- Puesto que ustedes fueron los dos puntajes más altos de toda la convocatoria, tendremos el honor de que ustedes estudien en nuestras instalaciones con todo pago, la estadía estará garantizada además de la alimentación, seguirán participando del programa en el que se encuentran en este momento – espeta de manera alegre Gregore y yo solo miro a Alex incrédula, estaba tan perdida en mi mente que no lograba procesar lo que acababa de suceder – está de más decir que deben mantener el promedio de las notas que han tenido hasta el momento-.
- Felicidades - la gruesa voz de Aaron resuena en la estancia llamando mi atención, y me regala una sonrisa tierna, yo solo desvié la vista al director, quien se acerca a nosotros con dos sobres color gris llenos de papeles y nos entrega uno de estos a cada uno con la felicidad reflejada en su mirada.
- Estos son los documentos legales que deberán llenar sus padres, en estos se especifica que la escuela les proporcionara hospedaje y alimentación totalmente gratis, sus madres solo deberán llenar los permisos necesarios y si todo sale como está programado, ustedes serán trasladados en 2 meses a más tardar, no es mucho papeleo - concluye la explicación de parte del director y este nos regala una sonrisa, sus ojos reflejan orgullo – Si ella no puede llenarlos lo puede hacer algún tutor legal o adulto responsable que este certificado por la escuela de que es conocido de ustedes – añade mirándome discretamente y yo simplemente asiento en respuesta y tomo el mullido sobre aun perdida en mi propia mente, el director está más que enterado de cómo es la situación con mi madre, nos quedamos en un profundo silencio y de manera inevitable los recuerdos me empiezan a invadir de nuevo, como una pequeña nube que me nubla la mente y la vista.
Me encuentro sentada en una de las sillas frente al director, con la mirada en el suelo y mis manos escondidas bajo mis piernas las cuales se mueven de manera incesante, trato de controlarme pero me es imposible, el maldito tic no desaparece, mi madre grita histérica por la estancia, me grita lo mal hija que soy, el error que no debió llegar al mundo, mueve sus manos exasperada y siento uno que otro golpe en medio de su regaño monumental, en medio de ello el director entra y mira de manera reprobatoria a mi madre, él sabe perfectamente la delicada relación que tenemos ella y yo, él suspira y cierra la puerta, ella espera no tan paciente a ver qué es lo que dice el viejo, ni siquiera se toma la libertad de sentarse, solo camina desesperada por la estancia, como un león enjaulado.
- ¡Explíqueme esta maldita situación!, usted es el maldito encargado de nuestros hijos, ¿¡cómo putas paso esto!? - espeta mi madre furiosa, señala al viejo y a mí en repetidas ocasiones, lo alcanzo a ver por el rabillo del ojo, su voz se quiebra, pero es por la ira acumulada.
- Primero que todo, su hija es SU responsabilidad señora, no es la primera vez que se lo repito, además esta situación no es culpa de Alice, ella es solo una víctima aquí, debemos notificar a las autoridades, pero para esto ella tiene que, primero que todo, calmarse y segundo ella debe tener su apoyo, para que la declaración sea totalmente aceptada, ella aún es menor de edad, es deber suyo ayudarla como tutora legal- habla desesperado el rector y me ve con tristeza, es más que evidente su afán por ayudarme, en respuesta mi madre ríe amargamente, cayendo en mi como un balde de agua fría, abro los ojos a mas no poder, y el temblor de mis piernas incrementa aún más, mi labio empieza a ser afectado por el mismo movimiento involuntario y estar estática empieza a exasperarme.
- Esta estúpida mocosa se lo busco sola, es culpa de ella por estar en un lugar que no debía con quien no debía, así que no voy a ayudar a una niña estúpida que ni siquiera sabe con quién andar- escupe con odio puro impregnado reflejado en sus palabras y mi alma se va rompiendo poco a poco, se vuelve espesa y pesada, conforme las lágrimas abandonaban mis ojos, mis manos tiemblan y la pesadumbre llena mi pecho cada vez más y más, me es difícil respirar, la impotencia llena mi ser como un veneno y la tristeza abraza mi alma de a poco, trato de respirar con normalidad, pero es imposible, una suave capa adormece mi cuerpo, como si de una manta se tratase y la exasperación crece, mi cuerpo se adormece y deseo solo dejar de existir.
- ¿¡ES CONSCIENTE DE LO QUE DICE!? - el viejo se altera y sale por fin de sus casillas, me sobresalto por el grito y me abrazo a mí misma aun temblando, mi madre vuelve a reír en su cara, apretó mis brazos con demasiada fuerza, entierro las uñas en mi piel, el ardor es inevitable, pero es un dolor mínimo al que se acumula en mi pecho y estómago.
- Totalmente - responde mi madre y me mira con desprecio - esta cosa solo me trae problemas, ahora ella tendrá que ver cómo se las arregla sola, yo no soy madre de una niñita tan estúpida - añade y abandona la estancia sin importarle mi dolor ni los gritos del viejo, no soy consciente de lo que sigue después ni de lo que hablan, mi cuerpo se siente adormecido y en mi memoria se repiten una y otra vez las escenas de lo sucedido.
- Bueno, muchas gracias por esta oportunidad, es una muy grande, y agradecemos que ofrezcan estas oportunidades a más chicos como nosotros - la voz de Alex resuena en el lugar por primera vez, él toma mi mano de manera discreta, nadie nota ese pequeño toque, pero por el contrario para mí es un gran alivio, esta acción me saca de la pesadilla que estaba reviviendo, parpadeo varias veces y suspiro, en este momento es en el que noto que mi mano tiembla y estoy sudando levemente.
- No desperdiciaremos esta oportunidad - concluyo su frase, tratando de que mi voz suene lo más neutra que puedo y todos nos levantamos, esperando la despedida, les damos la mano a todos y Aaron vuelve a dejar un beso en mi mejilla, seguido salimos Alex, el director y yo algo sorprendidos por lo que acaba de suceder, es la primera vez que salimos del viejo lugar con una buena noticia que contar.
- Bueno chicos, estoy muy sorprendido, de verdad que los quiero felicitar, aprovechen esto para salir adelante y eviten meterse en más problemas – habla el hombre con cabello cenizo, y nos mira con ojos inundados de lágrimas, nos abraza a los dos con sus delgados brazos sonrió y me permito estar cómoda entre sus brazos y su pecho.
- Está bastante sentimental viejo – bromeo a penas nos separamos y los tres nos reímos al tiempo.
- Son como mis hijos – nos mira con cariño y besa nuestras cabezas – bien, vallan a clase, y Alice si tu madre no firma nada yo lo hago – simplemente asiento y sonrió en agradecimiento, este hombre es como un padre, como el padre que nunca tuve... Es por ello su apodo "viejo", siempre imaginé que le diría así a mi padre.
Avanzamos a paso lento, como queriendo que la burbuja de felicidad que nos rodea no se rompa, en pocos minutos llegamos al gran campus central de la escuela, y de improvisto Alex me toma de la cintura y me eleva por los aires, dando vueltas conmigo y riendo a más no poder, su alegría es muy grande, tanto que logra contagiarme de esta, haciendo que también ría junto con él, parecemos dos locos, pero la verdad poco o nada me importa, estoy con él y eso es lo que de verdad tiene relevancia.
- Lo hemos logrado enana, ¡mira que si se podía! - espeta Alex eufórico y yo solo me abrazo a él fuerte, para evitar caerme.
- Si, si mastodonte, pero bájame ya - trato de calmarlo un poco, está bastante emocionado, una vez me baja tomo sus manos entre las mías y le sonrió - gracias- su cara cambia a confusión - si no fuera por ti no lo hubiera hecho, si no fuera por ti no saldría de este maldito lugar, gracias a ti cambio un poco más mi mundo, eres como un ángel - explico y bajo la mirada.
- No es nada enana, sabes que haré lo que sea con tal de no volver a ver lágrimas en tus ojos - Alex me agarra de las manos y me empuja contra él, envolviéndome en un efusivo abrazo, yo solo cierro los ojos disfrutando del contacto – además soy un sexy ángel que llego a salvarte.
- Eres más bien un demonio que llego a corromper mi vida de santidad – sonrió y levanto mi cabeza para poder verlo - saltémonos esta clase, la vieja esa no nos va a extrañar - sugiero y me separo del brazo - y vamos a beber esta noche, tenemos que celebrar esto - sonrió con arrogancia.
- Sí que eres mentirosa, soy un ángel que lleva tu pecaminosa vida a la rectitud y el bien, solo trato de salvar tu alma – murmura cerca de mi rostro con sarcasmo y se ríe ante su afirmación, los dos sabemos perfectamente que eso no es cierto.
La noche de celebración fue una de esas noches para recordar por siempre, Alex y yo desgastamos a más no poder nuestras energías, cantamos, bailamos ¿y por qué no? Obtuvimos una que otra aventura de una sola noche, esta eran de las grandes celebraciones que acostumbramos a tener el mastodonte y yo, inolvidables, la resaca al día siguiente nos cobró cuenta y muy caro, tanto que evito que pudiéramos ir a la escuela ese día, mi madre, como siempre, poco o nada le importo, pero en cambio la madre de Alex se enojó como nunca, "una dama como tú no debe hacer ese tipo de cosas", que gran estupidez, según ella yo como dama debo darme a respetar, no debo propasarme con la bebida, debo mantenerme bajo control, es la estupidez más grande que siempre me dice la señora Sofía, madre de Alex, nunca fui de seguir dichos principios, si los chicos pueden ¿Por qué nosotras las "damas"
Aprieto con fuerza el tubo morado que se encuentra en mis manos temblorosas suspiro nerviosa, el labio inferior me tiembla, mi cuerpo siente una capa fría de sudor demasiado pesada para mi gusto, el pecho me duele y siento una increíble sensación de incomodidad, la cabeza me da vueltas, las ganas de vomitar regresan, me siento pequeña e indefensa, el maldito baño es más grande de lo que pensaba, mis ojos se llenan de lágrimas inevitablemente y una voz en mi cabeza me repite lo mismo una y otra vez "estúpida es tu culpa" trato de gritar, pero de mí no sale nada más que un lastimero gemido, mis pulmones no me dan el aire suficiente y empiezo a abrir la boca en busca de más aire, el cuerpo me pesa y un aturdimiento al que aún no me acostumbro me golpea de repente.Salgo del baño temblando ante la mirada expectante de Alex, no sé específicamente a quien o a qu&eac
La obscuridad de la noche es como un suave manto que cubre el cielo de manera lenta y hasta me atrevo a decir que agonizante, marcando la diferencia del día, llenando todo de misterio y escepticismo, la noche puede llegar a ser buena o mala, cada quien decide como tomarla, algunos huyen de esta, de su maravilloso paisaje, corren a penas esta se alcanza a divisar a la lejanía, y obtienen refugio en lo que consideran hogar, yo en cambio me encontraba caminando tranquila por estas, con mis audífonos puestos escuchando a todo volumen la canción: Seven Years de Lukas Graham, con una pequeña mochila al hombro, llena de ropa y un pijama para una sola noche y algunas botellas de alcohol, las calles no están tan pobladas, pero tampoco es que estuvieran tan desoladas como esperaba, el camino de mi casa a la de Alex no es tan largo, solo me costaban 15 minutos, así que no era un gran tiempo. La conversación con Alex termino bien gra
Desde mi llegada muy pocos niños han querido ser mis amigos, soy la niña rara que viene de otro país, ¿quién va a querer ser amigode la rara?, pero, sorprendentementeel molesto chico de ojos azules llamado Alex quiere ser mi amigo, pero yo no quiero es ¡¡muy molesto!!, siempre está alegre, siempre quiere reíry jugar, siemprees el centro de atención, siempre insiste en que confiéen él, pero ¡no puedo!, no hay nadie en este mundo en el que confiar, o eso siempre dice mi mami, me lo repite mucho.Alex siempre esta tras de mí, cuando la maestra nos manda a hacer grupos o parejas para trabajar él siempre está a mi lado, y no es que tenga muchos más amigos de los que elegir, así que estoy obligada a aceptarlo, en los recreos siempre insiste a jugar conmigo, siempre quiere hablar, pero el únicoque hab
Después de que acabamos la deliciosa comida, nos quedamos hablando un rato más, pero en dado momento notamos el cansancio de Sofia así que nos despedimos de ella con grandes abrazos y besos y nos dirigimos a la habitación de Alex, cada uno con un vaso infantillleno de agua en su mano, con la excusa de que esta era para tomar en medio de la noche, mentirillas piadosas que solemos hacer para beber con libertad, puesto que a Sofia le desagrada bastante el hecho de que bebamos y nos embriaguemos en su propia casa, pero vamos, es mejor estar aquí que en cualquier sitio de mala muerte, por ello lo hacemos a escondidas, lo preferimos a escapar para beber, aunque las consecuencias de ser descubiertos serian aterradoras, Sofia enojada da más que miedo, en lo personal me aterra.- Que gran ingenio lo del agua - su voz refleja burla y una sonrisa ladina se dibuja en sus rostros, toma su agua de un solo sorbo, en cambio yo tomo con m&
"LA NOCHE", no es como una cualquiera, no es en la típica noche en la que uno se suele sentar a pensar en cómo el mundo se derrumba a nuestro rededor, no es de esas charlas filosóficas que se quedan en solo palabras, no es de esas charlas que te destruyen un poco más, que te dejan más roto de lo que ya estas, tampoco es de esas noches de locuras sin sentido, no es una noche de drogas ni de alcohol, "LA NOCHE", para Alex y para mí es una noche de acción, es la noche en la que nos unimos para burlarnos del sistema, dios sabe cuántas veces nos hemos metido en problemas por hacer campañas contra las injusticias, esa ocurre una vez al mes, cada mes hacemos una nueva burla al deficiente sistema que nos acoge, son gestos pequeños pero significativos, dejar mensajes, hacer pequeñas protestas, quebrantar leyes estúpidas, cosas que como jóvenes nos atrevemos a hacer, porque ¡vamos!, ser joven y no
El viaje de regreso fue más rápido, y un poco más calmado, inundado de música lenta, hermosas baladas de rock, llena de sentimientos encontrados, cantando a todo pulmón, y con la velocidad más alta de lo permitido.Cuando llegamos a nuestro destino nos bajamos apresurados del auto y nos ponemos manos en marcha.- ¿Ya sabes que frase va a ir en este monumento? - cuestiona Alex una vez bajamos todos los materiales del auto, yo no respondo nada al respecto, me acerco a él y simplemente le muestro una imagen de mi celular y sonríe emocionado, será el mejor mensaje que podemos dejar como signo de nuestra despedida.
Me encuentro en un lugar desolado, un parque abandonado para ser más exactos, en este se encuentran todos los juegos oxidados y llenos de musgo, por desgracia conozco a la perfeccióneste pútridolugar, aquí es el primer sitio al que acudí cuando me enteré de que estaba embarazada, recuerdo claramente el miedo y desolaciónque sentíuna vez lo encontré, a penas Alex revelo el resultado salícorriendo de la habitación huyendo de él, de las pruebas, de la realidad, de todo.Miro todo con detenimiento, está totalmenteabandonado y desolado, observo con atencióncada atracción y cada juego, todo detenidamente