Capitulo: El juicio por Paula parte 2 Después de dos días del escándalo en el tribunal, el juicio por la custodia de Paula se reanudó con una nueva jueza al mando. Esta vez, la imparcialidad estaba garantizada, pero todos sabían que Francis Delgado no se daría por vencida sin pelear. La sala estaba llena de testigos y abogados listos para presentar su caso.Damián, el abogado de Alberto, confiaba en que todo saldría a favor de su cliente. Sabía que la jueza solía inclinarse a favor de las madres, pero también era justa y no toleraba manipulaciones. Tenía que presentar cada prueba con precisión para demostrar que Alberto Fernández era el único padre idóneo para Paula.Francis entró en la sala con el ceño fruncido. La furia hervía en su interior después de la humillación sufrida cuando el juez anterior fue expuesto por su corrupción y su relación ilícita con ella. Ahora, con otro juez en su lugar, sus posibilidades de recuperar a Paula se reducían, pero no pensaba rendirse.Carolina,
Capitulo Intento de Secuestro El parque estaba lleno de risas infantiles y el murmullo de los padres conversando mientras vigilaban a sus hijos. Georgina disfrutaba de una tarde tranquila con Paula y Eleonor. La pequeña Paula correteaba con otros niños, mientras Eleonor jugaba cerca de los bancos donde su madre se encontraba sentada. Todo parecía estar en calma.Pero la calma no iba a durar.A pocos metros, escondida tras un árbol, Francis Delgado observaba la escena con ojos llenos de furia y desesperación. Había perdido el juicio, había sido humillada ante todos, y ahora no tenía nada. Su última carta, su única posibilidad de obtener dinero y recuperar algo de su dignidad, era Paula. Sin ella, no tenía nada.Francis sabía que no podía presentarse abiertamente ante Georgina o Alberto. Sabía que la policía podría estar vigilandola de cerca después de todo lo sucedido en la corte. Pero no le importaba. Estaba dispuesta a todo, incluso a lo impensable.—Voy a recuperar lo que es mío —
Capitulo :Una Cena Familiar El sol caía, dando un hermoso atardecer. En la casa de Georgina y Alberto, la atmósfera era tranquila y reconfortante. Después de días de tensión y miedo, al fin podían respirar con tranquilidad. Francis estaba detenida y lejos de ellos, sin posibilidad de volver a hacerles daño. La paz había regresado a sus vidas, y esta noche lo celebrarían con una cena especial. Carolina e Ismael llegaron temprano con una botella de vino y un postre casero que había preparado Gloria de regalo para las niñas. Caro no tenía mucho tiempo entre la universidad y el trabajo. Eleonor corrió emocionada hacia su hermana mayor, abrazándola con fuerza. Paula, aunque más reservada, también se acercó a Carolina, sintiéndose segura con ella. —¡Bueno, esto parece una verdadera reunión familiar! —exclamó Ismael, sonriendo mientras dejaba la botella sobre la mesa. —Y lo es —afirmó Alberto, abrazando a Georgina por la cintura. Ella sonrió y recargó la cabeza en su hombro por un momen
Capítulo: Bajo la Luz de la Luna La casa estaba en calma. La cena con Carolina e Ismael había sido un bálsamo después de tantos momentos de angustia. Por primera vez en mucho tiempo, Alberto y Georgina sentían que podían respirar en paz. Las niñas dormían plácidamente en sus habitaciones, abrazadas a sus peluches favoritos. El silencio nocturno se filtraba por la ventana entreabierta, mezclándose con la tenue luz de la luna que bañaba la habitación de una tonalidad plateada. Georgina estaba de pie, con la mirada perdida en la noche estrellada. Sentía el cuerpo relajado, pero su corazón latía con fuerza. Sabía que Alberto estaba detrás de ella, observándola con esa intensidad con la que solía mirarla últimamente. —Estás pensativa —susurró él, acercándose lentamente. Georgina sonrió sin girarse. —Solo estoy… procesando todo. Sintió cómo las manos de Alberto rozaban suavemente sus brazos, deslizando sus dedos en una caricia pausada que le erizó la piel. Cerró los ojos por un mome
Capítulo Entre el torbellino y la calmaMatías nunca había sido un hombre de grandes gestos o palabras rebuscadas. Siempre había preferido mantenerse al margen, observar, dejar que los demás llevaran la delantera en la vida y en el amor. Pero cuando Laura irrumpió en su mundo con su energía arrolladora, todo cambió.Desde aquella primera salida con los amigos del trabajo, donde Alberto y Georgina fingían ser pareja, Laura había empezado a verlo con otros ojos. Aunque siempre había sentido algo por él, nunca imaginó que Matías pudiera corresponderle. Él, el hombre tímido, el de sonrisa discreta, el que parecía tan alejado de los romances pasionales. Y sin embargo, ahí estaba, confesándole con nerviosismo que le gustaba mucho, que desde hacía tiempo sentía algo por ella pero no se había animado a dar el paso.—¿Me estás diciendo que perdimos años sin besarnos ni tocarnos solo porque no te animaste? —Laura alzó una ceja, entre divertida e incrédula.Matías asintió, con una mueca torpe.
Capitulo La preocupación por Gloria El sol de la tarde se filtraba por las cortinas de la casa, iluminando suavemente la sala donde Emanuel estaba sentado con Alice en brazos. La pequeña de seis meses lo miraba con sus enormes ojos curiosos, balbuceando mientras él le hacía caras graciosas. —¿Qué vamos a hacer hoy, princesa? —le preguntó en un tono cómplice mientras le acariciaba la manita. Verónica había salido con Gloria al médico, preocupada por algunos dolores que tenía su suegra. Emanuel, aunque confiaba en que no sería nada grave, no podía evitar sentir cierto nerviosismo. Para él, Gloria se había convertido en una segunda madre, una presencia cálida y protectora en su vida desde que llegó a la familia. Su historia con Verónica había comenzado llena de dramas y desafíos, pero ahora, en este punto, se sentía más pleno y feliz que nunca. Y parte de esa felicidad era gracias a la familia que había construido. —Papá está nervioso, ¿eh? —dijo, apoyando su frente contra la de
Capitulo Noche de recuerdos . Gloria había pasado días preocupada por su salud. Aunque no quiso alarmar a nadie, sabía que los dolores en sus huesos no eran normales. Había escuchado historias de conocidos que habían sido diagnosticados con enfermedades graves después de sentir síntomas similares, y su miedo creció cuando buscó información en internet. Pero su actitud siempre optimista no la dejaba caer en la desesperación. Quería saber la verdad y, sobre todo, quería estar bien para su familia.Después de los estudios médicos, los resultados fueron claros: déficit de vitamina D y otros nutrientes. Nada grave, solo necesitaba tomar sol, caminar y consumir complementos vitamínicos. Fue un gran alivio, pero también una lección. No podía permitirse el lujo de preocuparse sin razones concretas, y menos aún retrasar sus chequeos médicos. Cuando compartió la noticia con su hija Verónica y su nieta Carolina, ambas se sintieron aliviadas.—¡Ay, abuela! No sabés lo preocupada que estaba. No m
Capitulo La noche de los tórtolos La noche era perfecta. El cielo despejado y las estrellas titilando como pequeños faros en la oscuridad. Emanuel condujo hasta el restaurante que había reservado con antelación, queriendo hacer de esta noche algo especial para Verónica. Desde que nació Alice, ambos se habían volcado por completo en su papel de padres, dejando a un lado los momentos a solas. Pero hoy era diferente. Hoy era su noche.Verónica estaba radiante. Llevaba un vestido negro ajustado que delineaba sus curvas, con un escote elegante que dejaba a la vista su piel suave. Su cabello rubio caía en ondas sobre sus hombros y su mirada marrón destellaba felicidad. Emanuel, al verla, sintió que el aire se le escapaba. Ella siempre había sido hermosa, pero después de dar a luz a Alice, para él, se había convertido en un reflejo aún más perfecto de lo que el amor podía forjar.—Estás preciosa —murmuró él, tomando su mano con suavidad.—Tú tampoco estás nada mal —respondió Verónica, reco