Los grupos se había dividido en dos, cuatro jugador en cada uno. Para Selene jugaba Milena, Lisandro y Damián, mientras que para el grupo de Jonatan jugaba Leandro, Ana y Alex. La última se quejó cuando supo de que Damián sabía jugar, pero no le quedó otra opción que confiar en sus amigos, después de todo Jonatan era un buen arquero.
—No se valen las piernas arriba, tampoco es para que nos quebremos —dice Selene cuando se para en el medio.
—¿Puedo ser el árbitro? —dice Chris desde el costado de la cancha.
—¿Sabes las reglas?
—Obvio, miro fútbol todo el tiempo. Pero les juro que si me dan una patada o me tiran al suelo le digo a mi papá que los retenga por una noche.
—Uhhh que exagerada —se burla Selene
—Cállate o serás la primera Jhonson —Selene se ríe— ¿Capitán del otro equipo? —dice mirando a Leandro
—¡Yo! —grita Ana—. Sé jugar más que Leandro después de todo.
—Nunca diría nada, pero necesito investigar. Nunca había escuchado nada como eso, pero tampoco es que fuera algo malo.—No, pero es difícil. Es lo que pasa con las personas transexuales, muchos no lo entiendes y suelen decir mierda sin ponerse a pensar en lo que siente la otra persona.—Sociedad de mierda, no se miran su propio culo —suspira— ¿Y su familia?—Su madre siempre la apoyó, su tio, su hermana y su primo también, ellos nunca le cuestionaron nada. Pero su padre fue un hijo de puta.—Una vez escuché que mis padres comentaban sobre que él era un imbécil borracho, pero no sabía nada más que eso. En el pueblo hablan muchas cosas, así que no le doy importancia.—Quiero intentar que ella confía un poco más en sí misma. Selenees una buena persona, no merece nada de todo loque tuvo que pasar. Y realmente espero que si alguna vez decide contarlo, no tenga que pasar por la misma mierda de nuev
El club del pueblo la necesitaba para clasificar a la liga.La necesitaba para ganar la liga y el torneo local.Ella no quería alejarse de sus amigos, no quería dejar el taller, ni quería dejar a su hermana en los primeros meses de su embarazo.Por primera vez tendría tiempo de estar con su madre y si se iba dudaba de que la pudiera ver más que antes.Entonces ella tenía que decidir entre quedarse, disfrutar de sus últimos meses y esperar a que el observador de algún club venga por ella o irse a la ciudad, agarrar la oportunidad de jugar en ese club y ver a los demás en algún momento de su vida.No era para nada fácil, más si tenía muchas cosas que perder, pero también que ganar. No se lo había querido comentar a nadie para poder pensarlo con tranquilidad.A unos pocos metros Lucas se encontraba de la misma manera, frustrado. Él también tenía una pelota debajo del brazo y una botell
Lucrecia no podía más con el mal humor que traía encima. Se sentía traicionada, usada y más si era su amigo desde hace años. Él sabía cuánto odiaba a esa chica, sabía que le había hecho la vida imposible con Milena, con Abigaíl y sobre todo que arruinó algo tan importante para ella.Todavía no podía entender como es que su amigo se había comenzado a relacionar con ella de un día para el otro cuando jamás había mostrado interés en ella.¿Le gustaba Selene? ¿Que mierda?No pudo soportar tener la inquietud dentro suyo y fue directamente hacia la casa de Lucas, sabiendo que su padre trabajaba a es ahora de la tarde y que lo más seguro era que él estuviera solo. Cuando tocó el timbre Lucas le abrió rápidamente, secando su cabeza con la toalla, ya que acababa de salir del baño.Lo primero que hizo fue empujarlo contra la pared de su casa, tomarlo por la remera y mirarlo amenazante.—¿Que mierda te pensas que haces?
Entonces cuando—Simón, es hora de irte —le dice mirándolo fijamente.—¿Que pasa que estás con ese humor de mierda? —pregunta Tatiana—Ahora no, después —murmura mirándola.—Después nos vemos, cuando no estén gritándome —comenta Simón antes de bajar las escaleras e irse.—¿Era necesario? —cuestiona con una ceja levantada.—Me importa una mierda. Tenemos que hablar, urgente.—Bueno, vamos ab...—¡A solas!—Lucrecia en serio te amo, pero no me grites más —dice poniendo los ojos en blanco.Cierra la puerta de su habitación y comienza a caminar hacia la de Lucrecia, sentándose en la cama para comenzar a mirar a su amiga, esperando una respuesta.—¿Entonces? —dice levantando una ceja.—¿Martina sigue siendo tu amiga? —Tatiqnq arruga la nariz, sin entender su punto.—No amiga, pero si nos hablamos de vez en cuando ¿Porqué?—Porque tengo entendido que ella juega en ese club de
—¿A dónde vas? —pregunta recargándose en la puerta.—voy a tomar algo con las chicas del trabajo —Selene levanta una ceja con una sonris—Creí que ellas trabajaban ahora.—Las chicas del turno tarde —Karen se rasca la cabeza nerviosa—. Hey, ni yo te cuestiono tanto cuando te vas con Milen—No te cuestiono, solo pregunto. Me gusta verte así —sonrí—No pienses que me olvido de vos. El domingo vamos a ir a dar un paseo con tu herman—El domingo tengo que ir al partido —dice ella mordiendo su labio inferio—Podemos ir a ver el partido y después nos vamos por ahí a dar una vuelta. ¡No me pongas excusas! —dice riendo mientras la abraz—No lo voy a hacer, encima que te acuerdas de tu pobre hija menor —se burl—Uhh, ya empezó con sus celos —dice riendo—. Vamos las tres, deja de llora—¿Te vas en el aut—Si,
—Creo que será mejor que vayamos a casa —murmuróAbi sabía que su mejor amiga ni siquiera tenía palabras para poder decir algo ahora, por lo que le dio tiempo para que lo digiera y hablarían en cuanto pueda. No era nada fácil saber que tu madre probablemente esté saliendo con el padre de la chica que te hace la vida imposible cada día. Incluso aunque su padre no fuera para nada a lo que ella era, seguía siendo su familia y la solo idea de saber que había una mínima posibilidad de que Lucrecia pudiera tener algún parentesco le revolvía el estómago.de confirmar la mierda cuando ella te dijo que estaba detrás de Milena, para ese tiempo supuestamente intentaba recuperarme.—Es una mierda —gruñó—. No entiendo qué mierda quería con Milena, si jamás se fijó en ella.—Supongo que no le gusta perder nada, además de que quería hacerte lo mismo que supuestamente hiciste con nosotras.—Ella está intentado eso a
Ahora lo único que le preocupa era que su amigo felino no había vuelto. Después de ir a ver el partido él se fue y no volvió en todo el fin de semana. Le preocupaba que no estuviera comiendo, después de verlo tan delgado no podía evitar no pensar en él.El domingo también se recibió con una tormenta alucinante, por lo que los planes de ir a la cancha y de tener un paseo con su madre, incluso de tener un picnic con su novia, fueron totalmente rechazados. Pero lo que si tuvo fue un espectacular almuerzo casero que su madre preparó. Ravioles con salsa fue la elección, por supuesto que Abi, Tamara y Julian fueron invitados, de todas formas en algún momento ellos tendrían que dar la cara.Habían estado tan metido en sus asuntos que se olvidaron de decirle a Karen sobre la noticia, pero no podían seguir alargando algo que debía ser contado ahora.—Hace un millón de años que no comía la comida de mamá —comenta Tamara con una sonrisa burlon
Milena en serio lo odiaba, no entendía porque él siempre se había empeñado en hacerla sentir mal todo el tiempo. Literalmente jamás le hizo nada para que sea un imbécil con ella. Intentó volver a sentarse en la computadora para seguir con el capítulo, pero la puerta fue golpeada y ella se levantó con mucho mal humor, dispuesta a gritarle a su primo hasta que vi unos hermosos ojos verdes frente a ella.—Bueno, no sabía que estuvieras de tan mal humor al verme —dice Selene con una sonrisa.—Uhm, perdón. Pensé que eras Ulises.—Uff por suerte no —sonrió—. Estaba hablando con tu mamá, le pedí permiso para que vengas a casa.—¿Le dijiste a ella? —pregunta divertida.—Si, no quiero tampoco que ellos pensaran mal de mi —guiñó un ojo— ¿Tenés ganas de venir a casa o preferís quedarte?—¿En qué concepto tengo que ir?—En el concepto de la cita que quedamos pero no pudimos hac