mi color favorito es el negro, me apasiona escribir historias, la literatura, dibujar y leer, pero eso no le importa realmente a nadie ¿no? - dejo de ver a la vieja maestra que se encuentra frente a todos y miro la ventana como si fuera lo más interesante del mundo.Su expresión es exasperada, lo sé sin siquiera ver su rostro directamente, la anciana me conoce gracias a mi mala reputación y al parecer no le agrado mucho por la misma razón, su cabello canoso está perfectamente recogido en una tensa cola de caballo, su cara de tez blanca y cubierta con algunas arrugas demuestra su profundo enojo, sus arrugadas manos estrujan el borde del pesado abrigo marrón de su anticuado atuendo, a pesar de ser una mujer de baja estatura puede llegar a intimidar con sus ojos almendrados, a la mayoría les da miedo, pero a mi no. Esta vieja siempre
Para nuestra mala suerte el camino a la oficina es demasiado corto, el director camina a paso apresurado y alcanzo a notar que se encuentra algo nervioso, aunque logra disimular muy bien, pasamos un pasillo tras otro, no hay escapatoria alguna para nuestro trágico destino, me rio internamente y contemplo el camino, los chicos que se encuentran fuera de sus clases nos miran curiosos, en cambio los maestros nos ven de manera burlona, creo que nunca les he logrado agradar a ninguno en mi corta vida.Después de unos cortos minutos llegamos a la parte más desolada del lugar, antes de llegar a la puerta del despacho se encuentra la secretaria sentada en su escritorio, revisa concentrada unos papeles, tanto que al momento de pasar a su lado no nota nuestra presencia, ni siquiera nota que pasamos a un costado.El hombre habré la puerta con cuidado se detiene en el marco de esta y nos invita con un ademan a pasar de primeras, la estancia es amp
- Puesto que ustedes fueron los dos puntajes más altos de toda la convocatoria, tendremos el honor de que ustedes estudien en nuestras instalaciones con todo pago, la estadía estará garantizada además de la alimentación, seguirán participando del programa en el que se encuentran en este momento – espeta de manera alegre Gregore y yo solo miro a Alex incrédula, estaba tan perdida en mi mente que no lograba procesar lo que acababa de suceder – está de más decir que deben mantener el promedio de las notas que han tenido hasta el momento-.- Felicidades - la gruesa voz de Aaron resuena en la estancia llamando mi atención, y me regala una sonrisa tierna, yo solo desvié la vista al director, quien se acerca a nosotros con dos sobres color gris llenos de papeles y nos entrega uno de estos a cada uno con la felicidad reflejada en su mirada.- Estos son los documentos legales que deber&aacu
La noche de celebración fue una de esas noches para recordar por siempre, Alex y yo desgastamos a más no poder nuestras energías, cantamos, bailamos ¿y por qué no? Obtuvimos una que otra aventura de una sola noche, esta eran de las grandes celebraciones que acostumbramos a tener el mastodonte y yo, inolvidables, la resaca al día siguiente nos cobró cuenta y muy caro, tanto que evito que pudiéramos ir a la escuela ese día, mi madre, como siempre, poco o nada le importo, pero en cambio la madre de Alex se enojó como nunca, "una dama como tú no debe hacer ese tipo de cosas", que gran estupidez, según ella yo como dama debo darme a respetar, no debo propasarme con la bebida, debo mantenerme bajo control, es la estupidez más grande que siempre me dice la señora Sofía, madre de Alex, nunca fui de seguir dichos principios, si los chicos pueden ¿Por qué nosotras las "damas"
Aprieto con fuerza el tubo morado que se encuentra en mis manos temblorosas suspiro nerviosa, el labio inferior me tiembla, mi cuerpo siente una capa fría de sudor demasiado pesada para mi gusto, el pecho me duele y siento una increíble sensación de incomodidad, la cabeza me da vueltas, las ganas de vomitar regresan, me siento pequeña e indefensa, el maldito baño es más grande de lo que pensaba, mis ojos se llenan de lágrimas inevitablemente y una voz en mi cabeza me repite lo mismo una y otra vez "estúpida es tu culpa" trato de gritar, pero de mí no sale nada más que un lastimero gemido, mis pulmones no me dan el aire suficiente y empiezo a abrir la boca en busca de más aire, el cuerpo me pesa y un aturdimiento al que aún no me acostumbro me golpea de repente.Salgo del baño temblando ante la mirada expectante de Alex, no sé específicamente a quien o a qu&eac
La obscuridad de la noche es como un suave manto que cubre el cielo de manera lenta y hasta me atrevo a decir que agonizante, marcando la diferencia del día, llenando todo de misterio y escepticismo, la noche puede llegar a ser buena o mala, cada quien decide como tomarla, algunos huyen de esta, de su maravilloso paisaje, corren a penas esta se alcanza a divisar a la lejanía, y obtienen refugio en lo que consideran hogar, yo en cambio me encontraba caminando tranquila por estas, con mis audífonos puestos escuchando a todo volumen la canción: Seven Years de Lukas Graham, con una pequeña mochila al hombro, llena de ropa y un pijama para una sola noche y algunas botellas de alcohol, las calles no están tan pobladas, pero tampoco es que estuvieran tan desoladas como esperaba, el camino de mi casa a la de Alex no es tan largo, solo me costaban 15 minutos, así que no era un gran tiempo. La conversación con Alex termino bien gra
Desde mi llegada muy pocos niños han querido ser mis amigos, soy la niña rara que viene de otro país, ¿quién va a querer ser amigode la rara?, pero, sorprendentementeel molesto chico de ojos azules llamado Alex quiere ser mi amigo, pero yo no quiero es ¡¡muy molesto!!, siempre está alegre, siempre quiere reíry jugar, siemprees el centro de atención, siempre insiste en que confiéen él, pero ¡no puedo!, no hay nadie en este mundo en el que confiar, o eso siempre dice mi mami, me lo repite mucho.Alex siempre esta tras de mí, cuando la maestra nos manda a hacer grupos o parejas para trabajar él siempre está a mi lado, y no es que tenga muchos más amigos de los que elegir, así que estoy obligada a aceptarlo, en los recreos siempre insiste a jugar conmigo, siempre quiere hablar, pero el únicoque hab
Después de que acabamos la deliciosa comida, nos quedamos hablando un rato más, pero en dado momento notamos el cansancio de Sofia así que nos despedimos de ella con grandes abrazos y besos y nos dirigimos a la habitación de Alex, cada uno con un vaso infantillleno de agua en su mano, con la excusa de que esta era para tomar en medio de la noche, mentirillas piadosas que solemos hacer para beber con libertad, puesto que a Sofia le desagrada bastante el hecho de que bebamos y nos embriaguemos en su propia casa, pero vamos, es mejor estar aquí que en cualquier sitio de mala muerte, por ello lo hacemos a escondidas, lo preferimos a escapar para beber, aunque las consecuencias de ser descubiertos serian aterradoras, Sofia enojada da más que miedo, en lo personal me aterra.- Que gran ingenio lo del agua - su voz refleja burla y una sonrisa ladina se dibuja en sus rostros, toma su agua de un solo sorbo, en cambio yo tomo con m&