SebastiánSentir que deje un pedazo de mi alma en el aire, Sara porque tenía que jugar de esa manera teniendo aquí a sus padres solo la recuerdo más, solo espero que ninguna necesidad esté pasando porque no soporto verla sufrir, escuchó que tocan la puerta y camino ha abrirla, no se pero en mi interior tengo la fe que Sara vuelta, prefiero tenerla cerca que vivir con la incertidumbre de qué está pasando con ella, estiró mi mano y abro la puerta, quedó totalmente intacto al notar que la persona que tocaba la puerta era Cristina, sólo puedo asegurar que no se que es lo indicado que tengo que hacer, ella no merece sufrir por mi culpa, pero está en todo su derecho de saber la verdad, no fui nada claro en todo lo que viví con Sara, ella me observa muy confundida.—Hola Sebastián, ¿Puedo pasar ? —ella me habla y sin decir nada, con el movimiento de mi cabeza afirmó.—¿Cómo estás Cristina? —pregunto muy nervioso y ella actúa muy extraña, no sé si Cristina ya sabe la verdad, pero si he sido t
Sebastian.Mi piel está atormentada de lo que le tocó vivir, con Cristina aquí, me siento aún más incómodo de lo que estoy conmigo mismo, ella con su poca dignidad me hace dudar de lo que debo hacer.—Está es la terminación de lo que existió entre nosotros, no hay vuelta atrás ya, te tengo que dejar me voy a marchar, necesito tomar un poco de aire. —La evado con mi forma de actuar, la lastima es un sentimiento que nadie se debería tener, pero Cristina con su amor incondicional y enferemiso tan dependiente a mí solo me hace sentir compasión.—Pues no te dejaré solo, prefiero poner mi mundo a temblar con alguna sorpresa que reciba ¡Vamos! —ella me dice y despedaza mi conmoción.—Entonces estás condenada a padecer si yo llego a tomar alguna decisión, deberías esquivarme solo te hago mucho daño, olvida y ya piensa que jamás me conociste, porque no pienso como tu y mucho menos te amo eso no tiene reversa, tu orgullo no merece esto —me duelen las palabras que le tengo que decir, estábamos
SaraVer esta casa tan grande, pero sentirme tan sola me hace sentir muy mal, no quiero tener que llegar al extremo de entregarle mi cuerpo a ese hombre, no lo merece y soy una completa cobarde, después de tener las marcas de Sebastián no soporto otras sobre mí, organizar todo para conseguir la fortuna de Jeronimo no ha sido nada fácil, y las cosas deben ser como las deseo, escucho que llega un auto y me asomo disimuladamente por el balcón, y las cosas no pueden ser peor se bajan Fernanda y Cristina, deinmediato camino para atrás y miró hacia los lados a ver donde puedo esconderme, ellas no deben notar mi presencia me echarian todo a perder en pocos segundos, me escondo dentro de un armario y cierro con un candado en la parte de adentro, escucho sus pasos y me producen más nervios, espero que su conversación la lleven aquí, es muy importante saber cuales son los movimientos que va llevar acabo, todo sera en mi contra, aunque aún no tienen ni un solo motivo para desconfiar, el bajo pe
Por ningún sitio hay un lugar adecuado para salir, escuchar el llanto de esa mujer me hace sentir mucha culpa, Se aunque no en carne propia lo que se siento, mi papá engaña a mi mamá miles de veces, y ella igual que Fernanda continúan mostrando una confianza indestructible, es un apego a seguir siendo masoquistas, por los hombres que jamás van a tener un cambio, así mismo le sucede a Cristina aguanta tanto hasta humillarse sabiendo que es muy inferior a mi, todo se queda en silencio y luego empieza a sonar algo muy raro, parece que son los sonidos que emiten los golpes, salir solo me dejara en peligro amenos que todo el control lo lleve yo, dejando por debajo de mi a Fernanda. —¿Acaso en que falle en tantos años de matrimonio? Te entregué hasta mi virginidad y ahora así me pagas,mintiendo a otra mujer en tu vida, ¿Dónde está tu valentía Jeronimo? Te vas a esconder debajo de la falda de esa roba maridos, porque eso es lo que pretende separarnos, no sé en qué momento empezaste a tener
Escucho que golpean la puerta, y es evidente que es Jerónimo quiere consuelo, pero aquí no lo va encontrar, no me entregaré a él ni por muy desesperada que esté, miro la ropa de marca que estoy utilizando las joyas una cantidad mucho superior a la que siempre soñé, tanto dinero en mis manos y aun pienso que no es suficiente, si no obtengo todo me tocaría trabajar, y eso nunca. —Sara abre mi amor. —Blanqueo mis ojos me da fastidio a veces es que es tan intenso, bota tanto la baba por mi y no sabe disimular ni un poco, al menos se hiciera el difícil, abro la puerta y él refleja en su rostro angustia, solo puedo pensar que son cosas de viejos caprichosos, pero no caere. —Llegó mi hija, Sara te quiere ver —él me dice y no se porque es tan pendejo y no entiende cuáles fueron mis órdenes, sólo debo evitarla y ya nada más debo hacer, todo simplemente me debe resbalar.—Hay mi amor, solo lo hare porque tu me lo estas pidiendo, y no por ella sé que me odia y eso no sabes cuanto me lastima, t
Llegó a la casa de Sebastián, es obvio que él no los hecho su corazón no le da para hacer eso, solo se me ocurriría eso a mi que soy tan insensible y ellos ya saben a qué deben atenerse, además es lo que más he aprendido en mi vida a sacar lo mejor para mi, ellos se conforman con lo más poquito, cada esfuerzo se está viendo reflejado ahora cada acto de coquetería y besos con tanto asco que tengo que aguantar, y menos mal mi futuro esposo me esta dando tantos obsequios, para justificar y quedar bien porqué cabizbaja jamás, pero esta es mi forma de enmendarme con mis padres ellos han sido digamos que bien, nadie despreciaria algo así, espero acepten y así dejan de vivir en tanta miseria, porque se acostumbraron a no aspirar surgir, golpeó la puerta y abre mi mamá, ella sin el mínimo resentimiento me abraza, es lo que esperaba que pasara, entramos y ella no pardaea solo me mira con tanta ilusión, quedo intacta en la sala están sentados mi papá y Sebastián jugando una partida de ajedrez,
Sebastián Me asomo por la ventana su rostro me hace arrepentirme de decirle esas palabras tan fuertes, como si no sintiera ni un poco de vergüenza, bajó corriendo y le gritó, mi alma se siente devastada y muy adolorida, el veneno que su lengua voto es más fuerte y mortal que un simple golpe, ella sabe como actuar para siempre quedar como la perfecta y lavarse sus manos, para librarse de culpa, es que no se si mi amor es puro, quizás enfermizo sin ella muero. —¡Sara! —con mi voz potente la llamo, ella gira y sus ojos están tan vidriosos, eso me achiquita el corazón, sentir que de nuevo se me está escapando de mis manos, estoy cansado de llorar por ella al frente de la luna, no me escucho todos parecían sordos, y es que llegar a que ella caiga en cuenta de sus malos actos es lo más difícil de todo, pero no puedo hacer nada porque en el instante que ella decida nuevamente marcharse la voy a perder, y tendré que aceptar verla tomada de otra mano. —¿Qué pasa? Son mis papás, ya voy déjam
Sara Él es la esperanza más bonita que quiero tener en mi vida, y aunque me cuestione por mi estúpida manera de actuar, que la mayor parte de las veces no es certera, su mirada que esta tan tensa ya lograre hacer que baje un poco la guardia, lo que no es para nada difícil, solo tengo que utilizar mis tácticas para seducirlo y lo demás fluirá, aunque para ser muy sincera muero por amarlo, es que vivo delirando con sus besos y caricias, amarlo nuevamente no debe ser un impedimento, es complicado llegar a exigir nuevamente que me ame, cuando yo soy la más descarada de los dos, y ahora más que nunca me conviene qué Jerónimo no sé atraviese por este lugar, él pone sus manos sobre sus piernas y están totalmente temblorosas. Y eso es una especie de señal qué me da la vida, solo tengo que tener un poco de paciencia, para convencerlo en acompañarme en este viaje, porque solo deseo que me espere así podemos disfrutar juntos, de todo el dinero que conseguiré gracias a mis encantos. Estiró mi