Luciana abre los ojos impactada, justo un instante después de haber escuchado el impacto de la puerta de su habitación contra la pared.

— ¡Dime Miranda! ¡Dime que no eres una m*****a traidora! ¿Cómo pudiste hacerlo?— la rabia con la que le gritaba a Erick era incontenible pero sobre todo Luciana no sabía lo que se refería.

— ¿Yo…?— dijo ella confundida aún sin poder procesar todo lo que estaba sucediendo.

— Tú…— repitió él de manera sarcástica— Tu m*****a seas —dijo Erick gritando y conteniendo el impulso de ir y arrojar todo lo que tuviera alrededor de esa mujer.

— No entiendo— Luciana se estaba tallando la cara y acomodando su bata para cubrirse lo mejor posible.

— Te lo voy a explicar —suspiro Erick al mismo tiempo que intentaba que sirviera de algo y lo relajara— acaban de filtrar información, todo internet está lleno con el programa principal de una constructora a nivel internacional, teníamos el maldito proyecto en las manos y ahora a un buen samaritano, se le ocurrió publicarl