Capítulo: Bajo la Luz de la Luna La casa estaba en calma. La cena con Carolina e Ismael había sido un bálsamo después de tantos momentos de angustia. Por primera vez en mucho tiempo, Alberto y Georgina sentían que podían respirar en paz. Las niñas dormían plácidamente en sus habitaciones, abrazadas a sus peluches favoritos. El silencio nocturno se filtraba por la ventana entreabierta, mezclándose con la tenue luz de la luna que bañaba la habitación de una tonalidad plateada. Georgina estaba de pie, con la mirada perdida en la noche estrellada. Sentía el cuerpo relajado, pero su corazón latía con fuerza. Sabía que Alberto estaba detrás de ella, observándola con esa intensidad con la que solía mirarla últimamente. —Estás pensativa —susurró él, acercándose lentamente. Georgina sonrió sin girarse. —Solo estoy… procesando todo. Sintió cómo las manos de Alberto rozaban suavemente sus brazos, deslizando sus dedos en una caricia pausada que le erizó la piel. Cerró los ojos por un mome
Capítulo Entre el torbellino y la calmaMatías nunca había sido un hombre de grandes gestos o palabras rebuscadas. Siempre había preferido mantenerse al margen, observar, dejar que los demás llevaran la delantera en la vida y en el amor. Pero cuando Laura irrumpió en su mundo con su energía arrolladora, todo cambió.Desde aquella primera salida con los amigos del trabajo, donde Alberto y Georgina fingían ser pareja, Laura había empezado a verlo con otros ojos. Aunque siempre había sentido algo por él, nunca imaginó que Matías pudiera corresponderle. Él, el hombre tímido, el de sonrisa discreta, el que parecía tan alejado de los romances pasionales. Y sin embargo, ahí estaba, confesándole con nerviosismo que le gustaba mucho, que desde hacía tiempo sentía algo por ella pero no se había animado a dar el paso.—¿Me estás diciendo que perdimos años sin besarnos ni tocarnos solo porque no te animaste? —Laura alzó una ceja, entre divertida e incrédula.Matías asintió, con una mueca torpe.
Capitulo La preocupación por Gloria El sol de la tarde se filtraba por las cortinas de la casa, iluminando suavemente la sala donde Emanuel estaba sentado con Alice en brazos. La pequeña de seis meses lo miraba con sus enormes ojos curiosos, balbuceando mientras él le hacía caras graciosas. —¿Qué vamos a hacer hoy, princesa? —le preguntó en un tono cómplice mientras le acariciaba la manita. Verónica había salido con Gloria al médico, preocupada por algunos dolores que tenía su suegra. Emanuel, aunque confiaba en que no sería nada grave, no podía evitar sentir cierto nerviosismo. Para él, Gloria se había convertido en una segunda madre, una presencia cálida y protectora en su vida desde que llegó a la familia. Su historia con Verónica había comenzado llena de dramas y desafíos, pero ahora, en este punto, se sentía más pleno y feliz que nunca. Y parte de esa felicidad era gracias a la familia que había construido. —Papá está nervioso, ¿eh? —dijo, apoyando su frente contra la de
Capitulo Noche de recuerdos . Gloria había pasado días preocupada por su salud. Aunque no quiso alarmar a nadie, sabía que los dolores en sus huesos no eran normales. Había escuchado historias de conocidos que habían sido diagnosticados con enfermedades graves después de sentir síntomas similares, y su miedo creció cuando buscó información en internet. Pero su actitud siempre optimista no la dejaba caer en la desesperación. Quería saber la verdad y, sobre todo, quería estar bien para su familia.Después de los estudios médicos, los resultados fueron claros: déficit de vitamina D y otros nutrientes. Nada grave, solo necesitaba tomar sol, caminar y consumir complementos vitamínicos. Fue un gran alivio, pero también una lección. No podía permitirse el lujo de preocuparse sin razones concretas, y menos aún retrasar sus chequeos médicos. Cuando compartió la noticia con su hija Verónica y su nieta Carolina, ambas se sintieron aliviadas.—¡Ay, abuela! No sabés lo preocupada que estaba. No m
Capitulo La noche de los tórtolos La noche era perfecta. El cielo despejado y las estrellas titilando como pequeños faros en la oscuridad. Emanuel condujo hasta el restaurante que había reservado con antelación, queriendo hacer de esta noche algo especial para Verónica. Desde que nació Alice, ambos se habían volcado por completo en su papel de padres, dejando a un lado los momentos a solas. Pero hoy era diferente. Hoy era su noche.Verónica estaba radiante. Llevaba un vestido negro ajustado que delineaba sus curvas, con un escote elegante que dejaba a la vista su piel suave. Su cabello rubio caía en ondas sobre sus hombros y su mirada marrón destellaba felicidad. Emanuel, al verla, sintió que el aire se le escapaba. Ella siempre había sido hermosa, pero después de dar a luz a Alice, para él, se había convertido en un reflejo aún más perfecto de lo que el amor podía forjar.—Estás preciosa —murmuró él, tomando su mano con suavidad.—Tú tampoco estás nada mal —respondió Verónica, reco
Capitulo Un Milagro en su CaminoLos últimos meses habían sido de pura felicidad para Alberto y Georgina. Desde que comenzaron su relación de verdad, después del juicio y la tormenta que significó enfrentar a Francis, todo había sido estabilidad y amor en su hogar. La madre de Paula había sido condenada a muchos años de prisión por el intento de secuestro de su hija, pero su temperamento agresivo dentro del penal le había sumado aún más tiempo. Las peleas con otras reclusas y su incapacidad para seguir las reglas la convirtieron en un problema para la institución, asegurando que su libertad no llegaría pronto.Para Alberto y Georgina, eso significaba tranquilidad. Sus hijas estaban a salvo, su familia prosperaba, y cada día era un paso más en la vida que habían decidido construir juntos.Sin embargo, los últimos días, Georgina había estado sintiéndose extraña. Todo comenzó una mañana en el trabajo cuando, de repente, un fuerte mareo la obligó a detenerse. Se apoyó en el escritorio, r
Capitulo:Por ti, mi amorLa casa de Emanuel y Verónica estaba llena de vida esa noche. Los globos dorados y blancos adornaban el jardín iluminado por luces cálidas, y una gran mesa estaba dispuesta con bocadillos y bebidas para los invitados. Todos estaban allí para celebrar un logro importante: la graduación de Carolina Ramos.Ella estaba radiante, con su diploma en mano y una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor. Vestía un elegante vestido azul, el mismo color que Ismael siempre decía que resaltaba sus ojos. Su cabello caía en suaves ondas sobre sus hombros, y su mirada reflejaba la emoción del momento.La música sonaba de fondo mientras los invitados charlaban y reían. Verónica y Emanuel estaban de pie al lado de Gloria, con lágrimas de orgullo en los ojos. Laura y Matías conversaban animadamente, mientras que Georgina, con su pancita ya notoria, se apoyaba en Alberto, quien le acariciaba el vientre con ternura mientras Paulita y Eleonor jugaban cerca de ellos.Cuando llegó el
Capitulo Los preparativos de la boda Los días pasaban y la emoción en la casa de Carolina e Ismael crecía cada vez más. La fecha de la boda se acercaba y, aunque la felicidad reinaba en sus corazones, los preparativos estaban resultando más complicados de lo que esperaban.—Yo quiero algo sencillo, Isma —dijo Carolina mientras hojeaba un catálogo de vestidos de novia—. Algo íntimo, con nuestros amigos y familiares más cercanos.Ismael la miró con una ceja arqueada, cruzándose de brazos.—¿Sencillo? Caro, te mereces el evento del año. Quiero que todo el mundo sepa que la mujer más increíble del planeta me dijo que sí.Ella soltó una risa divertida.—¡No exageres! No quiero una boda de revista, solo algo especial para nosotros.—¿Y qué tiene de malo una boda de revista? —preguntó él con picardía, acercándose y abrazándola por la cintura—. Quiero verte con un vestido espectacular, en un salón de ensueño, con flores, música en vivo, un pastel gigante...Carolina puso los ojos en blanco