Pov Selene.
Desperté en una camilla de la guardia del hospital, lo conocía muy bien por las veces que había visitado a mi madre. Me dolía la cabeza, mis ojos me pesaban como la mierda y ni hablar del dolor de espalda que tenía.
¿Que mierda me había pasado?
Recuerdo haber estado hablando con Abi, después intenté levantarme y... todo se puso negro.
Me quejé por el dolor de cabeza mientras intento enfocar mi vista en alguna parte de ahí, hasta que veo a mi madre. Ella me estaba revisando mientras que Milena estaba a un lado, mirando le celular.
—¿Como te sientes? —siento la voz suave de mi madre y luego como Milena se acerca rápidamente.
—Bien, solo me duele la cabeza y un poco la espalda —suspiré. Cerré los ojos al sentir a Milena acariciando mi rostro.
—¿Puedes explicarme porque te has tomado tantas pastillas? —preguntó ésta vez en un tono más duro
—
POV Milena.Comienzo a moverme por la cama mientras que el celular me despierta. Suspiro cuando el sonido se queda en silencio y muevo mi muslo hacia arriba para acomodarme mejor, pero entonces siento algo extraño.Mierda, mi muslo derecho estaba rozando contra Selene. Si, específicamente en su sexo y no se sentía para nada tranquilo.No voy a mentir, sentía tanta curiosidad y me encantaría aunque sea sentirlo, pero Selene todavía era muy vergonzosa con eso y debía respetarla. Pude haber levantado la sábana y descubrirlo por mi cuenta, pero no me gustaba ser una hija de puta, esperaría hasta que ella sea capaz de abrirse conmigo.Cuando quiero quitar el muslo siento como ella gime bajito y toma mi pierna, presionándola contra ella. Sé que aún está dormida, puedo notar que sus ojos están cerrados y no puedo evitar sentirme caliente. Su mano me acaricia el musl
—Ahora dime la verdad ¿Que mierda haces aquí? —pregunté una vez que entramos en la habitación.—¿Porque no crees que te extraño? —dijo divertido—Porque sos un pelotudo. No querés ni a tu propio padre.—Uhh, como me conoces —dice riendo—. Pero realmente vine porque tengo unos asuntos para hacer, papá me dejo ¿Entonces que podes decir?—Y nada, que mierda querés que diga.—¿Te siguen enviando mensajes los chicos del equipo? —preguntó con una sonrisa—¿Te siguen rechazando las chicas por idiota?—Nunca cambias Milenita —relamió sus labios sin dejar de sonreír—. Mañana iré al colegio con vos.—No —dije tajante—. No tienes porqué ir, ya no perteneces a la escuela.—¿Porque no? ¿Compraste la escuela? ¿Y quién te asegura que no?—Me importa una mierda a que viniste, solo mantente lejos de mi. No quiero verte, ni qui
POV Milena.No había podido emitir ni una sola palabra camino a casa de Selene. Pero es que ¿Como se le había ocurrido a mi madre decirme una cosa como esa? ¡Ni siquiera me había preparado en lo más mínimo!Mis padres no tenían una mierda de idea de lo que era Ulises y sinceramente no sabía si podría soportarlo en estos meses que quedaban. La sola idea de tener que compartir el mismo techo era aberrante, sabía que en cuanto tuviera la oportunidad haría maldades y más aún si entraba a la escuela.¿Como es que permitían que un alumno termine el año estando a tres meses del fin?—¿Segura que te encuentras bien? —preguntó por tercera vez—Uhm si —suspiré— ¿Porque no repasamos un poco de español?—Mi examen es en tres días, aún tenemos tiempos —dijo sentándose en su cama—¿Puedes abrazarme? Quiero dormir un rato—¿Que sucede? —acarició mi cara
—Selene... nosotras no.—No quiero escucharte. Saca tus cosas del cuarto, no dormiremos juntas.Me quedé mirando hacia la ventana mientras escuchaba a Milena caminando por el cuarto, aún no quería permitirme llorar hasta estar completamente sola. Decidí que lo mejor era que vaya a dormir al altillo, porque aunque no estuviera equipado todavía, al menos tenía un colchón. Subí las escaleras a la vez que mis lágrimas bajaban sin compasión.¿Cómo me sentía?Traicionada.No es que fuera una hipócrita, tenía claro que nosotras salíamos pero no era oficial, pero al menos merecía que fuese sincera y que no mintieras con respecto a sus sentimientos.¿Y si ella seguía sintiendo cosas por Lucrecia y solo estaba conmigo para olvidarla?¿Alguna vez estuvo realmente interesada en mi?Pov Milena.Cuando amaneció salí de la casa de Selene con el co
—¿Que mierda haces? —gruñe en cuanto la rubia la suelta-—No puedo aguantar más con todo esto —la mira—. Dime que es lo que hice mal para que me ignores, por favor.—Uhhhh Lucrecia, ya deja todo esto —suspira—. ¿Porqué simplemente no puedes entender de que no quiero nada?—Hace unos días no decías lo mismo ¿O te olvidas de nuestros mensajes? —levanta una ceja—No, no lo olvido. Pero ya no quiero esto, me cansé de jugar.—Ahora te cansaste —dice riendo entre dientes—. Pensé que te gustaba como te cogía.—No me importa estar con una chica que piensa como un cerdo. No puedo permitir más que hables de esa manera, es repugnante.—¿Estás con alguien? —frunce el ceño.—Uhhh basta de esto. Sigue con tu vida.—Agustin me lo dijo, pero no quise creerle —murmura mientras da vueltas dentro del salón— ¿Es Alison? —Abi pone los ojos en blanco— ¡
Milena sonrió con ternura y se acercó su novia, tomándola por las mejillas para unir sus labios. Selene estaba intentando aceptar todo, incluso comenzó a psicóloga pero aún seguían dentro de ella ciertas inseguridades con respecto a su cuerpo. No era para nada fácil que las personas no supieran sobre eso y que pudieran juzgarla o mirarla mal. Agradecía el hecho de que Milena haya sido tan abierta para escucharla y comprenderlo, se sentía más cómoda con ella hablando sobre el tema.-Mi amor, me encantas -murmuró contra su boca-. Incluso quiero confesarte de que estoy un poco... curiosa.-¿Estás curiosa? -pregunta abrazando su cintura.-Si, lo estoy.-¿Quieres....verlo? -mordió su labio inferior nerviosa-Diría que en otro momento, ahora sería un desastre -Selene quitó su tensión y comenzó a reír-. No creo que sea una buena idea que Damian suba y lo vea.-Mierda, que vergüenza de solo
Ellos estuvieron trabajando allí por el resto del día, la verdad es que Damian se había equivocado con el tiempo, porque ahora que tenían dos pares de manos extra para ayudarlos, ya que Chris llegó unos minutos después, solo faltaban algunos pequeños detalles, quizás mañana eso estaría listo después de todo.A pesar del buen ambiente que se respiraba en esa casa, del otro lado del pueblo se escuchaban unos gritos desconcertantes, Lucrecia discutía con su padre y Sebastian no podía soportar más sus berrinches.-¡No puedes prohibirme que vengan mis amigos a casa! -grita con furia-¡Puedo hacerlo, Lucrecia! ¡Soy tu padre! -Sebastian la miraba con rabia- ¡Tus amigos no me gustan!-¿Porqué no te gustan?-Porque son unos vagos buenos para nada, viven haciendo pelotudeces. ¡No quiero que termines igual!-¡Ni siquiera los conoces!-¿Que no los conozco? -dijo riendo- ¿Agusti
La música comenzó a escucharse al poco tiempo, la casa no estaba llena de personas, pero sí había unos cuántos amigos suyos.Ulises, Agustin, Lucas, Roberto, Brandom, Simón, Luciano, Ramiro, Magalí, Gastón, Mariano, Lourdes, Antonella, celeste, Franco y Eugenio eran los que acompañaban a la dueña de la casa. Todos eran amigos de diferentes pueblos, todos ellos asistían a la secundaria, excepto por Brandom y Roberto, ellos eran dos años mayores. El alcohol, la marihuana no fueron una excepción de esa fiesta, incluso se atrevía a comenzar a tomar como unos sedientos desde las nueve de la noche. Lucrecia ni siquiera se preocupaba por esa mierda, mañana no tenía escuela y el jueves había sido una total porquería.Dos toques en la puerta provocaron que pusiera los ojos en blanco e inhalara el humo de su cigarro nuevamente, sabía perfectamente de quién se trataba. El único imbécil que podría estar molestando en busca de un cuerpo caliente era Ulises.<