Se acerca mi corazón late a mil por segundos, casi muero ese chico es lindo, su mirada es seductiva, es lo que me encanta de él.
—Tome, ya esta lista su cena, tenga cuidado a la hora de irse, recuerde que una sonrisa hace feliz a todos —su voz se vuelve tan apasionado, en sus ojos esta el deseo, se que mira mi boca.
—Gracias —le miro con ojos penetrantes.
Me levanto y abro la puerta, y me meto a mi automóvil y me voy, a ver a mi esposo, esa cara de limón, bueno para nada, que solo sirve para juzgarle a uno, el no me quiere, no se porque sigo con él, quizá por que soy su sumisa, me trata como un perro, me da cosa sinceramente luchar con todo este lio.
Abro la bendita la puerta de mi casa y me encuentro con mi esposo, suspiro, la verdad no me siento querida por él, siento que me falta algo, mi mente y corazón, me dicen que el me engaña, no sé porque el me trata tan mal, esa es mi furia, yo necesito un hombre de verdad.
Martin, que esta tirado en el sofá viendo televisión, sé que me ha escuchado entrar por la puerta, pero siempre se hace el que no me ha escuchado entrar, eso me hace sentir como si yo no existiera, me aclaro la garganta y digo—Corazón por fin estoy en casa, tuve un trabajo largo, y traje la cena, pase por un restaurante, donde venden comida deliciosa y también es económico.
Martin mueve sus ojos directamente a mi examinándome de pies a cabeza, su cara releja enojo, y sus mejillas están rojas, con el ceño fruncido, indica rápidamente con su dedo donde quiere que ponga la comida, y no dice nada, esta callado, se acerca a la barra des ayunadora, y empieza a olfatear la comida, como que, si lo que trajera, fuera comida envenenada, eso me da tanta colera.
—Angela, mi amor, que se supone que es esto, vienes tarde a casa, y encima me traes una comida que no me gusta, es comida mexicana es enserio, esto es demasiada comida, y aparte siento que esta fea. Huele feo, esto esta todo lleno de grasa, quieres que engorde o que ondas, y mira la hora que llegas, estas no son horas, te estaba esperando, ni eso puedes hacer, acaso no sabes que hay alguien esperando en casa —me reclama, con su cara de enojo, la misma cara de limón, y encima amargado —responde Martín.
—No se a que te refieres, yo te traje la comida, deberías agradecer, que hay dinero, que hay comida, otros no tienen ni para comer, no seas inconsciente, deberías darme gracias, de que tu esposa trae comida a la casa, otras viejas no se mueren por sus hombres, para cocinarles, lavarles ropa, hacerles comida, comprar la comida, planchar, ninguna vieja hace eso con sus maridos, yo lo hice por amor, pero por lo visto, a ti no te basta, no se que quieres, me estoy cansando de ti, de todo, trabajo duro, y todavía el sábado te lavo ropa, tu no haces anda por mí, cuando me haz cocinado, me haz mimado, no me haces nada, no me haces el amor, y eso me frustra, eres un bipolar de primera, siento que me estoy disecando —respondo molesta, sacada de queso, con mi cara roja que parece un tomate.
—Pues ese es tu trabajo, eso hacen las mujeres, así que no te quejes, estas para que me atiendas —me responde molesto.
—No soy tu sumisa —respondo molesta.
—No me estreses, enserio estamos teniendo esta conversación —me responde poniendo sus manos en forma de puño.
—Que me vas a pegar, por que si me llegas a pegar te juro que te denuncio, por maltrato a la mujer —respondo enojada, mi paciencia se agota.
—Estas para satisfacer mis necesidades, para eso me sirves, en el sentido de cocinar, lavar, planchar, pero como siempre trabajas, no tenemos tiempo de sexo.
—La comida se enfría, lo que no se caliente se muere —respondo en doble sentido.
—Estas mal, no sabes ni lo que quiero fíjate —responde el agarrando mi cintura.
Le retiro sus estorbosas manos y le digo —No es cuando a ti te de la bendita gana, es siempre, no soy tu juguete, me estas lastimado no te tolero—respondo.
—Estas loca, te hago un favor, ves tu ni siquiera haces bien el sexo —me responde frustrado.
—Quieres que meterla en mí, pues aguántate mal agradecido —le respondo.
—Estas volviéndote sata, me entiendes, mañana hablamos de esto, tengo hambre, no sabes lo que me gusta —me responde mientras traga saliva.
Lo mire directamente a los ojos y le dije, por una vez a la semana que compre comida , no se va a morir uno , aparte que no seas mala onda conmigo , entiende que tengo trabajo muy demandante, no lo dejare, solo porque tu estas armándome la escena, que para tu información no eres tú quien me busca para sexo, siempre soy yo y nunca quieres, ahora te aguantas, sabes qué pasa con mi trabajo que si no cumplo con este trabajo , me echan , y yo si quiero mi asenso , tienes que hacer mas agradecido conmigo , soy responsable , trabajo , lavo tu ropa , barro , trapeo , te pongo comida para llevar al trabajo , y eso para ti no es suficiente , que paso con el hombre que me enamore ¡joder!, no lo veo , no lo reconozco , no se ya quien es , me estas tratando como basura . ¡Joder! ¿Qué tanto me ves dime?.
Martin me dice:—Angela, pasa que estas gordas, se me hace que ya subiste de peso, por andar comiendo tanto, esas porquerías que deberías dejar, no me gustan las gordas, así que ponte hacer ejercicio y come más sano —Me dijo como si no le importara mis sentimientos, solo me vio de pies a cabeza.Inmediatamente volteé los ojos, los rodé, trago saliva, conteniendo el nudo en mi garganta y le dije—No puedo creer que me estás diciendo eso, ¡coño, como te atreves a decir esas falsedades!, tu sabes que no es cierto, solo es por molestarme ¿Verdad?.Martin mi miro, arqueando la ceja —perdón, pero estas trabajando como modelo de ropa, te tienes que ver delgada y bonita, como piensas ganar con esas lonjas, así nadie te va a querer, la imagen lo es todo.Me muerdo el labio, para no discutir apretó mis manos en forma de puños y digo —Pueda que tengas razón, que disfrutes tu cena —Aparto la mirada.—Siéntate vamos a
Al día siguiente me levante tranquila, fui por mi toalla, y me dirijo a la regadera a darme un baño, luego me cambie, y trate de ponerme ropa decente, que al menos me hiciera ver como soy, guarde mi pan y camiseta para ir al gimnasio y cambiarme de ropa.Bajo las gradas de mi casa, y veo a Martin, con el bendito celular, el levanta la mirada diciendo —Buenos días querida, ¿Qué tal dormiste?, te vez esplendida, ¡te pasa algo! —Me exclama arrepentido.No le respondí lo ignore, como él lo hace conmigo, me dirigí al refrigerador, a sacar una manzana, esperando que Martin dijera algo respecto a mi desayuno y era de esperarse.Martin me miró fijamente—Oye solo eso vas a desayunar, quieres que te prepare unos panes con frijoles.—No hace falta Martin, déjame tranquila, me estas estresando, largo de mi vista, comeré solo manzana, déjame en paz que no estoy de humor —contesto malhumorada.Martin se ace
—muévanse, hola, abran la puerta, ya ¿terminaron el trabajo que pedí hace una hora? —Pregunta el jefe.A como pudimos respondimos.—Si, claro, solo arreglamos unas cosas en la oficina —responde Felipe mientras se pone la camisa y el pantalón, y yo mi vestido mi calzón y hasta me arregle el cabello.—Abran la puerta pues, no se porque la tienen llave —responde molesto el jefe.Felipe hace como que la chapa no funciona para que de mas tiempo en terminar de ponerse el pantalón.—Se travo la chapa, no podemos abrir —dice mientras se pone el pantalón.—Exacto la chapa tiene un problema —respondo, intentando abrir la puerta actuando, aunque no sea real.Fin del flashback.—¿Estas escuchando lo que te dije? —Me pregunta curiosa.—¿Qué? —Pregunto confundida, después de salir del excitante recuerdo.—¡Tier
yo me quedo disimulando su abdomen ¡dios! Que hombre tan perfecto, esos músculos, por dios, ese abdomen divino mientras esta reposando en la silla, se ve muy sexy no me quejo, como si fuera poco no se que se me cruzo por la mente, que hizo que me moviera un poco mas para ver el grosor de sus labios que lo tapaba el papel, justo en ese momento pierdo equilibro y coño me caí de nuevo que vergüenza.Me sujeta del brazo y me agarra la cintura, en ese momento sentía que me desvanecía en sus brazos, de la impresión, el tiene ms cara de aflicción que de felicidad.—Que te revise un doctor, no puedes andar perdiendo el equilibrio así por así, llamare un doctor, aquí es gratis y lo tengo cerca, para que te revise, tambien chequearemos tu peso —me responde con voz tierna.—Estoy bien, no es nada, no necesito un doctor —le conte
1 hora después nos fuimos para el hotel que reserve con una cama, entramos al hotel, Walid es todo un caballeroso, de cena me pidió unas lasaña de verduras, con queso, y unas galletas sin azúcar, con un licuado nutritivo de banano, la comimos suspire, lo estaba viendo, y me gusta, realmente es atractivo, mis pensamientos volaron hasta que, Walid derramo accidentalmente un poco de su jugo, me dio risa, el se levanta de la silla, yo le ayudo a limpiarlo con la servilleta, y pues me acerque más a él.El me esta viendo mientras le limpio la camisa con la servilleta, me sonríe, casi me habal con su mirada, y me da un beso, y yo le devolví el beso.Nos fuimos a la habitación de hotel, estaba pronta a quitarme la ropa, pero tenía pereza de hacerlo, quería que alguien me quitara la ropa, lento y despacio.Llame la atención de él.&n
—Me parece excelente empecemos con tu clase. 35 minutos después estaba empapada en sudor debido a al cardio, Walid me pide que agarre las mancuerdas y haga pesas sobre mi cabeza tres rondas de 10 repeticiones, abrí mis ojos, y me mentalice que todo en esta vida hay que tener un esfuerzo, para conseguir lo que uno quiere. Agarro esas mancuernas las elevo y escucho su delicada voz diciéndome—Estas doblando mucho los brazos hacia atrás, déjame ayudarte, se acerca a mi y a todo esto mi corazón era una locura se puso atrás de mí. Walid—¿Te importa si te toco? —me responde.Yo me derrito ante su voz.—eeemmmm……. Si por favor ayúdame le dije algo nerviosa.—Solo relájate y deja que te ayude linda. Sus enormes manos rodean mis antebrazos, asegúrate
—¡Mierda! —responde Martin.Mujer desconocida—¡Joder!, la embarramos. Automáticamente grite—¡Mierda que hacen coño!.Martin se quedó sorprendido al verme con el vestido rojo, mis tacones, mis labios pintados, el cabello planchado, se quedó examinándome, completamente y soltó su veneno.—Coño estas hermosa, no es lo que parece cariño, esto no es real, es tu imaginación, no pasa nada, Angela, neta esto no es real, es un holograma —responde Martin.—¡Coño , no seas sínico! , te crees que soy idiota o que ,no me hagas reír , que soy capaz de darte una patada en los huevos que tienes , o es más cortarte el pene y listo , para que no te queden ganas de andar cogiendo a esas viejas sucias , o se te olvido lo que dijiste aquella noche , que nunca harías sexo salvaje , que no pasarías de carisias , y lo que están viendo mis ojos es una loca trepada encima tuyo , como te atreves , y no me mires así , y eso que estoy vie
conozco, con el que la pase rico aquella noche, no se si me usa, o me ama, yo solo quiero sentir calor.Walid seguía abrazándome, luego saco un pañuelo de su bolsa del pantalón y me seco las lágrimas, yo estaba con el corazón a mil por hora, misteriosamente, deje de llorar, es como si ese vacío que sentía, lo hubiera curado Walid, no hacía nada ilegal, es simplemente, que estaba sola. Walid me vio a los ojos profundamente, tomando mi mano, se quedo viendo mis dedos, y vio que el anillo no estaba, lo sabia por que el anteriormente me había examinado, me acaricio mis dedos, hasta que me calme, me quede dormida en sus brazos, lo ultimo que sentí fue un beso en mi boca, sus labios carnosos, suaves y ricos, que hombre para poner mi mundo de cabeza.Al dia siguiente me fui al trabajo, no hable con casi nadie, me concentre en trabajar y olvide ir al gimnasio, sintié