Adriel
Han pasado casi cuatro meses, en una semana Steffi y sus amigos se postularán a la universidad y estoy cien por ciento seguro que ingresarán, se han preparado mucho y todo esfuerzo al final dará frutos. Por otro lado, mi vida desde la última vez que hablé con Steffi no ha cambiado mucho, decidí mantenerme al margen de su vida, sin llamadas, sin presión, sin miradas tentadoras ni acercamientos que la lleven a meter en problemas como la última vez, aunque las ganas de besarla día a día crecen. Este juego de la indiferencia no ha sido tan malo, ha abierto mis ojos; Steffi me ama como la quiero yo. Pero la barrera intraspasable sigue siendo Karol, he hablado con ella varias veces y nada ha cambiado, sigue creyendo que lo nuestro puede ser posible en la distancia. No quiere dejarme ir, su padre, gracias a Dios sabe todo y desde el inicio me advirtió de ello. Está yendo demasiado lejos con su mentira.
—Ya no podemos seguir con esto K
KarolLlega el viernes y ya tenía mi equipaje listo. Mientras ceno algo ligero llamo a casa.—Hola,mami ¿Cómo estás?—Muy angustiada hija, solo llamas una vez al mes, ya nosésiquiera si estás bien. ¡Al menos llamas a tu novio!—Respecto a eso mamita, creo que las cosas no andan bien.—Cómo se supone que irán bien, siestáslejos y lo abandonas por meses, los chicos de ahora se sienten libres y ya buscan reemplazo. Tienen que ponerte las pilas.—Bueno en algo tienen razón, pero creo que terminaremos.— ¿Qué?Estásbromeando verdad ¿Quieres matar a tu madre del disgusto?—Mamita,Adriy yo no atravesamos una buena relación. La distancia, nuestros trabajos, creo que nos daremos un tiempo para conocernos
Adriel Al retirarme de casa deKarolsintiéndome libre, fue un gran alivio, peor también muy angustioso, después de que su madre por poco y me mata. El señorÓscarmantuvo las cosas en calma y sé que mi secreto sigue estando seguro.Karolme acompaño al auto. —Graciaspor estaraquí, después de todo no resultó tan mal el confesar nuestra ruptura. —Sí, si tomamos en cuenta que, si tu madre hubiese tenido un arma, me pega un tiro. —Gracioso—se carcajea—mamá solo sueña con verme casada y creyó que lo nuestro, era real. —Lo fueKarol, te juro que nuestro amor era real… Entonces… —ella apareció y lo nuestro seesfumócomo agua entre los dedos. —Lo siento —No te preocupes, aún tengo la esp
Steffi Una total locura la que vivo en estos momentos, no puedo creer que al fin haya decido dar un paso a este amor prohibido, que no lo es en realidad. Pero si en casa se enteran de esto, no quiero ni imaginarlo el apocalipsis que viviría. —No quiero que el día termine—diceAdritomándome por la cintura.—Debemos irnos, no quiero que nuestros padres empiecen a llamar a la policía, ya mi madre me envió tres mensajes,Karolun par y mi padre un audio. Ya sabes lo que viene después.—Es que aún no me creo este momento, el tenerte tan cerca, besándote, abrazándote, acariciar tus manos… ¿Sabeslo difícil que será paramídormir esta noche? Me gira para besarme, en verdad deseaba quedarme el resto del día a su lado, que difícil despegarse de esos labios divinos. Y los chicos no tardaron en apresurarnos a la despedida. — ¡Ay! ¡Por favor ni
Steffi Ha pasado ya algunas semanas siendo novia deAdriy han sido mágicas. Y hoy domingo es un día menos lejos de él. Amanecí con las pilas bien cargadas y con ganas de escuchar su voz a través delvideo chat.Nada nuevo pasa hasta el mediodía, estoy escuchando mi música favorita recostada en la cama, ojeando una revista y mi celular a unos metros de mí, cargándose. —Vaya, vaya, alguien por aquí está enamorada —se acercaKarol. — ¿Tú? Porque a mí eso me resbala. —Hazte la loca. Vas a decirme que esa felicidad essoloporque ingresaste a la universidad— sentándose en la cama. —Por supuesto, así dejaré de ver al estúpido deAdri. — ¿Por qué lo odias? Pobrecito está muy estresado. — ¿Tú como sabes? —Hablamos a menudo, somos amigos. Y muy pronto volveremos a ser novios. — ¿Novios? —Así es hermanita, estos meses hemos platicado mucho,
Kiara Steffino quería que nos involucremos, pero ya es tarde, me preocupó y conociendo aKarol,séque no estáde másauxiliar al pacífico de mi profesor, así que llamo a Sandro y lo convenzo de ir hasta la casa deAdri. Durante todo el trayecto me repite mil veces que es una tontería, que siAdriama aSteffino la engañará, menos con su hermana. Su argumento es válido, después de haber luchado tanto por estar con ella, no echaría a perder todo. Por otro lado,Karolnunca me pareció confiable y eso de pedirchancepara terminar me huele aobsesión, un grito aho
Steffi La angustia me mataba, cuanto más pasan las horas es peor y la música no ayuda mucho. Para el almuerzo estuve muy distraída, eso me lo hicieron saber mis padres. Con la excusa de mucha tarea, me encierro en la habitación para poder seguir comiéndome las uñas con libertad. La tortura es mucha. ♪♬Nadatengo por qué te perdí, ♪♪♪Nohay razón para vivir así, ♪♬Siempreyo quise tenerte, ♬Conté con tan mala suerte, ♪♬Quete encuentras tan lejos de mí ♬♪ ¿Cuánto más tengo que esperar? De pronto el teléfono suena y mi amigaKiara, metranquilaza, ella y Sandro habían ido a irrumpir eseencentroy se aseguraron
Steffi La culpa está corroyendo mi alma, las palabras deKarol, el dolor que siente, me llenaba de remordimiento y dolor. Y para colmos supongo queAdrisospecha de mi tonto plan de interferir, no me ha en toda la noche, tampoco me atreví a dejar unfrío“Buenas noches, Amor” Eso sellaría mi culpabilidad ¡Soy una tonta! Me duermo no sé a qué hora y despierto con los ánimos por el suelo, pero al salir de la habitación tuve que disimular frente a mis padres y a ante los ojos llorosos de mi hermana.Llego a la academia mordiéndome las uñas, la angustia me mata. —Sigues nerviosa amiga—DiceKiara — ¿Qué tal si se enojó conmigo? — ¡Imposible! Dijoque hablaría contigo ¡Tranquila! Lo vimos llegar, pasando
Steffi—meses después Faltan unos días para Navidad y no puedo evitar sentirme muy nerviosa,Adricompartirá esta cena navideña con nosotros en el rancho de los abuelos. Siempre pasamos las fiestas de fin de año con ellos yKarolno quiso perder la oportunidad de invitarlo para hacer méritos, pero él acepta solo para verme.Es nuestra primera navidad como pareja y me mata la angustia de hacer algo que nos delate, estoy que me como las uñas. No tienen idea de cómo me siento, si ya es bastante difícil disimular en la academia cuanto nos amamos, imagínense aquí,Karolhasta ahora no sospecha nada y me siento terriblemente mal, más aún cuando me cuenta sus sueños rotos y luego explota de rabia contra esa roba novios. No sé cómo decirle que lo que ella siente no es amor, sino obsesión, un simple capricho que día a día crece quitándole el sueño. Para ella no existe otro hombre sobre la faz de la t