El viaje de regreso fue más rápido, y un poco más calmado, inundado de música lenta, hermosas baladas de rock, llena de sentimientos encontrados, cantando a todo pulmón, y con la velocidad más alta de lo permitido.
Cuando llegamos a nuestro destino nos bajamos apresurados del auto y nos ponemos manos en marcha.
- ¿Ya sabes que frase va a ir en este monumento? - cuestiona Alex una vez bajamos todos los materiales del auto, yo no respondo nada al respecto, me acerco a él y simplemente le muestro una imagen de mi celular y sonríe emocionado, será el mejor mensaje que podemos dejar como signo de nuestra despedida.
Me encuentro en un lugar desolado, un parque abandonado para ser más exactos, en este se encuentran todos los juegos oxidados y llenos de musgo, por desgracia conozco a la perfeccióneste pútridolugar, aquí es el primer sitio al que acudí cuando me enteré de que estaba embarazada, recuerdo claramente el miedo y desolaciónque sentíuna vez lo encontré, a penas Alex revelo el resultado salícorriendo de la habitación huyendo de él, de las pruebas, de la realidad, de todo.Miro todo con detenimiento, está totalmenteabandonado y desolado, observo con atencióncada atracción y cada juego, todo detenidamente
- Hola mi niña - habla mi "madre", esta se levanta y me da una sonrisa que estoy más que segura que es falsa, su tono de voz la delata, simplemente la miro de reojo y me acero a Sofia tratando de evitar cualquier contacto con ella, me genera un mal sentimiento y una incontenible ira, así que prefiero seguir de largo y pasar de ella.- ¿Necesitas ayuda en la cocina? - cuestiono a Sofia y ella me sonríe cómplice y aliviada al tiempo, tanto como a mí a ella le incomoda la presencia de mi progenitora, sabe toda mi historia y la detesta con el corazón, pero no actúa en contra de ella y tanto como yo, trata evitar a lo máximo estar cerca de su existencia, eso solo generaría problemas
Empacamos todo cuidadosamente en el auto y por desgracia el chico de ojos verdes no traía auto consigo, Sofia ya le había informado al rector de la sorpresa de Alex, así que estábamos obligados a llevarlo con nosotros, era algo incomodo ya que era un extraño invadiendo el espacio tan especial que compartimos Alex y yo, y no me refiero a esos patéticos sentimentalismos, no es la típica escena en donde expresamos cuanto nos queremos o estas estupideces, nuestros momentos consisten en silencios, en charlas filosóficas, pero de esas de verdad, que dejan pensando que es lo que uno hace en el mundo, junto a él todo tiene un argumento todo se vuelve una teoría y es lo que más amo de este alocado chico, que él sabe vivir la vida verdaderamente, no se deja llevar por la corriente de la sociedad, él es el chico que marca la diferencia, por ello es que tiene tant
Abro lentamente los ojos, la luz del día ha desaparecido y es remplazada por la confortable luna, el cielo ya no es azul claro y despejado, ahora lo cubre un bello manto oscuro y cubierto por millones de luciérnagas que volaron tan alto que se quedaron allí pegadas, miro la luna, esta es grande y en simples palabras está hermosa, suspiro. No recuerdo haberme quedado dormida, pero, si recuerdo un libro que decía que para pedir deseos se debe soplar la luna fuertemente, como si se tratara de mover de allí con ese aliento de vida, sonrió al recordarlo, así que sin dudarlo ni un solo segundo, lo hago, con todas las fuerzas que me permite reunir mi cuerpo y con todas las esperanzas que mi alma me lo permite, lo hago, con el corazón en la mano y los sentimientos a flor de piel, las lágrimas pican mis ojos, amenazando en salir sin mi permiso, suspiro y soplo en dirección a la luna, lo hago tan fuerte como
Después de contarle todo al molesto de Aaron, él le comunica a su padre y le informa que nuestra llegada tardara más de lo pensado, el hombre acepta sin rechistar y accede a pagar nuestra estadía en el lugar, la magnífica ventaja de andar con el niño de papi y mami, así que nos acomodamos en cálidas habitaciones, rentamos un pequeño apartamento cerca de donde inicialmente planeábamos quedarnos, Alex y yo compartimos una habitación, mientras que Aaron ocupa otra, el pequeño lugar es bastante acogedor, está decorado con diferentes plantas y sus paredes son de un azul oscuro palido, está cerca de una piscina, contamos con cocina, sala de estar, baños privados para cada habitación y una hermosa vista desde lo alto el techo, es simplemente hermoso. Cada quien acomoda las pocas pertenencias que lleva consigo en donde le corresponde, y preparamos algo pequeño de comer antes de partir, una vez terminamos de
NARRA ALEX.La música inunda mi ser, la bella chica que me acompañaba estaba más que caliente, no sé ni su nombre, bueno, no lo recuerdo muy bien, solo permanece en mí el sentir su suave aliento en mi oído cuando lo susurro para mí, no estoy seguro ni de su edad, pero, algo de lo que estoy completamente seguro es que la quiero llevar a la cama esta noche y por la mirada cómplice que me regala la sensual chica estoy seguro de que ella desea exactamente lo mismo.La canción se acaba y muchas parejas se separan, y entre esas nosotros hacemos lo mismo, así que tomó la mano de mi chica y nos dirigimos al grupo de nuevo, integrándonos otra vez con los demás chicos, noto que mi Alice está muy entretenida con un gran chico no más alto que yo, pero si lo es considerablemente, cosa que no
- Soy Alice, tengo 17 años, mi color favorito es el negro, me apasiona escribir historias, la literatura, dibujar y leer, pero eso no le importa realmente a nadie ¿no? - dejo de ver a la vieja maestra que se encuentra frente a todos y miro la ventana como si fuera lo más interesante del mundo.Su expresión es exasperada, lo sé sin siquiera ver su rostro directamente, la anciana me conoce gracias a mi mala reputación y al parecer no le agrado mucho por la misma razón, su cabello canoso está perfectamente recogido en una tensa cola de caballo, su cara de tez blanca y cubierta con algunas arrugas demuestra su profundo enojo, sus arrugadas manos estrujan el borde del pesado abrigo marrón de su anticuado atuendo, a pesar de ser una mujer de baja estatura puede llegar a intimidar con sus ojos almendrados, a la mayoría les da miedo, pero a mi no. Esta vieja siempre
Para nuestra mala suerte el camino a la oficina es demasiado corto, el director camina a paso apresurado y alcanzo a notar que se encuentra algo nervioso, aunque logra disimular muy bien, pasamos un pasillo tras otro, no hay escapatoria alguna para nuestro trágico destino, me rio internamente y contemplo el camino, los chicos que se encuentran fuera de sus clases nos miran curiosos, en cambio los maestros nos ven de manera burlona, creo que nunca les he logrado agradar a ninguno en mi corta vida.Después de unos cortos minutos llegamos a la parte más desolada del lugar, antes de llegar a la puerta del despacho se encuentra la secretaria sentada en su escritorio, revisa concentrada unos papeles, tanto que al momento de pasar a su lado no nota nuestra presencia, ni siquiera nota que pasamos a un costado.El hombre habré la puerta con cuidado se detiene en el marco de esta y nos invita con un ademan a pasar de primeras, la estancia es amp