Adriel
Salgo de casa de Steffi casi a las doce, no pude bailar con ella, pero me bastó con verla moverse al compás de la música en brazos del que dice ser su novio. Se veían tan enamorados que me dio nostalgia sentir este amor por ella, mi pobre corazón está lleno de pasión y el de ella tiene un muro gigante de acero que no logro traspasar. Quiero pensar que solo finge interés por otro y que por dentro este fuego la consume al igual que a mí. Sé que no es correcto, que mi condena por amarla solo vive en mi interior y es mejor que siga así. Debo aceptar que es prohibida, que no me ama, pero no es suficiente para dejar de quererla, ahora que volví a besarla y sentí entre sus labios ese fuego ardiente de la pasión.Se veía tan linda, tan dulce y esa mirada… Su mirada gritaba que me amaba, quiero pensar que me miraba a mí enSteffiYa todo está dicho y este camino de espinos no va a cambiar, Karol seguirá sufriendo, y nosotros también, porque no voy a conseguir nada más que dolor al seguir apartando de mí, un amor que es casi imposible de ocular, nos amamos y hace un instante lo comprobé. Sus labios son un imán para mi boca que solo desea sentir su calor. Debo estar feliz porque por fin sé que me ama, pero lo que sucedió es una imprudencia, en un lugar público y tan cerca de la universidad donde cualquiera pudo vernos y hacer de este incidente un terrible problema. Trato de calmarme y al acercarme a la puerta de la academia, veo a varias de las chicas pesadas.Respiro profundo para bajarle dosrayitasa mi calentura. Bebo un trago de mi botella con maca, las saludo levantando la mano y estaba por entrar cuandoAmberme detiene jalando mi mochila.
Roxana Dos semanas después de queAdrielse fuera lo supe, estaba embarazada. Quizá era lo que mi corazón más deseaba, aunque aparentara indiferencia ante lo nuestro, lo amaba. En ese entonces no quise aceptar que podría ser feliz con alguien tan tierno y dulce comoAdriel; el chico tan perfecto con el que todas sueñan tener a su lado y sin proponérmelo, me eligió a mí ¡Divino! Todos esos años a su lado se han quedado guardados en mi corazón como el tesoro más valioso.En muchas oportunidades quise dejar que mi corazón manejara mi vida y decirle que podíamos estar juntos por siempre, pero mi pasado me apartó, no quería hacerle daño. A veces ni yo misma estoy segura de querer vivir cerca de un hombre.Cuando supe que se marcharía a Perú, fue demasiado tarde para intentar tener su amor y este miedo a perderlo desmoronó la frialdad de mi personalidad. La chica cursi amorosa y deseosa de amor verdadero salió a flote para arruinar el mome
Adriel Han pasado casi cuatro meses, en una semana Steffi y sus amigos se postularán a la universidad y estoy cien por ciento seguro que ingresarán, se han preparado mucho y todo esfuerzo al final dará frutos. Por otro lado, mi vida desde la última vez que hablé con Steffi no ha cambiado mucho, decidí mantenerme al margen de su vida, sin llamadas, sin presión, sin miradas tentadoras ni acercamientos que la lleven a meter en problemas como la última vez, aunque las ganas de besarla día a día crecen. Este juego de la indiferencia no ha sido tan malo, ha abierto mis ojos; Steffi me ama como la quiero yo. Pero la barrera intraspasable sigue siendo Karol, he hablado con ella varias veces y nada ha cambiado, sigue creyendo que lo nuestro puede ser posible en la distancia. No quiere dejarme ir, su padre, gracias a Dios sabe todo y desde el inicio me advirtió de ello. Está yendo demasiado lejos con su mentira. —Ya no podemos seguir con esto K
KarolLlega el viernes y ya tenía mi equipaje listo. Mientras ceno algo ligero llamo a casa.—Hola,mami ¿Cómo estás?—Muy angustiada hija, solo llamas una vez al mes, ya nosésiquiera si estás bien. ¡Al menos llamas a tu novio!—Respecto a eso mamita, creo que las cosas no andan bien.—Cómo se supone que irán bien, siestáslejos y lo abandonas por meses, los chicos de ahora se sienten libres y ya buscan reemplazo. Tienen que ponerte las pilas.—Bueno en algo tienen razón, pero creo que terminaremos.— ¿Qué?Estásbromeando verdad ¿Quieres matar a tu madre del disgusto?—Mamita,Adriy yo no atravesamos una buena relación. La distancia, nuestros trabajos, creo que nos daremos un tiempo para conocernos
Adriel Al retirarme de casa deKarolsintiéndome libre, fue un gran alivio, peor también muy angustioso, después de que su madre por poco y me mata. El señorÓscarmantuvo las cosas en calma y sé que mi secreto sigue estando seguro.Karolme acompaño al auto. —Graciaspor estaraquí, después de todo no resultó tan mal el confesar nuestra ruptura. —Sí, si tomamos en cuenta que, si tu madre hubiese tenido un arma, me pega un tiro. —Gracioso—se carcajea—mamá solo sueña con verme casada y creyó que lo nuestro, era real. —Lo fueKarol, te juro que nuestro amor era real… Entonces… —ella apareció y lo nuestro seesfumócomo agua entre los dedos. —Lo siento —No te preocupes, aún tengo la esp
Steffi Una total locura la que vivo en estos momentos, no puedo creer que al fin haya decido dar un paso a este amor prohibido, que no lo es en realidad. Pero si en casa se enteran de esto, no quiero ni imaginarlo el apocalipsis que viviría. —No quiero que el día termine—diceAdritomándome por la cintura.—Debemos irnos, no quiero que nuestros padres empiecen a llamar a la policía, ya mi madre me envió tres mensajes,Karolun par y mi padre un audio. Ya sabes lo que viene después.—Es que aún no me creo este momento, el tenerte tan cerca, besándote, abrazándote, acariciar tus manos… ¿Sabeslo difícil que será paramídormir esta noche? Me gira para besarme, en verdad deseaba quedarme el resto del día a su lado, que difícil despegarse de esos labios divinos. Y los chicos no tardaron en apresurarnos a la despedida. — ¡Ay! ¡Por favor ni
Steffi Ha pasado ya algunas semanas siendo novia deAdriy han sido mágicas. Y hoy domingo es un día menos lejos de él. Amanecí con las pilas bien cargadas y con ganas de escuchar su voz a través delvideo chat.Nada nuevo pasa hasta el mediodía, estoy escuchando mi música favorita recostada en la cama, ojeando una revista y mi celular a unos metros de mí, cargándose. —Vaya, vaya, alguien por aquí está enamorada —se acercaKarol. — ¿Tú? Porque a mí eso me resbala. —Hazte la loca. Vas a decirme que esa felicidad essoloporque ingresaste a la universidad— sentándose en la cama. —Por supuesto, así dejaré de ver al estúpido deAdri. — ¿Por qué lo odias? Pobrecito está muy estresado. — ¿Tú como sabes? —Hablamos a menudo, somos amigos. Y muy pronto volveremos a ser novios. — ¿Novios? —Así es hermanita, estos meses hemos platicado mucho,
Kiara Steffino quería que nos involucremos, pero ya es tarde, me preocupó y conociendo aKarol,séque no estáde másauxiliar al pacífico de mi profesor, así que llamo a Sandro y lo convenzo de ir hasta la casa deAdri. Durante todo el trayecto me repite mil veces que es una tontería, que siAdriama aSteffino la engañará, menos con su hermana. Su argumento es válido, después de haber luchado tanto por estar con ella, no echaría a perder todo. Por otro lado,Karolnunca me pareció confiable y eso de pedirchancepara terminar me huele aobsesión, un grito aho