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Erick estaba impactado por lo que acababa de descubrir, Luciana era recibida con toda la confianza del mundo por el par de hermanos de la familia Pankratov.Ésta familia era una muy influyente, por no decir de las más influyentes de Rusia, la joven Milenka era alguien muy discreta, quien se mantenía aparte de todo el ambiente de fama que tenía su familia desde muchas generaciones antes, el poder que representaba su apellido, sin tomar en cuenta que muchas personas querían acercarse a ella solo por el hecho de pertenecer en alguna manera a su familia.En cambio Nikolai Pankratov era uno de los hombres de negocios más temidos, cualquier cosa que se proponía lo conseguía y eso lo preocupaba porque a pesar de ser igual que él en su país, la mirada cazadora de ese hombre no abandonaba a Luciana en ningún momento, y ella ya era suya.La rabia comenzó a invadirlo con la idea de todas esas cosas que habían hecho ellos dos, tal vez también la pelirroja las había hecho con ese rubio.La sangre
Victoria y Mauricio se reúnen con Herrera en la recepción de un exclusivo hotel.—Dime Herrera, sabemos que eres un accionista que siempre se ha mantenido imparcial respecto a cualquier contienda o discusión a la presidencia del consorcio…— Comenzó la conversación Victoria.Herrera un hombre hecho por sí mismo quien había forjado su riqueza desde los cimientos se mantenía orgulloso y estático ante la idea y el principio, que solo los negocios debían tratarse con números y hechos.— Soy consciente Victoria —su tono de voz profundo y autoritario era inconfundible— que al haber dos posibles herederos de todo el consorcio Contreras, debe haber una lucha interna pero realmente a mí no me interesa, quién me entregue mejores números, mayores ganancias en menor tiempo, para mí es el idóneo, esos juegos familiares en los que andan peleando y luchando por tener el hueso más grande, sinceramente me dan asco.Victoria abrió los ojos impresionada ante la sinceridad de Herrera, detestaba a las pers
Un dolor punzante recorre toda la columna de Mauricio.— No puede ser no puede ser — dice él, apretando las quijadas en un intento por soportar dolor tan intenso que lo recorre.Su lesión no sólo le impedía caminar, sino que tenía su particular manera de torturarlo recordándole que él era un ser indefenso a esa condición.— Como si no fuera suficiente estar amarrado a esta m*****a silla— dijo el rubio comenzando a sudar por el esfuerzo.Otra estocada de dolor lo atravesó, provocando que cerrara las manos en la silla y al momento de querer inclinarse para tomar sus medicamentos para ese tipo de casos, un espasmo involuntario lo arrojó contra el piso.Mauricio se encontraba boca abajo, sufriendo dolor infernal sin tener manera de hacerle frente, aunque se negaba a gritar en busca de ayuda.— ¡Señor Mauricio!— se escuchó un grito de la puerta de la oficina la oz denotaba horror en lo que estaba viendo.Los pasos acelerados Lourdes, ama de llaves de la villa desde muchos años antes se e
Erick se encontraba furioso, la rabia, desesperación y una pasión contenida que nunca antes había sentido estaban en una completa lucha de quién ganaba el poder en su cuerpo.— Explícame ¿por qué tienes tan interesado al ruso?— la voz estaba plagada de acusaciones y Luciana ya estaba cansada de tanto reclamo de su parte.Iban entrando al recibidor del gran hotel para este momento y dado que había gente alrededor la pelirroja se sintió segura de responder lo que quisiera.— Por lo mismo que te tengo interesado a ti, ¿qué podrá ser?— le cuestionó al mismo tiempo que habría los labios y de manera sugerente se mordía el labio inferior.Un leve gruñido pero muy profundo fue lo único que pudo decir Erick antes de perder el control y tomar de la muñeca a Luciana para llevársela al primer lugar que se encontrara.—Suéltame— decía ella al mismo tiempo que trataba de mantenerse normal ante los presentes, no quería llamar la atención. — Suéltame Erick…Él se encontró con una puerta que pudo abri
En el hospital buenaventura, Carlos se encuentra con una pequeña jovencita.Perla quien ahora ya tenía once años, había dejado su rostro infantil para transformarlo en el de una pequeña señorita, aunque su edad no daba crédito al rostro tan lleno de pesadillas que ella había sufrido.Su cabello largo oscuro y lacio en contraste con sus ojos claros en un turquesa, la hacían ver como si fuera una pequeña hada, poco real y parte de una fantasía, dejándote la curiosidad de ver que tan inocente podría ser. Aunque sus ojos mostraban unas ojeras profundas por la enfermedad que la aquejaba y el poco descanso, sus labios mostraban una pequeña sonrisa llena de una pequeña esperanza.El contraste era claro la inocencia de su edad contra la experiencia del pasado haciendo una lucha interna en ella.— Escúchame bien— dijo Carlos agachándose a su altura, necesitaba que ella comprendiera y ejecutara bien su papel para que todo saliera a la perfección— a partir de ahora te llamas Patricia Fuentes.—
El avión había iniciado su vuelo, a pesar de querer eliminar el mal humor y coraje que lo consumía, Erick no estaba dispuesto a olvidar eso que había escuchado de la mujer que tenía a solo unos cuantos metros.Tiempo después su teléfono comenzó a sonar, al verlo tenía más de veinte mensajes en los que una pequeña calavera con fondo negro estaba moviéndose de manera amenazante.— Ahora ¿qué sucede?— ¿Dijiste algo?— Luciana se encontraba a un lado de una ventana dejando que su cuerpo fuera una pequeña bolita en el gran asiento.El rostro de inocencia que utilizaba para hacer de las suyas ya no funcionaría con él.— No es algo que te interese Luciana.— Su voz había sonado más fuerte y petulante de lo que había deseado, pero para motivos practico, eso era lo que él quería, alejarla.La pelirroja abrió los ojos impresionada y mejor se giró para continuar ignorándolo.E tiempo parecía avanzar de manera lenta pero el teléfono de Erick había vuelto a sonar, esta vez al verlo el rostro del mo
Después de haber perdido la estabilidad el avión y mantenerse abrazada a Erick en todo lo que pudo, Luciana había salido despedida por los aires, el avión en el impacto se había partido en dos y ella había quedado completamente sola.Al levantar la mirada ella se encontraba rodeada de arboles que no la dejaban ubicar donde estaba“Pero” pensó ella “¿Que harás al saber dónde te encuentras? ¡¿Estás loca?! Nada de esto tiene sentido”Ella no lograba ubicar donde estaba ni a donde se dirigía, si no hay un destino cualquier camino es correcto.Comenzó a caminar de manera errática pero el recargarse en un tronco le dolió.— ¡Ah! — gritó ella al ver que su muñeca dolía, no podría utilizarla para nada.Mientras Luciana estaba reconociendo el ambiente en el que se encontraba, del otro lado donde estaba la parte más grande del avión estaba Erick aun agarrado al asiento con el cinturón.Su mente estaba comenzando a aclararse, había perdido la conciencia y por eso su cuerpo se había relajado hacié
Erick estuvo presente en el momento justo en el que la vida abandonaba el cuerpo del piloto, se había ido dejando sus ojos abiertos con un pendiente latente en su rostro, de manera automática extendió su mano y los cerró.— Descansa tranquilo, yo me encargaré de localizar a tu esposa y decirle tu mensaje.Erick sentía el cuerpo tembloroso pero aun así estaba haciendo todo lo posible por moverse, tenía que encontrar a Luciana y debía ser pronto.El sol se estaba poniendo en el horizonte y la temperatura estaba bajando rápidamente ella no estaba vestida para soportar las temperaturas que se vendrían ya avanzada la noche.— Te voy a encontrar ¡Luciana! —gritaba él, al mismo tiempo que buscaba por algo de comida y algo de tomar, tenía que encontrar algo para llevárselo, había pasado mucho tiempo desde que habían caído debía estar hambrienta.Pero no lo encontraba, por más que se esforzara.— Espero que Carlos pueda encontrarnos, y se apresure en ello, no quiero que Luciana corra más rie