Llegue a casa absorta en mis pensamientos, de verdad había sido un día con demasiadas sorpresas y lo peor era que ese apenas era el comienzo de todo un año escolar, sin duda alguna no sería como los demás años, sabia en el fondo que le daría un giro inesperado a mi vida , pero no sabría si para bien o para mal, trataba de no pensar mucho en el asunto, pero no podía dejar de repetir una y mil veces mas la imagen de él salvándome de caer de las escaleras, junto con la sensación que se extendía por mi cuerpo al momento de envolver sus manos en mi cintura, sus ojos clavados en los míos y sus fuertes brazos , podía sentir su aroma impregnado en mi nariz.
Sin darme cuenta llevaba media hora metida en mis pensamientos mientras estaba recostada sobre mi cama, Melody me mataría por llegar tarde así que solo usando las calcetas y mi ropa interior decidí levantarme, coloque mis pies sobre el tapete , rápidamente me quite las calcetas, colocándome un jean negro, una remera de color azul y ajustada, junto a unas botas de combate color negras, en verdad que estas botas eran una maravilla podía combinarlo con casi todo, además que las mías en la punta eran de acero pero eso nadie lo sabría a menos que tuviese que defenderme, viviendo sola estaba expuesta a infinidad de peligros, creo que toda mujer debe saber o mas bien merece recibir educación sobre como defenderse de un agresor, con las botas puestas ya, estaba completamente lista, tome algo de dinero de mi sitio secreto , un bolso pequeño, iba demasiado retrasada , conocía a Melody a la perfección sabiendo que estaría molesta por el retraso, ambas odiábamos la impuntualidad de sobre manera, comencé a caminar a paso rápido para llegar cuanto antes.
Cuando llegue ella ya se encontraba en el lugar, pero nada molesta, estaba hablando con un chico castaño y alto de hoyuelos dulces y sonrisa encantadora, no dijo nada y rápidamente llego a donde yo estaba, sin decir nada corrimos juntas a buscar un taxi, en verdad estaba pensando en comprar un coche, sabia conducir y algunas veces era muy agobiante no encontrar un taxi disponible, hoy había sido la excepción, encontramos uno disponible además el conductor era muy gentil, rápidamente llegamos al centro comercial e ingresamos de lo más felices.
Después de ir al cine , ver una película de terror y de que Melody casi mojara el asiento por el miedo de la película fuimos a comer alitas y pizza , al final queríamos un postre y optamos por un helado, íbamos camino a casa, había sido una tarde genial, entramos en una sala de juegos donde saltamos, reímos y casi lloramos, al llegar a casa ingrese las llaves para abrir la puerta , deje que entrara Melody primero para yo cerrar la puerta, ella rápidamente corrió escaleras arriba, a mi habitación donde rápidamente entro a mi armario, a simple vista parecía un closet normal y pequeño, pero al abrir las dos puertas y jalar un poco las repisas había otra habitación atrás, era algo oculto como de esas casas de mafiosos que cuentan en los libros y documentales , a excepción de que mi casa no era una mansión ni estaba en un suburbio para millonarios, dentro de la habitación todos los alrededores estaban llenos de ropa perfectamente colgada , cubriendo así las paredes con las prendas, la pared del fondo tenia un estante con zapatos de todo tipo, justo al lado estaba situado un espejo de dos metros de altura, en medio de la habitación había accesorios como bolsos, joyería, etc, imaginen una especie de buotique, donde encontrarán diversos artículos. Esta habitación solo me hacia recordar cada día quien era yo y cual era mi propósito, Melody estaba tan emocionada rebuscando entre las prendas, esta sin duda alguna era la parte favorita de venir a mi casa, en cambio para mi no era nada más que tela.
-Melody en lo que buscas algo que ponerte me iré a duchar, para que después entres tu a la ducha en lo que yo me visto ¿te parece bien? - pregunte sin separarla mucho de encontrar su atuendo ideal, esta sin duda seria una noche muy desequilibrada.
-Claro, no sabes lo mucho que me encanta tu armario si por mi fuera viviría en él, tienes tantas cosas demasiado hermosas, muchas de ellas o la mayoría sin usar, me alegra infinitamente que seamos la misma talla, ¿cuándo me dirás de donde sacas tantas cosas? y sobre todo porque son super costosas. - decía al tiempo que se aferraba a un abrigo mientras arqueaba una de sus perfectas cejas.
Mí actitud cambio de actitud fue radical, mi experesión fue de completa seriedad, no me gusta hablar sobre como tengo tanta ropa o sobre el dinero, ese era uno de mis mas grandes secretos, opte por simplemente ignorar la pregunta, conocía a Melody sabía que lo intentaría y eso era muy peligroso, además su familia muy conservadora, no quería verla dar un mal paso y que con ello cometiera un grave error y arrepentirse toda su vida de ello.
-Bien me voy a duchar, elige lo que más te guste. - solamente fui capaz de dar media vuelta sin decir nada más, ella comprendía muy bien mi silencio y solo continúo rebuscando entre los vestidos.
Entre en el baño quitándome la ropa y haciendo sonar a Mozart una vez más hasta llegar al punto de relajarme, aleje de mis pensamientos a el nuevo profesor, él es tan diferente a todos los hombres que eh conocido a lo largo de mi corta vida, no busco desvestirme al segundo, además de que saco a flote algo nuevo en mi, que no había experimentado antes, cuando termine me envolví en mi toalla y me dispuse a salir, Melody estaba aún en el armario buscando con desespero.
-y bien ¿ya has elegido algo? - Le dije mientras le dedicaba una gran sonrisa, su emoción podía contagiarme al instante.
-Aun nada, es que todo es tan hermoso, que aún no sé qué usar, cuando creo encontrar el indicado encuentro otro aun mas divino. - decía al tiempo que me mostraba un montón de vestidos que había descolgado.
-Entra a ducharte y ahora te ayudo a escoger algo y tú me ayudaras a mí con el peinado, así estaremos a mano. – asintió frenéticamente al tiempo que se fue dando de saltitos a tomar la ducha.
me coloque la ropa interior, era de encaje rojo, me di a la tarea de buscar entre los vestidos y rápidamente saque un hermoso vestido negro con un buen escote, busque unos tacones entre los estantes y los encontré eran perfectos de tacón alto, negros con varias cintas plateadas alrededor del tobillo con una apertura en el frente, hacían juego con el vestido y los accesorios en tono plateado que decidí usar, los cuales consistían en unos pendientes largos y una delgada cadena larga haciendo lucir a un mas el escote, tome un bolso de cadena y estaba lista, solo hacia falta acomodar mi cabello y algo de maquillaje , realmente solo lo usaba para verme algo mayor y me dejaran entrar sin problema.
Melody venia envuelta en una toalla canturreando alguna canción pop que no reconocí,
- ¿Lista para buscar tu vestido? – dije al tiempo que hacia una reverencia con mi mano.
-Mas que lista quiero algo que me haga ver sensual, quiero que todos los hombres del sitio se vuelvan locos por mí al verme. - sabia perfectamente lo que ella estaba buscando, aun que no amara cada prenda de este lugar, técnicamente tenía recuerdos con cada una de ellas, hasta con un simple par de pendientes, todo aquí tenía una historia escrita.
Rápidamente rebusque entre las prendas, y saque un vestido verde esmeralda completamente ajustado y corto era de manga larga, al frente solo dejaba ver un poco el escote y por la parte de atrás dejaba ver por completo la espalda desnuda.
-Oh mi dios es hermoso y justo lo que buscaba. – decía estupefacta al tiempo que acariciaba el vestido.
Dejo caer la toalla quedando en ropa interior, mientras se colocaba rápidamente el vestido, se observó detenidamente en el espejo al tiempo que se giraba mientras se admiraba, saque el bolso y los tacones a juego, la verdad es que aquí toda la ropa venía a juego con los zapatos bolso y accesorios, le entregue unos tacones plateados hermosos y un bolso de mano plateado con adornos verde esmeralda se lo coloco de inmediato para pasar a admirarse una vez más.
-Es perfecto en verdad Angy, bien se nos hace tarde así que a maquillarnos y ver que hacer con estas melenas. - saque el maquillaje que tenía me aplique el delineador negro arriba y encima uno color plata , mis ojos lucían más grandes de lo habitual , después aplique mascara para pestañas varias capas hasta lograr ese efecto de pestañas postizas, arregle mi ceja y un labial rojo intenso, cuando yo termine de maquillarme Melody había terminado hasta de peinarse, era muy rápida en eso, lo hacía a diario, me invito a sentarme en una silla y aliso mi cabello, ahora se veía más largo de lo habitual, opte por recogerme unos mechones hacia atrás, por detrás de mis orejas, dejando lucir los pendientes, esta tarde había gastado una suma baja de dinero, sabía que ahora iríamos a un lugar costoso y que si los chicos no pagaban nuestras copas, pagaríamos nosotras, cuando Melody comenzó a bajar los escalones corrí a extraer 1500 dólares y los 285 dólares que me habían sobrado, no importaba en realidad gastar esa cantidad dinero o la suma que fuera necesaria, cada semana eran más grandes los ingresos, lo guarde en mi bolso.
rápidamente, baje con sumo cuidado de no caerme por los tacones, metí mi celular en el pequeño bolso sin olvidar las llaves, caminamos una manzana recibiendo silbidos y piropos entre otro tipo de comentarios, sin duda alguna buscaría comprar un auto aunque fuese de segunda mano , encontramos un taxi al que abordamos enseguida, Melody le indicó la dirección al chofer, 25 minutos después por fin logramos llegar, había algo de tráfico y la noche era sumamente oscura, el lugar se encontraba muy lejos de casa, bajamos con un tanto de desconfianza pues el lugar era nuevo para nosotras, pague el taxi 35 dólares, hicimos la fila que era algo extensa, en ella había todo tipo de personas, nos observaron de arriba abajo toda nuestra ropa, era de diseñador por lo tanto era costosa, así que pensaron que éramos niñas ricas como los clientes que acostumbran a atender, nos dejaron entrar y todo en el lugar gritaba lujo, enseguida Melody se abrió paso en la pista comenzó bailar de manera provocativa y la seguí, al final éramos 2 extrañas rodeadas de extraños , nos abrimos paso, Bailando en la pista cerré los ojos y me deje llevar por la música, ajena a cuanto llevaba dejándome guiar por el ritmo, un mesero se acercó a mí , me entrego una copa de champán y me susurro el caballero le manda este obsequio señalando con el dedo a una mesa más privada, había un hombre alrededor de los 35 años de ojos azules con un costoso traje alzó la copa en mi señal , esbozó media sonrisa igual yo también la levante y le obsequie una sonrisa un tanto sensual.
señalo con su mano que me acercara, busque a Melody con la mirada, se encontraba con un tipo bebiendo y bailando de lo más relajado, así que subí a paso lento pero firme , mientras sacaba a flote mi más sensual de las sonrisas, al final me coloque frente a su mesa donde se encontraba el tipo, rápidamente me ofreció una copa, tire la mitad del trago en un adorno que se encontraba a mi lado y solo fingía dar pequeños tragos, no quería beberlo, no confío en nadie que me brinde cualquier tipo de bebida, talvez pueda tener alguna droga o algo por el estilo, se pone de pie de manera un tanto lenta, dejandome observarle a detalle es muy alto en verdad, de físico atractivo, ojos azules, me saluda con una mano la cual tomo con algo de recelo.
-Mucho gusto mi nombre es Alessandro, debo admitir que eres mucho más bella de cerca, aunque de lejos se te veía muy bien mientras bailabas, cautivas a cualquier hombre, que seria capaz de enloquecer por ti.
Me guiño un ojo, sin lugar a dudas era un hombre que solo buscaba quien le calentara la cama esta noche y por supuesto que no seria yo, el me diría todo lo que cree que yo quiero escuchar.
-Mi nombre es Angelique, el placer es mío, gracias por la copa, fue usted muy amable al invitarme a subir. - Le dedique mi sonrisa más sensual mientras le miraba directo a los ojos.
-Angelique un nombre hermoso, para una chica hermosa. – dijo al tiempo que acariciaba su copa de manera lenta, dejando ver su dentadura blanca al sonreírme.
-Me hace sentir usted halagada. – dije mientras posaba la copa en mis labios y fingía dar un sorbo, en ningún momento separé mis ojos de los suyos.
-no me hables de usted por favor, me haces sentir un viejo detrás de una dama como tú y me encantaría seguir halagándote por horas, tal vez y seas tu mi musa pérdida, aunque podría hacer mucho más por ti que simples halagos.
Tenia que alejarme de el de inmediato antes de que me pidiera acompañarlo, además de dejarlo con las ganas, seguramente pensaría en mi por la madrugada cuando se encuentre a solas.
-Tengo que ir a buscar a una amiga y supervisar que no se le hayan pasado ya las copas, fue un deleite coincidir hoy contigo. – mordí levemente mi labio inferior por una milésima de segundo, suficiente para incitarlo, di la vuelta después pretendía proceder a bajar las escaleras, no había dado si quiera un paso cuando su voz me detuvo en seco.
-Espera dame tu número de celular por favor, tengo que verte de nuevo.
Saco su celular, anoto mi número de inmediato, me despedí con un beso en la mejilla dejando que se inundara con mi aroma por breves segundos, rápidamente fui a buscar a Melody esperando que no se le hubieran pasado las copas , y sobre todo que el sujeto no haya intentado propasarse con ella, recorrí el lugar en busca de mi mejor amiga pero no había rastro de ella , en verdad estaba entrando en un estado de alarma imaginando todos los posibles escenarios en los cuales podría encontrarse, créanme ninguno de ellos era bueno, salí por la parte trasera con la esperanza de que estuviera aquí por cualquier absurdo motivo, encima de la puerta había un letrero de luces neón que avisaban la salida, al empujar la puerta hizo un tipo de chillido, al abrirla solo vi una especie de callejón, en el había tres sujetos golpeando a alguien que no alcanzaba a distinguir por la oscuridad, me acerque un poco y oh mi dios!!!!!!!!! Es mi profesor, los tipos arremetían con gran violencia hacia él, justo al lado de unos contenedores de b****a, algunas partes del suelo se encontraban húmedas y dada la poca iluminación que había en el lugar no lograba distinguir si era sangre u otro líquido, tenía que hacer algo, no podía permitir que continuaran golpeándolo de ese modo, creí que le matarían, el no hacia nada para defenderse del ataque de esos hombres, ellos a diferencia de él no poseían la musculatura que él tenía, ni siquiera parecían tener condición física.
Al final de pensarlo unos segundos más, decidí acercarme un poco más.
-Por favor paren de golpearlo. - les pedí tranquila y amablemente poniendo una mano sobre mi boca fingiendo horror por lo que presenciaba.
- ¿Quién eres tú dulzura? Pregunto un hombre de mediana edad, cabello negro peinado hacia atrás, tenia un absurdo bigote, un abdomen predominante se asomaba aun a pesar de la holgada camisa, el al igual que los otros dos pararon en seco de golpear al profesor, solo para devorarme con la mirada de pies a cabeza.
-Soy la novia del hombre al que están golpeando. - Señale con mi dedo índice al lugar donde se encontraba el cuerpo tirado del profesor.
- ¿Este borracho de m****a? Nos comenzó a insultar de la nada mientras bebíamos y no conforme con eso, golpeo a Marck. – el tono de voz del sujeto era bastante molesto ahora.
-Tuvo un mal día, no es que busque justificarlo, pero le eh dicho que no quiero casarme con él y le dio por beber, eh ido de bar en bar y cada centro nocturno que encontré, no saben lo culpable que me eh sentido todo el día. – dije fingiendo un profundo dolor mientras movía mis manos en forma de frustración, ellos parecían comprender mi situación y comenzaron a asentir mientras hacían algunas muecas.
Me acerque un poco mas al profesor con cuidado de que estos tipos no tuvieran malas intenciones conmigo, pero me dejaron acercarme sin problema alguno, en verdad que se veía en pésimo estado.
Estaba que me volvía demente con la situación, mi mejor amiga se encontraba desaparecida por el momento, ahora tenia al profesor en un estado inconsciente además de lo evidentemente golpeado, ni siquiera sabia que tan graves eran los golpes que recibió, sin contar que estaba en un estado de ebriedad severo, y no olvidemos a los 3 hombres con los que tenia que lidiar en estos precisos instantes. Esta sin duda seria una noche muy larga pero absolutamente sin tranquilidad.
-Tranquila lindura él está bien, solo algunos golpes en el labio y cayó al suelo por el alcohol, unas cuantas patadas en las costillas, nada de qué preocuparse, espero que eso le enseñe no a no meterse con quienes no debe, ¿ahora lindura vamos por las copas? ¿Olvidé mencionar la parte en la que les ofrecí tragos para compensar los daños? Bueno se los digo ahora, me encontraba pensando como deshacerme de ellos para buscar a Melody, y cuidar de que el profesor no se meta en mas líos por esta noche. -Claro que si caballeros, mi oferta sigue en pie, pero como verán no puedo levantarlo, es demasiado pesado, mis zapatos de tacón alto no favorecen en nada, podría ayudarme a ingresarlo dentro por favor, se los agradecería en verdad. – dije poniendo mi gesto más tierno. Ellos me examinaron de arriba abajo, de manera minuciosa. Después de que lo levantaron con algo de dificultad, lo condujeron dentro del lugar, yo caminaba detrás de ellos hasta a
Rápidamente baje por las escaleras para subirlo, pensé en quitarme los zapatos pero podría lastimarme con algo, al final de cuentas no conocía el sitio ni si había algunos objetos peligrosos, abrí la puerta del coche de la parte del copiloto, con grandes esfuerzos lo logre sacar apoyado de mis hombros, el estaba semi consiente por que lograba caminar con gran dificultad, cuando llegue al pie de las escaleras en verdad pensé dejarlo allí y retirarme, pero no tenía el corazón para verlo de ese modo así que tome la decisión de continuar hasta dejarlo en su cama. Por fin me situaba en el último escalón, el profesor pesa un montón, ya no puedo va como zombi viviente, al terminar de subir las escaleras apenas de haber dado un paso, me tomo por la cintura hasta quedar nuestros cuerpos unidos y sus labios tan cerca de los míos, con su mano libre la metió por debajo de mi nuca, levemente tiro de mi cabello logrando que mi espalda se arqueará, podía sentir sus labios rozar sobre
El profesor me sonreía de manera especial hoy, eso me removía un sin fin de emociones por dentro, porque sabía que yo no era buena para él, y no sabía lo que podía resultar de tener algo con él, después del desayuno me ofrecí a lavar los platos y utensilios, él se ofreció a secarlos, en esos momentos ambos nos dedicamos miradas además de alguna que otra sonrisa.-Gracias por el desayuno. - le sonreí-Es lo menos que puedo hacer por mí ángel de la guarda. - me devolvió la sonrisa de una manera más amplia.- ¿Su ángel de la guarda? - inquirí un tanto dudosa mientras arqueaba una de mis cejas.-Si Angelique, mi ángel de la guarda, porque eso fuiste para mí, me salvaste de ser golpeado de una manera brutal sin importarte que los tipos hubieran estado eb
El sonido de mi celular me saca de mis profundos sueños en verdad maldecía el hecho sin ver aun quien era, solo deseaba seguir durmiendo sin importar que ocurriera o quien fuera, no tenían derecho de alejarme de los brazos de mi amado Morfeo, pero mi curiosidad pudo más que mis deseos de continuar durmiendo, así que decido estirar la mano para ver de qué se trataba, extrañamente tengo un mensaje de un numero desconocido, instintivamente lo abro de inmediato. "Hola preciosa, no puedo de dejar de pensar en ti ni un segundo, me trastornas la mente desde que te conocí.” Tuyo Alessandro. "Alessandro pensé que no te pondrías en contacto conmigo, creí que me habrías olvidado" "Imposible olvidar tanta belleza" "Me halagas" Después de ese último mensaje apague el celular para que no volviesen a despertarme, quería dormir por mucho tiempo más, me encontraba exhausta físi
Comienzo a abrir lentamente los ojos, al hacerlo veo el techo de mi habitación volteo mi rostro para ver al otro extremo, observo a detalle como se encuentra sentado sobre la silla de mi peinador, puedo ver total preocupación en él, inclinado hacia el frente, al tiempo que reposa sus codos sobre sus rodillas y sus manos unidas a modo de suplica rozando sus carnosos labios, de inmediato levanta la vista hacía mí, pude notar como en su frente se formaron ciertas líneas. - ¿James? – inquirí con mi voz algo ronca, podía sentir la pesadez en cada extremidad de mi cuerpo, además de un dolor de cabeza insoportable, mi garganta se encontraba seca, sin duda alguna lo que me inyecto era demasiado agresivo para el sistema humano, no imagino que habría sido de mi si hubiese introducido en su totalidad la sustancia. -Angelique has estado inconsciente durante horas, estaba muerto de la preocupación, no sabía si tendría que llevarte al hospital o seguir con mi promes
¿Recuerdan que íbamos a cocinar? Pues resulta que el profesor solo sabe cocinar panqueques entre otros pocos desayunos rápidos, y yo no me sentía en mi mejor faceta de chef, por lo que optamos por ordenar pizza, resulta que ambos éramos muy amantes de aquel manjar, cenamos animadamente en el sofá, aun que pude darme cuenta que de vez en cuando tragaba en seco al observar mi diminuta pijama, podía darme cuenta sobre como trataba de contenerse y no mirar, mi atuendo consistía en un diminuto short de satén con encaje y una blusa a juego que apenas llegaba a mi ombligo, decidí usar una en tono rosado, era muy fan de este tipo de pijamas, pero al parecer el profesor se la estaba pasando mal a causa de tener recorrer mi cuerpo semidesnudo con solo la mirada. -Voy por una copa de vino ¿quieres una?, Tierra llamando a James - dije al tiempo que movía mi mano frente a sus ojos para sacarlo de donde quiera que se encontrara, rápidamente me miro a los ojos y me dio una diminuta sonrisa
Han pasado dos meses desde que le hice aquella confesión a James, mi querido profesor, le confesé aquello que me mataba por dentro, que ni a la mismísima Melody me atrevía a confesarle, recuerdo aquella conversación. - ¿Me estás diciendo que tu padre los dejaba sin ningún tipo de sustento sin importarle que pasarán hambre y carencias? – su expresión de sorpresa y furia se hizo presente en cuestión de segundos. -Si, eso fue lo que hizo nos dejó a la deriva sin nada más que esta casa. - ¿Y tu madre porque no lo dejo? y continuó su vida lejos de él, no habría estado sola, tenia a sus dos hijos con ella. -Mi madre lo amaba tanto que le perdonaba todo, incluso lo de Bianca, los golpes horrendos que le propinaba John a Teo, mi pequeño vivía lleno de cicatrices, pero antes de eso, Teo y mi madre pasaban hambre y tantas carencias que ni te podrías imaginar, así que hice lo único que podía hacer, busq
Había leído tantos libros para este punto de mi vida, demasiadas películas, y unas cuantas experiencias, se supone que este es el momento en el que debo de llorar a mares, gritar, patalear, pero no serviría de nada, eran dos hombres de buena complexión y fuertes, contra una chica, en caso de que derribara a uno el otro actuaria rápido reteniéndome, en el remoto de los casos que lograra salir, mi calzado no ayudaría a darme ventaja, además no poseía ni mi celular y mucho menos un triste dólar en estos momentos, todo aquello se encontraba arriba, así que solo me quedaba actuar con suma inteligencia. -Alessandro es un hombre sumamente atractivo, además que con ello podría ayudarte a ti papá, eres lo único que me queda, mi ultimo familiar con vida, no podría negarme, la familia es el lazo mas fuerte e inquebrantable que existe. – mi falso dolor se hizo reflejo en mi mirada, rápidamente le di un beso en la mejilla a mi padre, este me miro extrañado creyendo que ya