Dwain Wesley acompañado de Lady Priscila aguardaban en las afueras de la Mansión la llegada de Emiliana. Desde lejos se veía venir la carroza de los vecinos Smith. La pequeña Winchester, desde la carroza advirtió la figura arrogante del hombre pulcramente vestido con su elegante bastón sostenido por su mano derecha, había venido desde su propiedad en las afueras esta vez, sin el Sr. Forrest quien aún no llegaba de Londres. A medida que se acercaban podían ver en el hombre una sonrisa acartonada y a Priscila conversando sin parar, se veía a gusto, probablemente adulando a su diabólica abuela, que, por supuesto era una de las cosas que ella más disfrutaba.
-¿Qué carajos hace ese monigote en mi casa?- expresó encendida. De sus ojos brotaban llamas como una fogata ardiendo, lo cual estremeció a la dulce Monique.
-¡Em
Bajaba las escaleras con una toalla secando su pelirrojo cabello. Jeremy aguardaba en su sillón favorito, el que a Emiliana le parecía horrendo, analizando con claridad la situación que daba vueltas en su cabeza desde una perspectiva objetiva, su neutralidad se estaba viendo afectada por sus sentimientos hacia Emiliana y no podía seguir permitiendo que esto le ocurriera, sobre todo si Phillips tenía una información oculta en su interior que no quería soltar. Este hombre le había producido muchos dolores de cabeza, pero en este caso, le debía una por salvarle el pellejo de las posibles garras que Lancaster lanzaría sobre él, de haberse dado cuenta que estaba merodeando su casa.-¡Pensé que no bajarías nunca! – reclamó el joven cerrando el periódico y levantándose del sillón - El desayuno nos espera- dijo guiando al h
Dejó su maleta en el suelo y hecha un manojo de nervios, tocó la aldaba. Gracias a que Jeremy había conseguido la dirección de su tía Marilyn, se encontraba allí, esperanzada de ver un rostro lleno de afecto, gracia y amor. Extrañaría de la mansión a su abuelo, pero en cuanto pudiera lo sacaría de esa vida aburrida y de las mandonas garras de la bruja de su abuela, claro, que no sabía si su tía estaría complacida de recibirla, para vivir, pues su boda estaba pautada para una semana, sin embargo no tenía opciones, apelaría al amor que ambos, tanto la tía Marilyn como el Sr. Landon Ford le tenían.Miró a su alrededor y se alegró del impresionante paso que había dado su tía y la hermosa casa que Landon compró para ella, no imaginó jamás un hogar tan hermoso, ni plantas en un jardín cuida
-¿De qué diablos hablas? - dijo alterado, tomándolo por las solapas de la chaqueta que Jeremy traía puesta - no creas que te burlarás de mí.-¡Deja de ser tan temperamental Phillips! - decía mientras deshacía el agarre y alisaba su chaqueta arrugada por la efusiva acción de Phillips - toma asiento. Tengo una teoría, pero necesito que me escuches atentamente, domina tus ímpetus por favor - ordenó molesto. El hombre obedeció cambiando totalmente su semblante y tomó asiento lentamente sin alejar la mirada del detective. Solo le bastó un momento para intentar interrumpirlo, por lo cual el detective impaciente se levantó de su asiento y le gritó: - ¡Cállate y escucha Phillips, por favor! - hizo un gesto de súplica con sus manos acercando su rostro exageradamente al hombre
-Gracias querida por encargarte de las flores, las gardenias son mis favoritas - expresó Marilyn a Emiliana en vísperas de su boda - sin ti presente no sé qué hubiese hecho ¡Eres mi apoyo pequeña!La mirada se le llenó de ternura y sonrió- siempre estaré cerca, contarás conmigo a cada instante. Además, no debes tener preocupaciones, las novias han de prepararse únicamente para lucir radiantes. De lo demás, yo me encargo.Ambas rieron con gracia, Marilyn sentía una explosión de alegría incomparable pues por fin cumpliría su sueño de pasar la vida al lado del Sr. Ford, su verdadero amor, el hombre que la veía como si no hubiese nadie más en el mundo. Landon Ford se aproximaba hacia donde ellas se encontraban colocando las cortinas en el pequeño saló
El joven llegó a su casa, cabizbajo, golpeado por las circunstancias, con unos enormes deseos de llevarse a la boca un pastelillo de piña, de los que preparaba su hermana Angie, ansiando que su dulzura borre el mal sabor que llevaba él a causa de los acontecimientos pasados.-¡Jeremy Owen, no luces bien! - lo recibió Phillips con preocupación y una misiva que puso en sus manos – ¡palideces! Espero que esta nota, que llegó muy temprano para ti, te levante ese ánimo ¡luces de muerte!...-¡Ah! No empieces Phillips…- dijo levantando una mano mientras colo
Edgard Phillips se sintió más calmado al saber que Emiliana estaba tranquila en casa de los Ford. Luego de la boda y de haber advertido la discrepancia de la presencia de Lancaster en ese lugar, comentó a Jeremy que debían apremiar la ejecución del plan que habían elaborado días antes. Ese hombre se presentó allá para darles una advertencia. Probablemente estaba tramando algo que ellos no habían previsto y los dejaba un paso atrás de cualquier situación que podía presentárseles con él.Por su parte, Jeremy se preparaba para partir al despacho. Phillips solucionó acompañarlo por si se daba el caso que necesitara apoyo en cualquier circunstancia. Ambos se marcharon llevándole unos panecillos a Helen de parte de Angie que la invitó al té esa misma tarde.Una vez en el despacho fu
Llegada la tarde en casa de los Owen, se escucharon unos cascos de caballos que acercaban un carro sin prisa. Se trataba de la visita de Emiliana, había aparecido luego de muchos días para ver a su amiga Angie y ponerse al día pues ya se acercaba la boda de Monique y venía para aplacar toda la ansiedad que la consumía por este tan acercado evento. De su nueva residencia, la propiedad Owen quedaba de camino, para visitar a Monique tendría que desviarse hacia el pueblo directamente. Decidió pasar a saludar, y así, compartir unas horas al lado de su detective soñado. Suspiraba al pensar en él, quizá la invitaría a caminar por sus jardines o le propondría dibujarla bajo un árbol disfrutando la naturaleza, o solo quizá estaría Phillips merodeando por allí, interrumpiéndolos con su abrupta presencia acabando por completo con las ilusiones de la chica ¡hay
Pasados unos días, Phillips se encontraba leyendo la prensa en la propiedad de los Owen. La compañía y atención de estas personas había mejorado en gran manera su ánimo, pero a veces sentía que se aprovechaba de ellos, por lo tanto, estaba pensando seriamente reunirse con el albacea de su herencia para darle fin a ese asunto y así, disfrutar con sus nuevos amigos, de sus posesiones y propiedades, que eran varias y lugares majestuosos, comenzando de nuevo su vida, sin temores y despojándose del pasado que lo perseguía.Jeremy bajó las escaleras como de costumbre para tomar el desayuno y comenzar la faena del día. Al ver a Phillips despierto se sorprendió sin embargo, no le dirigió ningún comentario que tuviese que ver con ello.-¡Buenos días, Phillips! Luces fresco como una lechuga- bromeó Jeremy que amaneci&oa