Tania tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no levantarse de la mesa y correr hacia Carlos, y arrancarle la cabeza de un manotazo. Él la observaba sonriente mientras jugueteaba con la chaqueta.La tomaba por el cuello y la apretaba como si lo hiciera en el cuello de Lucas, aquello era una declaración de guerra.La chica comprendió enseguida su plan. Él sospechaba que ella de alguna forma había recuperado sus capacidades sobrenaturales, esa era la única forma de haber sobrevivido a la golpiza que le propinaron.La provocaba para demostrar su teoría.Si Tania se dejaba llevar por su ira, agitaría en su interior su esencia de loba. Los sujetos que contenían aquel mal la captarían enseguida y enloquecerían. Así quedaba en evidencia ante el comandante Contreras.No podía seguir su juego, debía calmarse o perdería el beneficio que había alcanzado por haber ayudado a controlar la situación crítica con los hombres/bestias.Giró el rostro para no enfocarse más en él, pero necesitaba cen
Tania cumplió con su jornada de pruebas físicas sin inconvenientes. En esa ocasión no fueron tan desgastantes, pero sí, meticulosas. Querían saber todo de ella.Intentaba no esforzarse de más, para que ellos no notaran que su fuerza e instintos estaban recuperados casi en su totalidad.Al finalizar, quedó bastante cansada, aunque aquel trabajo le permitió percibir algo importante: la mayoría del personal médico había sido cambiado. No eran los mismos del día anterior.Solo Flora y dos especialistas más estaban entre sus conocidos, el resto eran caras nuevas y todos aparentaban ser personal con experiencia. No halló a ningún joven entre el grupo, eso le extrañó.—Mañana, antes del desayuno, te haremos algunas pruebas médicas —le informó Flora mientras ella se ataba las zapatillas.—¿Otras? —preguntó extrañada, hacía tan solo un par de días que le habían realizado infinidad de análisis.—Es por lo de…La mujer no pudo finalizar su explicación y bajó el rostro avergonzada. Tania entendió
Los recuerdos regresaron y con mayor fuerza. Tania no podía evitar sentir en su piel las sensaciones que aún le producía Lucas con sus atenciones, llevaba días sin estar cerca de él y era como si jamás se hubiesen separado.Tan solo cerraba los ojos y era capaz de rememorar en su cabeza el toque suave de sus labios y la perversidad de sus manos, que la atormentaban con sus caricias hasta hacerla enloquecer.Lloró una vez más con desconsuelo, prometiéndose a sí misma ser la última vez que lo hacía. Se sentía inútil al no saber cómo librarse de sus acosadores para ir por él.Estaba vivo, eso lo había sospechado desde siempre, pero ahora que lo confirmaba no sabía cómo reaccionar.Si se dejaba llevar por sus emociones insanas e incendiaba aquella instalación para escapar, no acabaría con el problema y necesitaba terminarlo de una vez por todas. Ya estaba cansada de vivir huyendo de esa gente.Como pudo se sentó, el cuerpo le dolía. Una vez más le habían dado una paliza y luego la encerra
Quizás, pasaron días. Tania perdió el control del tiempo por culpa de sus heridas. A diario la visitaban enfermeras para asearla y darle de comer, pero nada más. Solo en una ocasión recibió la visita de un especialista que evaluó su estado de salud y tomó algunas muestras de su sangre.Ella no se concentró en mejorarse en esa ocasión, la pena por lo sucedido la había embargado. Lo que Carlos le confesó le rompió el corazón.No podía dejar de imaginar a su madre encerrada dentro de una celda tan pequeña junto a varios machos alfa enloquecidos por causas externas, matándose entre ellos al tiempo que buscaban doblegarla.En su caso solo tuvo a cuatro hombres, a los que ella pudo manejar sin problemas por haber tenido la fortaleza necesaria. Su madre no contó con las mismas capacidades, y pudo haber estar rodeada por más.Era difícil no hacer conjeturas sobre lo que pudo haber vivido ese día y sobre la manera en que acabaron con ella. Aquello debió ser doloroso y desesperante.Esos pensam
Al día siguiente, Tania recibió una propuesta sorpresiva.—Encontramos una forma de salir de aquí sin que lo noten —le informó Kevin, en susurros, mientras compartían en el patio común.Ella se sorprendió.—¿Cómo?—Por el área de la basura que está detrás de las salas de castigo. Solo hay una cámara que cubre una parte de la zona y tiene una puerta que lleva a la selva.Tania reflexionó sobre esa oportunidad. Aunque le pareciese interesante, le resultaba sospechosa.—Hay un grupo que está ansioso por salir y quieren intentarlo —siguió el chico.—Aún no, debemos asegurarnos que no será una trampa.—¡Estamos desesperados! —bramó entre dientes.A pesar de haber hablado muy bajo lo hizo de forma alterada, actitud que irritó a Tania.—Bien, si lo que quieren es morir, váyanse de una vez. —Ambos compartieron una mirada dura—. Si alguien sale y hace público lo que sucede aquí, la gente de SupraCorp se verá envuelta en un lío legal muy serio. Muchos irán a la cárcel. ¿Crees que nos dejarán ví
No solo Vicky logró hacer una buena investigación de la zona de escape, Kevin también llevó a cabo una indagación exhaustiva del área de basura.Iván le aportó más datos de los que el chico le había solicitado, ayudándolo, inclusive, a crear un mapa rudimentario del camino hasta el cuartel.Tania estaba en un punto de su vida en que sospechaba hasta de su sombra, así que decidió llevar a cabo una táctica algo extraña que le costó ser aceptada por el resto del equipo. No escaparían en esa oportunidad, solo sería una acción para «evaluar el terreno».Kevin aceptó a regañadientes, comenzaba a desesperarse, pero él era clave en aquella misión. El chico se había vuelto popular en la instalación, tenía una personalidad alegre y contagiosa, por eso había hecho amistad con miembros de casi todos los grupos que hacían vida en aquel lugar, incluyendo, a los soldados.Él sabía a quién pedirle favores y a quién no, quién podía resultar leal y quién era tan inseguro que jamás rompería las normas i
A Tania la encerraron en un cuarto de contención y registraron su habitación. Encontraron los frascos de brebaje que había ocultado y se los quitaron a todos, así como a sus privilegios.La pasaron al área común, donde debía compartir dormitorio con otras tres chicas.Aquellos cuartos parecían celdas, no tenían ventanas sino una rendija de ventilación. El baño era diminuto y su ropa debía tenerla sobre una mesa. No contaban con estantes ni cajoneras de ningún tipo.Aunque no la acusaron como la causante de aquel caos, sospechaban de ella y la mantenían vigilada.Lo que para muchos hubiese sido un castigo cruel y despiadado, para ella resultó un alivio. Ya no la tenían aislada, sino mezclada con el resto.La gente que la rodeaba ya no la veía con recelo y burla, ahora la mayoría mostraba confianza en ella y la trataban como una heroína por haberlos salvado con ayuda de los brebajes.El odio generalizado lo dirigían hacia los especialistas y el personal de salud y vigilancia, quienes se
Carlos salió del comedor hacia el patio común, seguido por Lucas. Tania enseguida se puso de pie y corrió para seguirlos, sin despedirse de nadie y sin dar explicaciones, pero dos guardias la detuvieron.Sin embargo, alguien les habló por los intercomunicadores que ya tenía puestos en las orejas dándoles instrucciones, así que decidieron darle paso.Ella se extrañó un instante por esa acción y miró hacia las cámaras de seguridad. Imaginó que al otro lado se hallaba su padre, vigilándola como siempre y propiciando momentos de tensión que la pusieran en riesgo.No quiso tardar mucho tiempo reflexionando sobre las acciones del hombre, solo aprovechó que tenía la vía franca y siguió su carrera hasta el patio común.Se fijó que Carlos y Lucas se dirigían a paso apresurado hacia el sector de castigos, así que corrió con mayor velocidad para alcanzarlos.—¡Lucas! —gritó, sin poder evitar que la emoción le atara un nudo en el pecho y humedeciera sus ojos con lágrimas de alegría.Él volteó, pe