No podía negar de que era una propuesta excelente. Antes de esperar a que los miradores vengan por ella, simplemente podría presentarse a ese club y comenzar su carrera de una vez. Todo hubiera sido perfecto si tan solo esperaban unos cuatro meses para hacerla. Ella no podía irse ahora, dejar a su familia, ni a su novia, ni dejar la escuela así como a sí.
No es que no le alegrara la noticia, pero no era el momento. Principalmente porque irse a otro club implicaba tener que dejar el del pueblo y ellos contaban con ella, el torneo estaba a la vuelta de la esquina y ganarlo sería una muy buena oportunidad para toda la secundaria.
Ella le prometió a Cristian pensarlo con calma, tenía una semana para decidir que hacer.
-¿Porqué esa cara? ¿Mi papá te dijo algo malo? -pregunta Milena una vez que la encuentra a mitad del camino.
-No, no. Él no dijo nada, solo estaba pensando una cosa -murmura intentando sonreír- ¿En
-Que hacés acá? -murmura con rabia mientras la ve levantar la pierna y terminar de subirse a su ventana.-Necesito hablar.-No tenés derecho a subir a mi habitación -ella da un paso hacia atrás cuando Lucrecia la mira.-No querés escucharme y es lo único que encontré. Deja de estar rechazándome todo el tiempo.-¿Escuchás lo que decís? -ríe sin gracia-. Estás forzando una situación, subiendo a mi cuarto cuando jamás te di permiso y me obligas a hablar con vos cuando no quiero.-¿Qué más querés decir de mi? -Lucrecia aguanta el sollozo que quiere salir- ¡Hago lo que puedo!-No grites porque si mi papá se levanta será peor -le dice mirándola fijamente- ¿Qué mierda más querés hablar?-Quiero hablar sobre nosotras -ella se sienta en su cama y frota
-Que sorpresas que trae el torneo ¿No?El corazón de Damian comenzó a latir rápidamente, su frente sudaba y ni siquiera tenía el valor de girar su rostro para mirarlo. Él sabía perfectamente de quién se trataba, al igual que Chris, quién se quedó totalmente estática.-Acompáñenme los dos -murmura antes de abrazarlos más para comenzar a caminar con ambos hacia atrás de la gente.Damian maldecía en voz baja, él sabía que tendría que haberle dicho a su padre y no que se enterara de esa manera. Estaba al tanto de que la protegía mucho y aunque lo conociera de toda la vida, Chris seguía siendo su pequeña. Edgar le dio un dura palmada al chico antes de sacar sus brazos y girar sobre ambos para mirarlos de frente, con los brazos cruzados y una ceja levantada.-¿En serio Damián? -dice mirándolo a él-Lo siento, yo... nosotros... queríamos decirle.-Querer, querer... -dice una sonrisa-. ¿Cuándo?-En realidad...-Bueno, papá. Tampoco
Los grupos se había dividido en dos, cuatro jugador en cada uno. Para Selene jugaba Milena, Lisandro y Damián, mientras que para el grupo de Jonatan jugaba Leandro, Ana y Alex. La última se quejó cuando supo de que Damián sabía jugar, pero no le quedó otra opción que confiar en sus amigos, después de todo Jonatan era un buen arquero.—No se valen las piernas arriba, tampoco es para que nos quebremos —dice Selene cuando se para en el medio.—¿Puedo ser el árbitro? —dice Chris desde el costado de la cancha.—¿Sabes las reglas?—Obvio, miro fútbol todo el tiempo. Pero les juro que si me dan una patada o me tiran al suelo le digo a mi papá que los retenga por una noche.—Uhhh que exagerada —se burla Selene—Cállate o serás la primera Jhonson —Selene se ríe— ¿Capitán del otro equipo? —dice mirando a Leandro—¡Yo! —grita Ana—. Sé jugar más que Leandro después de todo.
Los grupos se había dividido en dos, cuatro jugador en cada uno. Para Selene jugaba Milena, Lisandro y Damián, mientras que para el grupo de Jonatan jugaba Leandro, Ana y Alex. La última se quejó cuando supo de que Damián sabía jugar, pero no le quedó otra opción que confiar en sus amigos, después de todo Jonatan era un buen arquero.—No se valen las piernas arriba, tampoco es para que nos quebremos —dice Selene cuando se para en el medio.—¿Puedo ser el árbitro? —dice Chris desde el costado de la cancha.—¿Sabes las reglas?—Obvio, miro fútbol todo el tiempo. Pero les juro que si me dan una patada o me tiran al suelo le digo a mi papá que los retenga por una noche.—Uhhh que exagerada —se burla Selene—Cállate o serás la primera Jhonson —Selene se ríe— ¿Capitán del otro equipo? —dice mirando a Leandro—¡Yo! —grita Ana—. Sé jugar más que Leandro después de todo.
—Nunca diría nada, pero necesito investigar. Nunca había escuchado nada como eso, pero tampoco es que fuera algo malo.—No, pero es difícil. Es lo que pasa con las personas transexuales, muchos no lo entiendes y suelen decir mierda sin ponerse a pensar en lo que siente la otra persona.—Sociedad de mierda, no se miran su propio culo —suspira— ¿Y su familia?—Su madre siempre la apoyó, su tio, su hermana y su primo también, ellos nunca le cuestionaron nada. Pero su padre fue un hijo de puta.—Una vez escuché que mis padres comentaban sobre que él era un imbécil borracho, pero no sabía nada más que eso. En el pueblo hablan muchas cosas, así que no le doy importancia.—Quiero intentar que ella confía un poco más en sí misma. Selenees una buena persona, no merece nada de todo loque tuvo que pasar. Y realmente espero que si alguna vez decide contarlo, no tenga que pasar por la misma mierda de nuev
El club del pueblo la necesitaba para clasificar a la liga.La necesitaba para ganar la liga y el torneo local.Ella no quería alejarse de sus amigos, no quería dejar el taller, ni quería dejar a su hermana en los primeros meses de su embarazo.Por primera vez tendría tiempo de estar con su madre y si se iba dudaba de que la pudiera ver más que antes.Entonces ella tenía que decidir entre quedarse, disfrutar de sus últimos meses y esperar a que el observador de algún club venga por ella o irse a la ciudad, agarrar la oportunidad de jugar en ese club y ver a los demás en algún momento de su vida.No era para nada fácil, más si tenía muchas cosas que perder, pero también que ganar. No se lo había querido comentar a nadie para poder pensarlo con tranquilidad.A unos pocos metros Lucas se encontraba de la misma manera, frustrado. Él también tenía una pelota debajo del brazo y una botell
Lucrecia no podía más con el mal humor que traía encima. Se sentía traicionada, usada y más si era su amigo desde hace años. Él sabía cuánto odiaba a esa chica, sabía que le había hecho la vida imposible con Milena, con Abigaíl y sobre todo que arruinó algo tan importante para ella.Todavía no podía entender como es que su amigo se había comenzado a relacionar con ella de un día para el otro cuando jamás había mostrado interés en ella.¿Le gustaba Selene? ¿Que mierda?No pudo soportar tener la inquietud dentro suyo y fue directamente hacia la casa de Lucas, sabiendo que su padre trabajaba a es ahora de la tarde y que lo más seguro era que él estuviera solo. Cuando tocó el timbre Lucas le abrió rápidamente, secando su cabeza con la toalla, ya que acababa de salir del baño.Lo primero que hizo fue empujarlo contra la pared de su casa, tomarlo por la remera y mirarlo amenazante.—¿Que mierda te pensas que haces?
Entonces cuando—Simón, es hora de irte —le dice mirándolo fijamente.—¿Que pasa que estás con ese humor de mierda? —pregunta Tatiana—Ahora no, después —murmura mirándola.—Después nos vemos, cuando no estén gritándome —comenta Simón antes de bajar las escaleras e irse.—¿Era necesario? —cuestiona con una ceja levantada.—Me importa una mierda. Tenemos que hablar, urgente.—Bueno, vamos ab...—¡A solas!—Lucrecia en serio te amo, pero no me grites más —dice poniendo los ojos en blanco.Cierra la puerta de su habitación y comienza a caminar hacia la de Lucrecia, sentándose en la cama para comenzar a mirar a su amiga, esperando una respuesta.—¿Entonces? —dice levantando una ceja.—¿Martina sigue siendo tu amiga? —Tatiqnq arruga la nariz, sin entender su punto.—No amiga, pero si nos hablamos de vez en cuando ¿Porqué?—Porque tengo entendido que ella juega en ese club de