Cuando me di cuenta, estaba dentro del auto, sintiendo que se me cerraba la garganta. Sabía lo que era: alergia.- ¿Como estoy? Pregunté, tratando de abrir la sombrilla y mirarme en el espejo.Francis lo sostuvo, impidiéndome abrirlo:- Será mejor que no te mires, Vi.- ¡Qué carajo! Si muero, hay una lista... Debajo de mi colchón, Francis.- Vi, deja de decir tonterías. Y tira esta lista de una vez por todas.- Es que si mi garganta no se cierra... Me vas a matar por accidente en este auto... Estás corriendo tan fuerte.- Tus labios están muy hinchados... Y tu piel está roja.- ¿Yo estoy horrible? pregunté, casi llorando.- No... Es hermoso... Parece un botox que no funcionó.Empecé a reír y lo golpeé en el brazo.- Idiota Francisco.- Sincero idiota, siempre. Pero... ¿Qué hay en la lista?- Nada importante... No creo que vaya a morir. - le dije cuando paró frente al hospital.- ¿Qué hay en la lista? Si no lo dices, no te bajes del auto.- Me voy a morir de nuevo... - Empecé a fingir
Su mano se metió debajo de mi vestido, moviéndose lentamente a lo largo de la parte interna de mi muslo, llegando al centro húmedo.- ¡Travieso! Dijo soltando mis labios.Suspiré, luego gemí ante su profundo toque, encendiéndome.Francis salió y se dirigió a la puerta:- ¿Dónde está la maldita llave?- Yo... no creo que haya... ¿Quizás porque es un hospital? – me cuestioné.Me miró serio. Sentí mi cuerpo clamando por el suyo, la piel ardiendo aún más y la sangre hirviendo dentro de mí.Me levanté con cuidado.- ¿Adónde vas con eso en el brazo? – preguntó Francis, mientras me dirigía al baño con la plancha que sostenía la vía intravenosa.- Pones leña al fuego, ahora tienes que apagar el fuego, bombón. - abre la puerta. "¿Alguna vez te has comido a alguien en el baño del hospital?"Él me encontró por casualidad:- No... Ni con una aguja clavada en la vena."Puedo apostar que esta es una aventura que disfrutarás…" Parpadeé.- Joder, Vi... Ahora estoy seguro de que realmente quieres mata
- ¡Sierra! Junior apareció, corriendo hacia mí y dándome un abrazo.Incluso me sentí culpable por odiar al chico que apenas conocía. Tal vez era un buen chico.Me soltó y comenzó a reír, señalándome.- Giro de vuelta. - dijo Joyce.Me di la vuelta y ella me quitó una masa pegajosa de la ropa:- Masa de moldar. Él ama.- ¿No es capaz de disfrutar de algo útil? - le dije serio mientras pensaba que era gracioso. – ¿Cómo puedes ser tan aburrido, chico?- Es sólo una broma, hermana.- No soy tu hermana. Casi grité, saltando entre las cosas en el suelo.Encontré a Liam bajando las escaleras mientras subía las escaleras.- Liam, recuérdame que me quite el útero a finales de este año. No quiero tener hijos.- Incluso me voy a hacer una vasectomía. Dios me puede castigar y enviar a un niño tan ridículo como Junior si tengo un hijo.- ¿Qué mierda está pasando aquí?- “Papi” vino a vivir con nosotros... Y trajo a nuestros hermosos “hermanitos”.- Nuestra madre debe estar loca... Dime que es posi
Mauricio corrió como nunca había visto algo así. Tardó unos segundos en llegar a la calle. Júnior estaba bien. Liam en el suelo, sin moverse.Caminé hacia allí, mis piernas temblaban y mi corazón latía tan fuerte que parecía que iba a tener un ataque. Apenas podía sentir el aire en mis pulmones.El conductor salió del auto, aterrorizado. Se justificó, pero yo no podía prestar atención a nada. Liam estaba inconsciente. Pero no había sangre. No sabía si eso era bueno o malo.Mi madre ya estaba allí, en el suelo, tratando de despertar a mi hermano.- Michelle, no lo muevas. Ya llamé a una ambulancia.No recuerdo haber visto lágrimas en el rostro de mi madre. Me he preguntado si sabía exactamente qué era el dolor, el sufrimiento o algo así. Pero vi que había amor... Para Liam.Siempre fue sobreprotegido por ella. Podía hacer lo que quería. E incluso cuando ella trató de negarle algo, él terminó cediendo. Afortunadamente, mi hermano no lo usó a su favor. Sabía exactamente quién era ella. Y
- Francis... ¿Dormiste aquí?Me abrazó impidiendo que me levantara de la cama:- Sí... llegué era casi medianoche. No fue mi intención despertarte. Había sido una noche dura y aparentemente el día había ido de la misma manera. Y dormiste maravillosamente.- Creo que fue el efecto del antialérgico. – Lo abracé. - ¿Por qué volviste?- Para ti... No pensaste que te dejaría sola en un momento como este, ¿verdad? - El me miró.- Eso pensé... Ni siquiera me llamó.- Había apagado el teléfono, debido a la clase. Mi madre me avisó tan pronto como lo consiguió. Y vine enseguida. Siento lo de Liam... Y...” Me acarició la cara con ternura. - Si de verdad crees que te dejaría en paz en un momento como este, ¿qué carajo de amigo he sido para ti toda mi vida?- Siento haber pensado que me habías abandonado, Francis.- Mira, mírame. Levantó mi barbilla hacia él. “Nunca te dejaré, ¿de acuerdo? Somos Virginia y Francis, ¿recuerdas? - sonrió, con esa boca que me tomaba en serio y acababa con mi cordura
Francis me llevó a la ducha y abrió la ducha. Desenredé mis piernas de él, sintiendo su líquido viscoso correr por la parte interna de mis muslos.- ¡Qué cojones hicimos, Francis!- Yo... no sé qué me pasó. - Dijo confundido, sacudiendo la cabeza con preocupación.- Hemos perdido la cabeza... y la cordura.- Al diablo esto. Tomó mi rostro entre sus manos y me besó.Traté de resistir. Esto era serio. Pero cuando me di cuenta, ya estaba completamente mojada, sintiendo el agua caer sobre mí mientras le devolvía su cálido y apasionado beso.Lo empujé con dificultad, tratando de recuperar el aliento:- Francis... no puedo más... - me eché a reír. - Necesito descansar.- Perdóname por entrar...- Ahora no hay nada que hacer... - Tomé shampoo y lo pasé por mi cabello.Antes de que empezara a quitar la espuma, ya lo estaba haciendo. Sentí el jabón correr por mi cuerpo mientras jugaba con mi piel.- Creo que necesito salir de la ducha, bombón.Caminé hacia la puerta de la ducha. Él se rió:- ¿
- Vi, ni siquiera digas tal cosa... - Desvió su mirada hacia mí.- ¿Crees que debería tomar una prueba?- No claro que no. ¿Estás en tu período fértil?- ¿Qué diablos, Francis, cómo se supone que voy a saber?- Tú... ¿no lo cuidas?- Claro que no. ¿Con qué tipo de mujeres sales, de todos modos?- ¿Qué tiene de malo que sepas tu periodo fértil?- ¿Alguna vez has tenido sexo con una mujer que usa una mesa, Francis? ¿Sin usar condón?- Virginia, nunca he tenido sexo sin condón con ninguna mujer... Y nunca me he corrido adentro... Te mentiría por qué razón?- ¿Entonces creo que soy diferente? que soy especial?- Eres diferente y especial... Y lo sabes.- Francisco, te conozco. Sé que le dices eso a todas las mujeres.- ¿Qué parte de ti no es “todas las mujeres” no entiendes, Virginia? - él gritó. – ¡No lo es, maldita sea! Nunca fue.- ¿Quieres que crea esto?- Tornillo U. – dijo indignado.- La he jodido. Cuando decidí tener sexo contigo.- ¿Ahora vas a decir que no te gustó?- No digo qu
Corrí hasta que alcancé a mi papá, que estaba casi en la recepción.- ¿Cómo vas a pagar la cuenta del hospital, papá? ¿No te resultará demasiado caro?- No te preocupes por eso, Virginia.- Pero... ¿No sería correcto compartir los gastos con mi madre?- Desde que dejé a tu madre, increíblemente pude ver el color de mi dinero. Incluso lo estoy guardando para ti y la universidad de tu hermano. Porque realmente espero que no te rindas con esto.- Quiero ver qué hacer, padre. Pero no ahora. Por ahora mi cabeza está tan llena.- ¿De que? de Francisco? - El me miró.- No... - Me sonrojé.- No dejes pasar el tiempo. Mientras tú no haces nada y lo esperas, Francis estudia y organiza su futuro. No detengas tu vida por él.- Papá...- No dejes que tu madre te domine, Virginia. Eres demasiado lista para eso, hija mía.Me miró serio.- Quiero cerrar la cuenta a nombre de Liam Hernandez. – le dijo mi padre a la recepcionista.Mi madre estaba con Otávio, todavía sentada en la recepción. Y ni siquie