Adriel
En este suplicio he visto pasar los meses, mirando el calendario para ver marcado el cumple de Steffi. Lejos de eso todo ha sido genial, los chicos de la academia son grandiosos, tengo amigos maestros y hasta algunas propuestas para dictar clases en la universidad, pero lo que deseo es empezar a arreglar el consultorio. Quiero planear eso con mis padres, no tengo tiempo y quiero que me ayuden a contratar a un maestro de construcción para el trabajo y como quien dice hasta donde dé el presupuesto, que se haga.Frank ha llegado algunos sábados y domingos para ver películas y charlar como grandes amigos. Cuando Marisella y mi sobrina han llegado con él es para invitarme a pasar un domingo en familia. Hoy me he quedado sin provisiones para la semana y como hay futbol televisivo, Frank no duda en acompañarme al supermercado.—Se terminan las heladitas hermano y es tarde de futbol, eso eSteffi Los días han transcurrido rápido y el día de mi cumple al fin ha llegado, lo mejor de celebrarlo en la academia fue que pude sentir el calor deAdrieluna vez más sin sentir culpa, casi pierdo el aliento al sentir sus labios sobre mi piel y esa mirada dulce que me descontrola. Cuantas ganas tengo de decirle que sé que ya no está con mi hermana y que podemos estar juntos, pero no es prudente. Siento que la traiciono y me duele tanto. Disimulo lo más que puedo, pero no sé hasta cuando pueda soportar ese silencio y este deseo incontrolable de volver a besarlo.Mientras espero la cena y a mis amigos, reviso sus mensajes. “Feliz cumpleaños mi amor, en unas horas te tomaré entre mis brazos y te daré un cálido beso”✌Sandro“Sueña nomas, amigo mío”★Claudia☆“Como es la nota, hoy”André☆“¡Si! Aqué hora es el tono”Luca☆“No hay baile, solo una cena,
Steffi Estoy agobiada, perdida, sin saber qué hacer con estas sensaciones que la presencia deAdrielme provoca. Hasta que el agasajo llega a su fin, mis amigos se marchan en grupo yAdrise queda al final. Minutos después se despide de mis padres y me dejo un beso en la mejilla que me calentó toda. El fuego que desprende su mirada me quema, el tiempo parece detenerse unos segundos y pude morir de placer entre sus ojos marrones y el roce de sus manos.Karollo acompaña a su auto y aprovechando eso, tomo a mi hermoso perrito y salgo corriendo a mi habitación, despidiéndome antes de mis padres.Cierro la puerta y lo abrazo con fuerza dibujando una sonrisa imborrable en mi rostro. ¡Dios! Le echo su perfume, el mismo que uso en la playa ¿Casualidad? ¡No lo creo!Adrime ama como lo amo yo ¡Lo sé! Y sufre como yo esta mentira, pero no podemos estar juntos.Karolaúnlo ama y esto es como la peor traición
AdrielSalgo de casa deStefficasi a las doce, no pude bailar con ella, pero me bastó con verla moverse al compás de la música en brazos del que dice ser su novio. Se veían tan enamorados que me dio nostalgia sentir este amor por ella, mi pobre corazón está lleno de pasión y el de ella tiene un muro gigante de acero que no logro traspasar. Quiero pensar que solo finge interés por otro y que por dentro este fuego la consume al igual que a mí. Sé que no es correcto, que mi condena por amarla solo vive en mi interior y es mejor que siga así. Debo aceptar que es prohibida, que no me ama, pero no es suficiente para dejar de quererla, ahora que volví a besarla y sentí entre sus labios ese fuego ardiente de la pasión.Se veía tan linda, tan dulce y esa mirada… Su mirada gritaba que me amaba, quiero pensar que me miraba a mí en
SteffiYa todo está dicho y este camino de espinos no va a cambiar, Karol seguirá sufriendo, y nosotros también, porque no voy a conseguir nada más que dolor al seguir apartando de mí, un amor que es casi imposible de ocular, nos amamos y hace un instante lo comprobé. Sus labios son un imán para mi boca que solo desea sentir su calor. Debo estar feliz porque por fin sé que me ama, pero lo que sucedió es una imprudencia, en un lugar público y tan cerca de la universidad donde cualquiera pudo vernos y hacer de este incidente un terrible problema. Trato de calmarme y al acercarme a la puerta de la academia, veo a varias de las chicas pesadas.Respiro profundo para bajarle dosrayitasa mi calentura. Bebo un trago de mi botella con maca, las saludo levantando la mano y estaba por entrar cuandoAmberme detiene jalando mi mochila.
Roxana Dos semanas después de queAdrielse fuera lo supe, estaba embarazada. Quizá era lo que mi corazón más deseaba, aunque aparentara indiferencia ante lo nuestro, lo amaba. En ese entonces no quise aceptar que podría ser feliz con alguien tan tierno y dulce comoAdriel; el chico tan perfecto con el que todas sueñan tener a su lado y sin proponérmelo, me eligió a mí ¡Divino! Todos esos años a su lado se han quedado guardados en mi corazón como el tesoro más valioso.En muchas oportunidades quise dejar que mi corazón manejara mi vida y decirle que podíamos estar juntos por siempre, pero mi pasado me apartó, no quería hacerle daño. A veces ni yo misma estoy segura de querer vivir cerca de un hombre.Cuando supe que se marcharía a Perú, fue demasiado tarde para intentar tener su amor y este miedo a perderlo desmoronó la frialdad de mi personalidad. La chica cursi amorosa y deseosa de amor verdadero salió a flote para arruinar el mome
Adriel Han pasado casi cuatro meses, en una semana Steffi y sus amigos se postularán a la universidad y estoy cien por ciento seguro que ingresarán, se han preparado mucho y todo esfuerzo al final dará frutos. Por otro lado, mi vida desde la última vez que hablé con Steffi no ha cambiado mucho, decidí mantenerme al margen de su vida, sin llamadas, sin presión, sin miradas tentadoras ni acercamientos que la lleven a meter en problemas como la última vez, aunque las ganas de besarla día a día crecen. Este juego de la indiferencia no ha sido tan malo, ha abierto mis ojos; Steffi me ama como la quiero yo. Pero la barrera intraspasable sigue siendo Karol, he hablado con ella varias veces y nada ha cambiado, sigue creyendo que lo nuestro puede ser posible en la distancia. No quiere dejarme ir, su padre, gracias a Dios sabe todo y desde el inicio me advirtió de ello. Está yendo demasiado lejos con su mentira. —Ya no podemos seguir con esto K
KarolLlega el viernes y ya tenía mi equipaje listo. Mientras ceno algo ligero llamo a casa.—Hola,mami ¿Cómo estás?—Muy angustiada hija, solo llamas una vez al mes, ya nosésiquiera si estás bien. ¡Al menos llamas a tu novio!—Respecto a eso mamita, creo que las cosas no andan bien.—Cómo se supone que irán bien, siestáslejos y lo abandonas por meses, los chicos de ahora se sienten libres y ya buscan reemplazo. Tienen que ponerte las pilas.—Bueno en algo tienen razón, pero creo que terminaremos.— ¿Qué?Estásbromeando verdad ¿Quieres matar a tu madre del disgusto?—Mamita,Adriy yo no atravesamos una buena relación. La distancia, nuestros trabajos, creo que nos daremos un tiempo para conocernos
Adriel Al retirarme de casa deKarolsintiéndome libre, fue un gran alivio, peor también muy angustioso, después de que su madre por poco y me mata. El señorÓscarmantuvo las cosas en calma y sé que mi secreto sigue estando seguro.Karolme acompaño al auto. —Graciaspor estaraquí, después de todo no resultó tan mal el confesar nuestra ruptura. —Sí, si tomamos en cuenta que, si tu madre hubiese tenido un arma, me pega un tiro. —Gracioso—se carcajea—mamá solo sueña con verme casada y creyó que lo nuestro, era real. —Lo fueKarol, te juro que nuestro amor era real… Entonces… —ella apareció y lo nuestro seesfumócomo agua entre los dedos. —Lo siento —No te preocupes, aún tengo la esp