Hola :D Si aman esta novela como yo adoro escribirla no se olviden de comentar, dale me gusta y recomendarla así llega mas lejos :d Alessandro sabe cosas que tal vez no deberia saber >..>
Después de compartir la tarde con mi hermano, opté por regresar a la casa de Derek y dirigirme hacia mi cuarto. Mientras revisaba mi armario, tome mi maleta. Aunque no habíamos compartido mucho tiempo juntos, Derek lograba hacerme sentir única. ¿Podría irme así como si nada?No, no me iria, solo me mudaría para mas comodidad. Mis emociones hacia Derek eran confusas, aunque sentía que mi corazón estaba a latir de manera desbocada cada vez que estaba con él. Mientras me sentaba en el borde de la cama, trataba de comprender qué significaba para mí. Aunque fui yo quien lo buscó, él parecía ser mi salvador, como un ángel que hacía que mis preocupaciones se desvanecieran. A pesar de sus intentos, Trevon no logró menospreciarme debido a mi determinación y el respaldo de Derek. Mi padre no logró su objetivo de regresarme a Italia, y mi estrategia para arruinar el negocio de Trevon estaba respaldada por las empresas de Derek. Exhalé suavemente mientras observaba con concentración mi armario.—
Mientras descendíamos del avión privado de Derek, sentí la suave brisa marina acariciando mi piel y contemplé la majestuosa residencia que se erguía en la isla exclusiva a donde Derek me habia llevado. La edificación era impresionante, con elementos arquitectónicos que emanaban elegancia en cada rincón. Era inevitable; una sonrisa irónica se formó en mi rostro. —Derek con el dinero invertido en esta propiedad, se podría erradicar el hambre en todo el planeta. —expresé con un ligera sonrisa mis labios revelaban mi sarcasmo— Piénsalo, saldrías en la noticia como el magnate Montenegro ha erradicado la escasez de alimentos al destinar todas las ganancias de la venta de su lujosa residencia junto a su isla privada. Derek rió suavemente, como si encontrara humor en mis palabras. —No creo que esta casa valga tanto —contestó de manera escéptica con un aire despreocupado, como si realmente no tuviera ni idea del impacto que podía tener un lugar así. No podía entenderlo. Lo que estaba vien
Después de compartir un momento íntimo en la cama, Derek me invitó a dar un paseo en su yate, prometiéndome llevarme a un sitio especial. Las transparentes y tibias aguas me transportaban a un auténtico Edén. Mientras él manejaba con destreza, su mirada seductora me hacía sentir un cosquilleo en el estómago. —Derek, aparte de pilotar helicópteros, también sabes navegar en yates —me acercaba a él con una sonrisa leve hablando de manera ligeramente irónica rodeándole un brazo— ¿Hay algo que no sepas dominar? Lo noto hacer un ligero tono como si pensara—Creo que nunca he manejado una cohete, pero he maejado incluso un tanque de guerra.Al oír eso, me separé de su brazo y lo miré con una ceja alzada. Su sonrisa pícara y divertida me hizo creer que todo era una simple broma. ¿Lo era? Intentando relajar el ambiente miraba el hermoso mar azul sonriendo con levedad.—Derek, por cierto ¿A dónde me llevas? —pregunté con una sonrisa juguetona volviendo a abrazarle el brazo.Mire como sus oj
Esa mañana nos dedicamos a desayunar juntos. Ese día notaba a Derek mas vivo que nunca. No me dejaba salir por todo el día dándonos cariños hasta que lo amenace que me dejaría seca. Con una calidad sonrisa, aunque algo molesto decidimos por fin salir dándome cuenta como el sol comenzaba a caer en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas y dorados. La brisa suave del mar acariciaba mi piel, y a medida que nos adentraba en la isla privada, no podía evitar sentirme un poco atrapada en un sueño. ¿Cuál fue la última vez que me había permitido sentirme de esta manera? Después de un tiempo andando, paramos para descansar y observaba cómo Derek elegía recargarse en una palmera. Tenia una intensidad en su mirada que parecía querer penetrar en lo más profundo de mi ser, como si pudiera descifrar mis pensamientos más íntimos. Me mostró su mano, invitándome a acercarme.—Mi pequeña gatita —su voz era como un suave murmullo de las olas—, ven aquí y déjame mostrarte algo.—¿Y si lo que me
Derek MontenegroHacía un día que habíamos regresado de nuestro viaje. Una vez más, Eloise recibió una invitación de su hermano para salir. Intenté mandarla con Benjamín, pero solo me lanzo una advertencia de que se marcharía si lo hacía... y como un perro bien entrenado, cumplí. Ella poco a poco se estaba convirtiendo en mi dueña, su deseo era el mandato que cumpliría sin pensármelo dos veces. Al prever que ella lo identificaría, opté por enviar a un hombre de nuestra confianza para observarla de lejos.Nos encontrábamos en un pequeño bar de mala muerte donde solo se utilizaba para reuniones clandestinas de mis propiedades. El cantinero mezclaba las bebidas sin prestar atención a nuestra presencia, como si no nos hubiera notado a su alrededor. La escasa luminosidad del sitio apenas alcanzaba a alumbrar la mesa de madera en la que nos encontrábamos congregados. La tensión se podía sentir en el ambiente, el olor embriagador a whisky impregnaba el aire. Mi expresión era completamente frí
Tras conducir por un buen rato hastas dirigirnos a la hermosa edificación llena de colores cerca de la costa del mar. La noche estaba impregnada de luces resplandecientes y risas sonoras de los empleados, otorgando al parque de atracciones un ambiente encantador. La apariencia de todo había cambiado por completo, como si los tonos brillantes de las atracciones se hubieran animado y me estuvieran llamando a sumergirme en un universo lleno de entretenimiento. Derek había alquilado todo el lugar solo para nosotros, y la sorpresa aún burbujeaba en mi pecho mientras girábamos alrededor de una noria iluminada que desafiaba el cielo estrellado. —Parece que estás feliz —comentó Derek escudriñándome con detenimiento y tras unos segundos solo sonrió levemente al verme reír como una niña. Las palabras que escuché me hicieron sonreír aún más. —¡Estoy demasiado feliz! —exclamé, contagiada por la emoción. —Siempre he querido montarme en eso. —Mostraba entusiasmo absoluto al ver la montaña rusa.
Un hombre me llevaba a rastras hacia una camioneta, pateaba con todas mis fuerzas pero no lograba soltarme. Con fuerza, mordía su mano provocando que liberase mi boca por unos segundos los suficiente que use para gritar con fuerza.—¡Derek, ayúdame!Al emitir mi grito, pareció que desaté a una criatura que se volvió velozmente para observar cómo me llevaban arrastrada. Con una elegancia que infundía temor, sus ojos azules se volvieron gélidos al cambiar el cargador de su arma y empezar a disparar en mi dirección. El sujeto que me había arrastrado me arrojó con gran facilidad hacia la parte trasera de una furgoneta. Después de cerrar la puerta, percibí un golpe fuerte y la furgoneta empezó a moverse. Trataba de disimular mi temor, a pesar de que mis manos temblaban observaba a mi alrededor. Desde arriba, una luz iluminaba el lugar permitiéndome distinguir la presencia de unas sábanas. Un ruido penetró en mis oídos, percibiendo que surgía de la estática que resonaba en el parlante, caus
Desperté un poco confundida, abriendo los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz del lugar en el que me hallaba: la habitación de Derek. Mis sentidos se intensificaron, mi respiración se aceleraba mientras evocaba todo lo sucedido. Gritos, sangre, unos ojos vicerales. Desde lejos, pude oír cómo la puerta de la habitación se cerraba con un sonido metálico, dejándome atrapado en un silencio cargado de tensión. ….Derek estaba ahí Después de un breve instante, giré lentamente la cabeza con delicadeza y percibí que estaba cubierta por la sábana... y en una esquina pude distinguirlo claramente de pie frente a la ventana, con la luz de la luna iluminando su silueta. Emergía de la oscuridad, con una mirada helada, un semblante tan duro como el diamante y una presencia imponente. Me sentaba en la cama, percibía cómo poco a poco se aproximaba hacia donde yo estaba. La presencia que emanaba era tan impactante que recordaba a la de Lucifer a punto de arrebatarme el alma.—Necesitamos te