Él mejor regalo que puedo tener es a Sebastián a mi lado, solo espero que mi mamá deje su desconfianza a un lado y empiece a confiar en mí, sé muy bien cómo hacer las cosas, Sebastián viene hacía mí con una sonrisa en su rostro difícil de borrar. —Mi amor vamos, quiero invitarte algo, Sara te amo tanto que quisiera tener la posibilidad de poner el mundo a tus pies, pero mientras eso sucede te entregaré mi vida entera. —Él me toma de la mano y salimos de la casa.—Eres el mejor novio que he tenido. —Quedó completamente fría al ver a Débora caminando hacia nosotros.—¿Sucede algo mi amor? Tus manos están temblando. —Mi respiración se comienza acelerar, no entiendo esa mujer que hace aquí, pero no debo ser para nada bueno.—Mejor caminemos hacia el otro lado, pero muy rápido —hablo muy rápido con un tono de voz bajo.—Amor, ¿Por qué tienes tanta prisa? No entiendo que sucede, necesito una explicación, ¿Quién es esa mujer? ¿Por ella actúas así verdad? Si no me dices no pienso ir a ningún
Ver la mirada de Sebastián no es una sensación alentadora para mí, por el contrario me llena de miedo, sentir como él se siente desesperado por escuchar las palabras de Déboras, eso me produce un frío incontrolable difícil de quitar, muevo mi mano y tomó la de él, Sebastián baja su mirada y la centra en nuestra unión, sube muy despacio su mirada y la esquiva de la mía, eso me hace sentir como una completa basura que simplemente no lo merece, pero no me parece justo con nuestro amor, los sentimientos son los que deberían florecer y todo lo demás simplemente olvidarse, respiro profundo para tener fuerza y no derrumbarme de dolor contestando su pregunta.—Si, lo hice y me arrepiento de que esas palabras las pronunciara, pero mi ambición me cegó, y ahora nunca me perdonaré de haber hecho eso, pero no quiero dejarte ir Sebastián me estaría muriendo en vida, no sabría que hacer sin ti —le hablo mientras evitó que una lágrima salga de mí, pero por el dolor que siento es imposible.—Entonces
Llegó a la casa de Sebastián y mis papás están sonriendo, caminó hacia donde están ellos y me lanzo sobre los hombros de mi mamá recostandome, mientras de mis ojos caen lágrimas sin parar, ella me acarcia mi cabeza con sus manos que solo me producen consuelo, mientras mi papá me tomó de la mano. —¿Qué sucede hija? Saliste de aquí muy feliz y mírate como estás destrozada. ¿Y Sebastián dónde está? —ella pregunta, levanto mi cabeza y la miró a su rostro.—Habla por favor, confía en nosotros se que tal vez, nuestra ayuda te servirá aunque sea un poco, no me gusta verte así me afecta mucho, ese brillo que hace unas horas tenías ya desapareció y eso no lo puedo permitir, ¿Te hizo algo Sebastián? —Mi papá me refleja una angustia en su mirada, siento como estoy empezando a pagar todo.—Él no hizo absolutamente nada, la única que como siempre comete errores soy yo, la verdad solo obtengo lo que merezco, pero esta vez no fue nada justo, me acusaron de algo que no he hecho y lo peor es que él h
Corro a mi habitación y empiezo a empacar las cosas, volteo a mirar hacía la puerta y veo de pie a Sebastián mirándome, cada cosa que guardo lo hago con la mayor rabia.—¿Dónde vas a vivir? —él me pregunta con la voz pasmada.—Lejos, aún no se, pero es evidente que no debo seguir aquí solo te pido que dejes a mis papas unos días más, mientras soluciono algo para ellos, aunque me cuesta tanto es lo mejor, no te voy hacer sufrir más —le habló muy arrepentida y con un dolor que apuñala mi corazón.—La vueltas de la vida son muy imprevistas, sabes que no soporto verte sufrir, pero aunque las cosas no salieron como las deseaba es el destino, si necesitas dinero yo te puedo dar, no quiero que salgas de aquí a sufrir y mucho menos hacer una locura —él dice y agacha su cabeza.—No te preocupes, no voy a ser un problema más para ti, y si no te tengo a mi lado, prefiero no volverte a ver, porque se que nos haremos daño, solo espero que puedas amar a otra mujer y te saquen mi recuerdo de tu cabe
Miro a Jerónimo mientras él maneja sin mirar hacia ningún lado, y aunque me siento muy mal por todo lo que me sucedió, que Sebastián me hubiera dejado algo bueno me tenia que traer, estiro mi brazo y coloco mi mano sobre la pierna de él, de inmediato siento como él tiembla involuntariamente, que eso suceda solo me hace solamente confirmar lo mucho que aun le intereso, él voltea a verme de reojo y me sonrie.—No tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mi, te debo tanto al parecer mi corazón nunca se equivocó cuando te eligió para amarte, porque aunque me trataste como una completa basura sin yo tener la culpa de nada, simplemente agache mi cabeza y acepte sentirme completamente humillada, por que cuando una mujer está realmente enamorada nada importa así él hombre que se ame se comporte como un miserable. —Entrecierro mis ojos, y él me mira reflejando tanta culpa, eso es lo que tanto busco que sienta, él debe entender que la única salida que tiene soy yo, por que si n
Llegamos a una casa, podría decir que una mansión es muy lujosa, nos bajamos del auto y camino de la par con Jerónimo, el día está con un resplandor hermoso y ver el rostro de estupido que tiene él cada vez que me habla, me anima aún más para seguir por el mismo camino, entramos a la mansión y él me sonríe como jamás había notado que lo hubiera hecho es algo incómodo para mí, la verdad es que si quiero que se encapriche conmigo, pero no que se llegue a enamorar, porque pasaré por la vergüenza de dejarlo con las manos cruzadas, y además con su maldito corazón partido, si no se hubiese hecho él buen hombre mi vida estaría brillando del éxito, observo todo y es completamente mágico la casa de mis sueños, me gustaría tanto vivir este sueño al lado de Sebastián, Jerónimo actúa muy alegre y me toma de mi mano, eso me hace estar aún más segura de que conseguiré su apoyo y dinero que es lo único que me importa. —¿Te gusta? Quiero escuchar tu opinión, es la más importante en este instante. —É
Mientras le beso el cuello a Jerónimo el rostro de Sebastián se me atraviesa por la mente, se qué esto no está bien ante los ojos de muchas personas, pero nadie lo está obligando a él, si Jerónimo me quiere seguir mi juego es su decisión lo cuál me conviene, aunque por poco tiempo me toque ser su amante conseguiré que se divorcie de su esposa, para poderme casar con él, toda su fortuna pasará a mis manos y estoy segura que a él no le molestará en lo absoluto, porque por amor se hacen infinidades de sacrificios, solo que él es él único que lo debe hacer, lo miró a los ojos y le sonrió.—Quiero bajarte todas las estrellas para ti, colocarte como la reina de mi vida solo espero que nunca te canses de amar a un viejo como yo, porque tú eres mucho más delo que siempre espere tener a mi lado, solo quiero escuchar con claridad de tus labios que no te importa ni un poco ser mi amante, se que mereces el lugar de esposa, pero por el momento es lo único que tengo, y solo quiero amar estando a tu
SebastiánSentir que deje un pedazo de mi alma en el aire, Sara porque tenía que jugar de esa manera teniendo aquí a sus padres solo la recuerdo más, solo espero que ninguna necesidad esté pasando porque no soporto verla sufrir, escuchó que tocan la puerta y camino ha abrirla, no se pero en mi interior tengo la fe que Sara vuelta, prefiero tenerla cerca que vivir con la incertidumbre de qué está pasando con ella, estiró mi mano y abro la puerta, quedó totalmente intacto al notar que la persona que tocaba la puerta era Cristina, sólo puedo asegurar que no se que es lo indicado que tengo que hacer, ella no merece sufrir por mi culpa, pero está en todo su derecho de saber la verdad, no fui nada claro en todo lo que viví con Sara, ella me observa muy confundida.—Hola Sebastián, ¿Puedo pasar ? —ella me habla y sin decir nada, con el movimiento de mi cabeza afirmó.—¿Cómo estás Cristina? —pregunto muy nervioso y ella actúa muy extraña, no sé si Cristina ya sabe la verdad, pero si he sido t