No sé si esto es bueno o malo, solo sé que necesito el dinero y el trabajo, aunque estar siempre preocupada por algún día toparme con él, me mata.Hace ya una semana que trabajo en el Bufete Tuan, jamás imaginé que también le perteneciera a Marcus, siento que cada vez más, se me hace imposible alejarme de él, siempre de una u otra forma las circunstancias nos unen. Por suerte o tal vez no mucha, él no trabaja como tal aquí, más bien es una especie de fachada para sus negocios, aparte de que el abogado Tuan es su mano derecha en todos los asuntos legales. No me quiero involucrar mucho y menos saber más de lo debido, así que no hago preguntas, solo obedezco.Cuando tuve mi entrevista de trabajo con Víctor, (como me pidió que lo llamara aún con mis réplicas), me reconoció al instante. Mi primer pensamiento al saber a quién pertenecía el Bufete fue negarme a trabajar aquí, pero Tuan es muy persistente, curiosamente sabia mis razones, la única, Marcus, alegó que su amigo no concurría en el
Si lo sabré yo. Tal vez su relación sea muy resiente y Liz no sepa sobre la chica que vive con él, decido dejar la conversación de lado y por fin ponerme a trabajar. Levanto la bandeja con los aperitivos y me dirijo hasta la sala de juntas, escucho murmullos y cuchicheos entre ellos cuando entro sin avisar y me dirijo hasta la mesa donde pongo la bandeja y acomodo todo de nuevo, entonces no escucho nada, todos guardan un silencio extraño, me giro lentamente y me siento cohibida cuando todos solo me miran a mi. Mi vista recorre a los seis hombres deteniéndome a observar a una persona en particular y en sus ojos negros penetrantes mirándome sin disimulo, con su mandíbula tensa. Mi cuerpo flaquea y mis piernas parece no responder al saber que Marcus está ahí. Todos observan expectantes como la extraña escena entre el y yo se desarrolla, no hay nada más allá que solo miradas, pero es suficiente para sentir la tensión en el aire. Con mucho esfuerzo mis ojos se desvían hasta los de Víctor,
-¿Estás embarazada? -Sus palabras suenan una y otra vez en mi mente.Estoy dentro del ascensor esperando impacientemente que las puertas se cierren y pueda huir del lugar, pero no es tan fácil. Nunca es fácil con él y entra antes de que pueda escapar.-Catherine, responde. -Aprieta la mandíbula y me exige molesto.El ascensor se detiene y espero a que esté se abra para salir corriendo, pero Marcus es más rápido y presiona el botón de alto total para que quedemos atrapados. Bajo la mirada y niego. Agradezco que sea así, no puedo ni imaginar que habría pasado si mis sospechas hubieran salido ciertas, su actitud solo me hace saber, aún más, que yo jamás tendré oportunidad con él y un bebé sería un terrible error. Me toma entre sus brazos y me abraza cubriendo por completo mi cuerpo.¿Qué hace? -Mi Catherine -me llama dulcemente y besa mi cabeza, estoy totalmente confundida.Marcus está actuando tan extraño que no comprendo nada, jamás lo hago. Me zafo como puedo de sus brazos, pero él n
-Después de que te fuiste, Marcus se puso furioso y le gritó a todo el mundo, mucho más a Sasha, jamás lo había visto tan enojado con ella... Le dijo a Víctor que te llamara para que volvieras, pero al parecer no tienes celular. -Me encojo de hombros. ¿Marcus furioso? Es algo que mis ojos ya han tenido la oportunidad de ver y no me agradó en lo absoluto, pero que Marc diga que no es habitual en él, me sorprende.-Pues que considerado por venir a decirme todo esto. Mensaje recibido así que ya puedes marcharte. -Actuo con indiferencia, aunque por dentro quisiera preguntar como esta Marcus, que ilusa soy, pero a pesar de que lo sé, no puedo dejar de sentir esto.-Eres muy testaruda. ¿No te lo han dicho? A pesar de que no lo parezca, creo que no mereces esto, sufrir por la enfermedad de tu mamá y matarte trabajando por un sueldo miserable que no te alcanza ni para comer. -Alzo una ceja un poco ofendida.-Oh claro, vivo en una burbuja de jabón y es por eso que necesitaba que me recordaras
-Estaré más tranquilo si alguien más te revisa. -Su mano aprieta un poco la mía, se nota ansioso y preocupado-. Solo déjame hacer esto. ¿Si?. -Sonríe y eso me basta para no seguir objetando.Pasamos unos cuantos minutos en silencio, no tengo nada en concreto que decir que no sea pensar en lo feliz que me encuentro... quien diría que en este momento estaría con él hombre que me vuelve loca. No puedo creer que él en verdad quería que estuviera embarazada, solo para tener una escusa para tenerme a su lado, no sé que tan sano sea ese pensamiento y la verdad es que me causa un poco de gracia. ¿Necesitaba una escusa?... Me hubieran bastado unas cuantas palabras para aceptarlo. Son tantas cosas que tengo que procesar como el hecho de que crea que cuando lo conozca mejor huiré de él... no es que yo este de acuerdo con lo que hace, pero si hablamos de un mafioso no es difícil imaginar que cosas horribles ya ha hecho, tampoco podía llegar y decirle que cambiara todo eso por mi. Aunque la verdad
Río fuerte, debe ser una broma, pero Marcus no se inmuta para nada, viéndome extraño.-¿Si estás escuchando lo que dices?... No dejaré de trabajar... No ahora que tengo que trabajar más que nada para pagar el tratamiento.-Tú eres la que no escucha nada. -Ruedo los ojos, se a que se refiere y no estoy dispuesta, no lo permitiré-. Yo me haré cargo de todo, solo ven conmigo.Me muerdo el labio con frustración. ¿Quiere que viva con él? Apenas nos conocemos y si esto no funciona, ¿Si él y yo no funcionamos?-No. -Mi respuesta lo deja en jaque, no se lo esperaba, pero mi decisión es definitiva- No sé con cuántas personas hayas estado antes, pero creo que tu posición te deja pensar que puedes tomar todas las decisiones y no es así.-Claro que lo es... ahora eres mía. -Hubiera preferido que utilizara esa termino en otras circunstancias diferentes y no en esta.-No soy un objeto, además no puedo permitir que me mantengas como si fuera una inútil, no quiero ser tu problema. -Gatita. -acaricia
Suelto un suspiro cansada y retomo la marcha a la mesa 3. Llevo en mi mano la charola con un par de desayunos completos. Los entrego con amabilidad y regreso a la cocina en busca de otro pedido de comida, así paso toda la mañana, rodeada de gente, llevando comida de aquí para allá. Al final de mi turno no siento los pies, pero no puedo descansar, ya que voy corriendo hasta la clínica del Doctor Silver donde trabajo de intendente de dos de la tarde a ocho de la noche. Termino muerta.Antes de irme a mi tercer trabajo, me cambio en el baño de la clínica, me pongo ropa un poco más ajustada y peino mi cabello soltandolo sobre mis hombros. Uso un poco de maquillaje, donde voy lo necesito.—¡Nos vemos mañana Doctor Silver! —Me despido tomando el sobre de mi paga.—¡Nos vemos Cat! —Escucho antes de salir.Ocho y media de la noche, me encuentro en el centro nocturno MUNBAI, donde sirvo tragos. El ambiente se encuentra tranquilo por el horario, pero no tarda en llenarse de gente. Saco de mi m
Tomo un taxi, ya que a esa hora los autobuses ya no pasan, tampoco es que viva muy lejos, pero estoy demasiado cansada para caminar. Gastaré un poco de dinero en el pago del transporte, pero aun así no he completado para la renta y le ruego a todos los dioses para no toparme con la señora Saltzman. Cuando llego al edificio de cuatro pisos, me adentro sigilosamente por las escaleras, estoy a punto de llegar a la puerta del departamento cuando escucho la voz de mi arrendadora.Mierda, me quedo estática.—¿Catherine, ya tienes mi encargo? —Se escucha molesta.—Aún no señora Saltzman... Pero prometo tenerlo mañana. —Estoy dándole la espalda, no quiero voltear y encontrarme con su rostro furioso. Da mucho miedo cuando se encuentra en ese estado.—¡Mañana, Mañana! Eso me dijiste hace una semana... Si no tengo el pago mañana a primera hora te echaré a ti y a tu madre a la calle, no me importa que esté enferma, esto es un negocio no una casa de beneficencia. —Me sobre salto cuando azota la pu