Capituló 61

—¿Todo anda bien? —preguntó confundido.

—Sí, porque no debería —dice acercándose a mí hasta llegar a estar a pocos centímetros de mí y colocando sus manos en mi pecho.

—Te recuerdo que estos días has estado evitándome como si yo fuera la peste —le recordó, mirándola con seriedad.

—Ah, te refieres a eso —mencionó—. Solo estaba muy confundida y comprendí que no debía negarme a lo que es más que evidente.

Sus palabras suenan como una invitación tan evidente, sonrió, y es que, desde que vi a mi linda Mía, he querido estar con ella. Sin embargo, tengo la duda de que algo pasó en estas horas; no soy tan tonto para creer en eso. No obstante, si ella quiere jugar, entonces juguemos.

—¿Y a qué te refieres con evidente? —indagó con malicia, aunque dentro de mí sé qué es.

—Me refiero a esto —mete sus manos dentro de mi pecho, jugando con algunos vellos de esa zona, bajando poco a poco, abriendo cada uno de los botones de mi camisa hasta dejar mi torso al descubierto.

Ella continúa
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP