Sebastián Sostengo a Sara y mi cuerpo ya está cubierto de sangre, me esta doliendo mucho es insoportable no poder haber cambiado los planes, solo quería que ella aprendiera que nada de lo que hacia estaba bien, pero le pedire al cielo que el castigo de Sara no se convierta en irse para siempre de esta tierra, Manuel camina para atrás muy nervioso intentando escapar como un cobarde que es, pero la justicia más tarde que temprano llega y esta noche está sorprendiendo a este miserable lo agarran por la espalda y él no se opone está arrepentido Sara no era solo una obsesión en realidad la ama por ese motivo esta tan afectado, a ella la suben sobre una camilla y mientras la estan estabilizando con oxigeno no podre aguantar las ganas de decirle la verdad a este imbecil. —Este es su destino terminar tras las rejas para toda la vida, cuando ya le den salida va estar tan anciano que ni fuerzas podrá mantener, lamentablemente usted hundió a mi mujer solo por ambición, y ella cayó a lo mejor e
Ella me debe estar detestando, nada tengo por hacer me lo merezco por defraudar su confianza, pero la amo y ella a mi también solo que la rabia la cubre con un manto frío, me acerco y su cabeza va volteando lentamente la baja debe sentir tanta vergüenza, pero yo no la tengo a pesar de que me enamore de una delincuente que siempre mantuvo bajo perfil, ella respira profundo para agarrar fuerzas y hablarme. —Sebastián, ¿Por qué me hiciste esto? Crees que merezco sufrir, si es cierto que soy de lo peor, pero te juro que solo necesitaba dinero y ya, me salio muy caro el chiste, vi como solución que nos fuéramos lejos del país ocultando todo la verdad, que descaro el mio te iba a pedir que lo intentaras. —Ella está llorando, lo que más detesto que haga solo nos queda vivir antes de que se nos pase nuestro momento. —Necesitabas pagar por tus actos, Helena si lo deseas saldré de tu camino, eso sí aunque sea a tus espaldas estare al pendiente de tu caso, tal vez si necesita tu corazón manten
Sara Estoy en el infierno no creía que lo conocería antes de morir, las ratas entran a esta celda y se sienten como de la familia ella se mueven hasta subirse por encima de nosotras, al menos a ellas yo les interesó, daría todo por cambiar y recibir una oportunidad. —Señorita, a levantarse —la guardia me dice, como no vamos a sentir miedo nosotras las reclusas y estas señoras solo nos gritan ni que fuéramos brutas y no entendieramos. —Pero yo no he hecho nada, estoy juiciosa limpie todos los baños tal y como me mandaron, no me vaya a dejar en ese cuarto oscuro donde escuchó que todas gritaban desesperadas. —Me arrodillo, es inmenso el temor cualquiera coge y me golpea por razones que no comprendo. —Lo sé, Sara deje de ser tan llorona, sabe que usted se nota que es de esas que transforma todo si se propone puede disminuir el tiempo de su condena, hay unos premios por las labores, afuera en los patios hay dos personas que la desean ver y usted me debe contestar de una vez si acepta
4 años despuésLlegó el día de sentir lo más bonito que es la libertad, espero que las chicas que quedan aquí tengan un cambio para su vida, soy una nueva Sara, me lleva una de las guardas hasta la puerta y me liberan, ya mis manos no tendrán esa atadura tan fea que me detenía a continuar, pero que con los años me llenó de fuerzas, un ejemplo de eso es que disminui un año es un orgullo, apenas tocó la calle y el viento sopla sobre mi cabello es un fresquito bonito, miro para los lados y nadie esta me dejaron sola, lastimosamente fue una de las cosas que exigi, intentó levantar el maletín que esta bastante pesado, y me detiene una voz sobre mi espalda, me estremezco porque es la de Sebastián, doy la vuelta y con un abrazo lo recibo, él me aprieta esta vez más fuerte para no soltarme y estoy completamente segura que será para toda la vida. —Mi amor, pensaste que me iba a perder esto no señora, oye que demora la tuya para salir de ese sitio epa ya me quería marchar, jajajaja mentiras se
Hoy me levante con ganas de cambiar mi vida, no puede ser que una mujer tan atractiva como yo viva así, soy perfectamente hermosa la envidia de muchas, mi color de piel trigueña, combina con mis ojos color café claro, mi cabello largo y ondulado que rosa mi cintura, mis labios carnosos y rojos con los que con un solo movimiento puedo conseguir todo, son la combinación perfecta para lograr todo lo que quiero, yo tengo que tener la vida que me merezco llena de lujos y comodidades. Hay esta mi mamá mirándome de esa manera llena de amor, mi mamá trabajó muy duro para sacarme adelante y darme lo que quiero, pero yo le demostraré que con mi belleza conseguiré todo lo que anhelo y de paso le daré a ella lo que ella quiera se lo merece ha sido una mujer trabajadora, aunque no haya tomado las mejores decisiones cuando se involucró con mi papá un hombre alcohólico y
Tengo que buscar la manera de conseguir lo que quiero de una manera más fácil tal vez esa manera no puede ser estudiando, y si busco en las redes hay siempre aparece todo, siempre solucionan todos los problemas y me podrían ayudar a conseguir un empleo algo que esté a mi nivel y por supuesto que gane dinero ya que mi mamá no me dará lo suficiente ¡Ay sí, por fin! hay empleos para modelos, está puede ser mi oportunidad, mejor le daré aplicar antes de que alguien se me adelante, tengo que dirigirme a esa dirección así que ya mismo me voy a ir para allá; tengo que asegurar el trabajo aunque espero que no tenga mucho esfuerzo, es algo cerca de la casa, me puedo ir caminando hasta allá y así no gastar el dinero que tengo, que por cierto no es mucho, ya voy saliendo de la casa estoy muy animada espero me valla bie
Es mi segundo día de clases en la universidad espero me vaya muy bien, voy con la mejor actitud, hay está sentado afuera Sebastián, la verdad es que es muy guapo y se nota que inteligente lástima sea pobre, lo miró con una sonrisa en mi rostro.—Sebastian, ¿Hola cómo estás? que alegría me da verte. —Me siento al lado de él y cruzó mi pierna despacio y sensual.—Hola Sara, estoy bien, a mí también me alegra mucho verte. —Él me sonríe y se le sonrojan sus mejillas.—Te encuentras bien, pareces preocupado, sabes que me puedes contar cualquier cosa yo te comprenderé y si está en mis manos te ayudaré—Lo abrazo fuer
Lo mire fijamente a los ojos. Nuestras miradas se conectaron.—¿Señorita se encuentra bien? —Él me sonríe.—Me duele mucho la cabeza y mi cuerpo. —Le sonrió y parpadeo lentamente.—Sara qué gusto me da que estés bien, me preocupa mucho.—Como sabes mi nombre. —Me sonrojo.—Me tomé el atrevimiento de leer tus documentos disculpa.—No te preocupes gracias por salvar mi vida, no tengo palabras de agradecimiento. —Lo miró coqueta.Último capítulo