Por asunto personales no he podido subir maratón, manana le damos con varios cap. Comenten y puntúen
Nikolai Rudakov Con una mirada intensa y decidida, estaba lista para atravesar incluso el aire mismo. Desde que la vi supe que no te iba la mirada de una asustadiza, ni alguien que buscara beneficio.—¿Cuál es tu próximo plan? ¿Matarme? —Deje escapar una sódica sonrisa. —¿Yo? No tengo habilidades para disparar en absoluto. —Guardaba su arma. ¿Lo era?Había presenciado cómo manejaba el arma durante la práctica, y al observarla en este momento, me percaté de su habilidad para sostener el arma con destreza. Me levantaba del suelo, sin apartar la vista de ella.—¿De dónde conseguiste esa arma?—La encontré en una de las habitaciones que no me enseñaste a la que entre por curiosidad... Lamento haberla tomado, pero después de lo sucedido, sentí la necesidad de protegerme.—¿Ah si? Entonces no te molestaría darme el arma para revisarla ¿No?Me aproximaba a ella extendiendo la mano. Su mirada se endurece y notaba como miraba el suelo. Con una leve expresión en el rostro, procedía a darme el
Había planeado varias maneras de acabar con Dimitrik esa noche, pero durante todo el tiempo nos mantuvieron vigilando su personal de seguridad. Al llegar al vehículo, creía que nos dirigiríamos al restaurante, pero tomó otro camino. No conocía nada de California por ende me puse totalmente alerta. El cielo estaba envuelto por la oscuridad de la noche, las estrellas empezaban a resplandecer como joyas, marcando nuestra ruta. Al detener el vehículo, observaba cómo descendía de él, exhibiendo su imponente presencia.—Krolik(conejita) sal del auto, quiero llevarte a un lugar.Miraba de reojo con atención el entorno, un sitio tan desolado que sería ideal para esconder un cadáver.—¿Y si no quiero? —Entonces te llevare cargada. —Muestra una suave sonrisa. —¡Acompáñame, Krolik (conejita)! Hay algo que deseo enseñarte. Examinaba minuciosamente su mano durante un breve instante. Se suponía que debía acercarme a el, seducirlo y hacerlo caer a mis pies para matarlo. Sin e emociones, sin compas
Al ingresar a la residencia, se percibía una atmósfera cargada, mientras el sonido de nuestros pasos se propagaba por el suelo de mármol, creando un eco persistente. Al entrar en la sala pude distinguirlo todo con facilidad. En el corazón de la penumbra aguardaba Nikolai con varios hombres a su lado, todos vestidos con trajes negros que reflejaban la seriedad del momento.—Dimitrik —Su voz profunda interrumpiendo el silencio—, he descubierto algo sumamente fascinante que se que te encantara saber. Caminé hacia el centro de la habitación, notando la mirada inquietante de esos individuos en mi espalda, con Melody a mi lado en todo momento. Estar cerca de ella era como un destello brillante en medio de la sombra que me rodeaba. La mirada de Nikolai me impactó tanto que arrugué el entrecejo. Observaba cómo sus ojos se movían de mi cara a la de Melody, lo cual me hizo comprender que la situación era más compleja de lo que parecía.—Después de conversar con el topo, descubrí información sum
Ese día me mantenía en el jardín revisando pues le había avisado a quien me contrato que me había quedado sin arma. Este me había contactado para que buscara en el jardín otra arma. Recorría los rosales con calma, inclinándome entre los arbustos de vez en cuando intentando localizar el area que me dijo que revisara. Me había recomendado hacerlo a esa hora pues no podría entrar en la noche.—Disculpe, señorita, ¿ha extraviado algo? Levantaba la mirada y observaba al encargado de jardinería. Era un hombre muy joven, poseía una mirada encantadora y su melena estaba cubierta por una gorra. Mientras me miraba fijamente, tenía en la mano unas tijeras de jardinería.—No, solo estoy viendo las hermosas plantas. —Miraba los rosales pretendiendo admirarlas. —Has hecho un excelente trabajo. —Gracias señorita, mi padre me enseñó hacer todo este lugar tan hermoso pues era el lugar preferido de la madre del señor Rudakov. Las rosas eran sus predilectas.—Ya veo. —Contemplaba detenidamente las flor
Abria los ojos con dificultad. Observaba de reojo a mi alrededor, dándome cuenta de que me encontraba en una residencia junto a una alberca. Intenté incorporarme del suelo donde me encontraba arrodillada, pero fui detenida por alguien además, tenía las manos atadas a la espalda.—Señor Rudakov, ha recobrado la conciencia. Al oír el apellido, me vino a la mente Dimitrik, sin embargo, al divisar la figura que se acercaba por detrás, supe que estaba en aprietos. Se sentó en una silla frente a mí y me observaba con una gran sonrisa en el rostro.—¿Me dirás quien eres?Mantenía la cabeza baja, pero alguien a mi espalda me jalo el cabello para obligar a ver a Nikolai. Sus ojos verdosos estaban hechos dos fragas encendidas. Con sus piernas abiertas de un lado a otro, me observaba detenidamente con sus ojos.—Tenía la certeza de que debía estar pendiente de la casa, supuse que planeabas algo, pero no anticipé que sería tan pronto. —Su tono de voz se volvió gélido. —¿Me dirás quien eres? No
POV Dimitrik Rudakov —Krolik(conejita) ¿Quieres que baje la temperatura? —Mi voz a pesar de estar ronca denotaba preocupación. —Puedo hacer que te preparen un café si así deseas. —Dimitrik, tranquilo ya te dije que estoy bien. —Su voz entrecortada denotaba la falta de aire a la que tuvo que enfrentarse hace unos años. Mis ojos se posaron en sus labios los cuales temblaban. Con sumo desdén observaba a Nikolai el cual solo movió sus brazos de manera indiferente. Le colocaba mi saco intentando que se calentara. Había despertado esa noche al no sentir a Darianna. Mientras me dirigía a mi despacho habia escuchado a varios de los hombres de Nikolai. Estos hablaban que tendrían que desfigurar a una mujer esa noche algo que puso mis alertas al máximo así que vole al sitio donde sabia Nikolai adoraba hacer sus “trabajos” de obtención de información. Lo noto distraído en un teléfono mientras alzaba levemente la ceja. —Darianna ¿Es tu verdadero nombre? —Si lo es. —De reojo observaba a Nikol
—Señorita Montenegro, el Señor Rudakov ha dicho que no volverá para la tarde y ha pedido disculpa.Levanté suavemente los ojos y observé a una de las escasas criadas de la mansión, quien me dedicó una sutil sonrisa antes de retirarse. Esa mañana tras levantarme sola me di la libertad de investigar esa casa. En contraste con la residencia de Nikolai, esta casa tenía escaso personal y era de menor tamaño. Escapar sería una tarea sencilla si la puerta principal no estuviera protegida por un código numérico conocido únicamente por los hermanos y ciertos empleados de confianza. Estaba atrapada como una pequeña avecilla, debia temer, pero aun asi no lo hacía. Estuve investigando la casa durante todo el día hasta dar con lo que estaba buscando.Mientras estaba en la librería, pude observar que Dimitrik era un apasionado de los libros, ya que tenía una colección tan extensa que resultaba un deleite a la vista. Lo que me había imaginado era que, a pesar de su trabajo en la mafia, disfrutaba s
—¿Qué hago aquí? Darianna ¡Sabes donde estas! Debo sacarte de aquí, no…debo sacarte del país. Si tu padre se entera en casa de quien estuviste le va a dar un ataque. —Con su mano libre me sujetaba uno de los brazos intentando sacarme.—Tio, no me respondiste ¿Qué haces tu aquí? —Intentaba hacer fuerza pero terminaba siendo casi arrastrada.—Fui contratado para llevar a cabo el secuestro de la presunta mujer de Dimitrik Rudakov. Alguien de la residencia facilitó mi acceso. Darianna, es necesario que nos marchemos, se avecina una tragedia y no permitiré que mi sobrina pierda la vida en algo que no le concierne.—No puedo abandonar a Dimitrik, necesito apoyarlo.—¿Estás fuera de tus cabales? Recién has conocido a ese hombre y deseas brindarle tu apoyo. Vamos a salir de inmediato tú y yo. Yo no cumplire con esta misión asi que tenemos que volar ahora mismo o nuestras cabezas volaran. Mientras era arrastrada por mi un sonido de disparo nos hizo girar a ambos. Nikolai, con una mirada llena