Narrador omnisciente
Creo que en el momento en el que regresaron a su casa es cuando Karen se dio cuenta de cuánto Carlos había arruinado su vida. Durante tantos años normalizó tantas actitudes y creo que hasta podría decirse que lo ignoro completamente pero pensar que Cristian había sido su amigo desde que era muy pequeña y se separaron por algo tan simple la hacía sentir un poco mal y realmente desearía en algún momento poder arreglar las cosas.
Después de ese momento no hubo algún otro incómodo, creo que las familias eran demasiado simples y no tan rencorosas como para tratarse mal frente a las chicas a pesar de todo.
Y por qué mentir, a Cristian también le afectaba todo lo que había pasado el había querido como una hermana pero en ese momento sabía que era una estupidez intentar que razonar. Es una lástima que se haya dado cuenta tantos años después pero todavía habido oportunidades siempre hay oportunidades.
—Hola linda —susurró a mi lado—Hola Mile —sonreí— ¿Cómo fue tu vuelta a casa?—Me dormí en cuanto llegué, ni siquiera ordené mi ropa—dice sonriendo—Eres un bebé —dejé un pequeño beso en su mejilla—. Necesito un celular—Tengo uno en casa, debería buscarlo.—No te preocupes, mi tío me pagará en la tarde, así que iré por uno nuevo.—¡Mari!Escuchamos una voz a nuestras espaldas y antes de que ella se diera la vuelta para ver de quién se trataba, Lucrecia ya estaba colgada de su espalda mientras le sonreía.—Te he extrañado mucho—dice dando repetidos besos en su mejilla—Hola Lu—noto que ella se siente incómoda, pero le sonríe de todas maneras.—¿Cómo fueron tus vacaciones?—Preciosas, las mejores hasta ahora —asegura mirándome brevemente— ¿Y las tuyas?—Genial, fui
Sonrío pensando en lo que Milena dirá en cuanto le llevemos el auto, ella mencionó algunas veces cuánto le gustaría tener uno, pero su padre siempre le evade el asunto.Me asomé por la ventanilla del auto en cuanto escuché unos pasos cerca, quizás mi tío ya había llegado y quería hablar con él. Bajé del auto rápidamente pero mis piernas se clavaron en la tierra en cuanto vi de quién se trataba.Mierda.Mi padre entraba con una sonrisa burlona en su rostro, parecía más dañado de lo que recordaba. Su camiseta arrugada, sus jeans sucios y el cabello totalmente desalineado me daban hasta pena de mirar.—¿Qué haces ? ¿Para que viniste?—me enderezo, mirándolo fijamente.—Mira nada más —sonrió mirando en mi dirección— ¿Cómo es que todavía sigues viva?—Vuelve a tu casa, nadie te quiere cerca.—Creí que no volverías de la casa de tu abuela ¿La estúpida de
Pov Selene.Bueno, estaba tremendamente sorprendida con que mi hermana estuviera embarazada.Es cierto que tiene una edad considerable para tener un bebé pero no dejaba de asombrarme.La había buscado por el gps de su celular para saber su ubicación, ambas teníamos la clave de google de la otra por si algo pasaba y ahora mismo me había servido de mucho.Ella se puso de pie rápidamente, podía sentir que tan nerviosa se sentía con mi presencia.-¿Podemos hablar? -me pide-Charla de hermanas -murmura Cory-Selene, te espero en la camioneta con papá -me informa Milena antes de irse de mi lado.-¿Podemos? -Tamara vuelve a hablar.-Uhm si. Claro ¿Quieres aclararlo?-Primero que nada, si estoy embarazada -mis ojos se iluminan con ilusión-. No sé si quiero tenerlo, tengo que hablarlo con Julián, decidir que va a ser d
Necesitaba respirar y tranquilizarme, no es que la vaya a ver desnuda de todas formas.Me di la vuelta para comenzar a vestirme. Estaba muy nerviosa, así que me puse el pijama lo más rápido que pude y en cuanto volví a darme la vuelta, ella ya estaba dentro de mis sábanas.-¿Me prestas una remera para dormir? El brassier es muy incómodo -dice mientras rascaba su brazo.Tomé la primera que encontré y me di la vuelta para que pudiera cambiarse tranquila. Escuché una pequeña risa y cuando la miré, ella estaba mordiendo su labio inferior.-¿Te avergüenza mirarme?-No... Yo.. es que-Ven -dijo con una sonrisaLevantó su mano y me acerqué hacia ella, hizo lugar en la cama para que me acostara a su lado y así lo hice luego de apagar la luz, intentando caminar por la oscuridad.-¿Quieres que me ponga otro pantalón?-No, es solo que...eres l
Quizás era una exageración ir a la escuela en auto, quedaba muy cerca pero la verdad es que no tenía ni una mierda de ganas de caminar por las mañanas. Quizás si al mediodía o en otro momento, pero cuando recién despertaba no quería mover ni un dedo, no entendía como había personas que se despertaban específicamente para ir a correr.Ella estacionó el auto y me dio las llaves apenas bajamos, regalándome una hermosa sonrisa mientras tomaba mi mano para comenzar a caminar hacia la entrada.Me tranquilizó la idea de que había algunos alumnos afuera todavía, eso significaba de que algún profesor venía tarde, por lo que si tenía suerte esta mañana, ese sería el profesor de matemáticas.-¿Nos vemos más tarde? -pregunta al dejarme en el pasillo-Si, después de clases -sonrío-Que tengas una linda mañana, adiós -dice después de dejarme un beso en los labios.Comienza a correr po
Previamente...Narrador omnisciente.El cuerpo de Abi chocó contra la vieja puerta de madera mientras que Alison la arrinconaba contra su cuerpo con besos desesperados. Sus lenguas se entrelazaban entre sí, sus manos recorrían el cuerpo de la otra mientras que los botones del pantalón de la morena eran desabrochados.—¿Crees que sea una buena idea? —pregunta Abi con una pequeña risa mientras permite que Alison le baje el cierre.—Este aula está abandonada desde hace tiempo, nadie viene por acá —murmura contra sus labios.Su relación no había ido más allá de salir un par de veces, sino que era la primera vez que tenían un acercamiento más íntimo por así decirlo. Alison la invitó a su casa durante las vacaciones, pero nada más que eso, solo besos. Sinceramente Abi a veces se sentía un poco culpable por estar jugando a un juego muy peligroso con Lucrecia. Porque aunque no se habían vuelto a ver desde e
Mierda, el día había terminado ser una completa sorpresa. No me esperaba ni la noticia de mi madre, ni que mi tío me ofreciera un trabajo mejor, estaba muy feliz. Aún no podía creer que las cosas se estén acomodando en mi vida, que todo comience a ser más sencillo y sentía que de alguna manera me lo merecía.Luego de seguir hablando sobre el proyecto del taller me despedí de ellos para darme una ducha y comenzar a hacer mis trabajos. Me había atrasado toda la última semana de clases y tenía que recuperarla con algunos trabajos prácticos que me dieron los profesores.Le pedí el celular prestado a mi madre para llamar a Damián y preguntarle si me prestaba su computadora, no me gustaba tomar las cosas sin permiso por más de que tuviera confianza con mi primo. Luego de que él aseguraba que no había problema y que traería unas cervezas para tomar a la noche cuando saliera de trabajar comencé con el duro trabajo de historia hasta que unos toques en la puerta me inte
—Hola preciosa —sonreí— ¿Como te fue con Alex?—Me fue bien — arrugué la frente cuando noté que no había nada de gracia en su rostro—¿Pasa algo? —pregunté al ver como se sentó seria sobre mi cama.—Pasan muchas cosas, muchas cosas —suspira y se queda unos segundos observándome—. Te haré unas preguntas y realmente espero que me lo digas con sinceridad, Selene.—Si —respondo sin entender— ¿De que se trata?—¿Tienes idea de lo que está diciendo Lucrecia? —ella levanta una ceja y no despega sus ojos de mi.—¿Lucrecia? No, ni idea —levanté los hombros sin darle importancia y suspiré.Ella sonrió cínicamente.—¿No? ¿Estas segura de eso?—Estoy segura. Si quieres preguntar algo puedes hacerlo directamente —sugiero mientras nos observamos.—No sabía que ella y tú se llevaban bien¿Ahora son amigas?—¿Nosotras? —dije frunciendo el ceño— ¿Que dices?—Estuve mucho tiempo preocupada en pensar que eran e