Hola!! Díganme ¿que les parece esta historia?
El avión había iniciado su vuelo, a pesar de querer eliminar el mal humor y coraje que lo consumía, Erick no estaba dispuesto a olvidar eso que había escuchado de la mujer que tenía a solo unos cuantos metros.Tiempo después su teléfono comenzó a sonar, al verlo tenía más de veinte mensajes en los que una pequeña calavera con fondo negro estaba moviéndose de manera amenazante.— Ahora ¿qué sucede?— ¿Dijiste algo?— Luciana se encontraba a un lado de una ventana dejando que su cuerpo fuera una pequeña bolita en el gran asiento.El rostro de inocencia que utilizaba para hacer de las suyas ya no funcionaría con él.— No es algo que te interese Luciana.— Su voz había sonado más fuerte y petulante de lo que había deseado, pero para motivos practico, eso era lo que él quería, alejarla.La pelirroja abrió los ojos impresionada y mejor se giró para continuar ignorándolo.E tiempo parecía avanzar de manera lenta pero el teléfono de Erick había vuelto a sonar, esta vez al verlo el rostro del mo
Después de haber perdido la estabilidad el avión y mantenerse abrazada a Erick en todo lo que pudo, Luciana había salido despedida por los aires, el avión en el impacto se había partido en dos y ella había quedado completamente sola.Al levantar la mirada ella se encontraba rodeada de arboles que no la dejaban ubicar donde estaba“Pero” pensó ella “¿Que harás al saber dónde te encuentras? ¡¿Estás loca?! Nada de esto tiene sentido”Ella no lograba ubicar donde estaba ni a donde se dirigía, si no hay un destino cualquier camino es correcto.Comenzó a caminar de manera errática pero el recargarse en un tronco le dolió.— ¡Ah! — gritó ella al ver que su muñeca dolía, no podría utilizarla para nada.Mientras Luciana estaba reconociendo el ambiente en el que se encontraba, del otro lado donde estaba la parte más grande del avión estaba Erick aun agarrado al asiento con el cinturón.Su mente estaba comenzando a aclararse, había perdido la conciencia y por eso su cuerpo se había relajado hacié
Erick estuvo presente en el momento justo en el que la vida abandonaba el cuerpo del piloto, se había ido dejando sus ojos abiertos con un pendiente latente en su rostro, de manera automática extendió su mano y los cerró.— Descansa tranquilo, yo me encargaré de localizar a tu esposa y decirle tu mensaje.Erick sentía el cuerpo tembloroso pero aun así estaba haciendo todo lo posible por moverse, tenía que encontrar a Luciana y debía ser pronto.El sol se estaba poniendo en el horizonte y la temperatura estaba bajando rápidamente ella no estaba vestida para soportar las temperaturas que se vendrían ya avanzada la noche.— Te voy a encontrar ¡Luciana! —gritaba él, al mismo tiempo que buscaba por algo de comida y algo de tomar, tenía que encontrar algo para llevárselo, había pasado mucho tiempo desde que habían caído debía estar hambrienta.Pero no lo encontraba, por más que se esforzara.— Espero que Carlos pueda encontrarnos, y se apresure en ello, no quiero que Luciana corra más rie
Erick mira una figura extraña entre la maleza, y su corazón se salta un latido al identificar que era Luciana, Erick en ese momento sintió que el alma regresaba a su cuerpo.Erick corre desesperadamente hasta poder tener entre sus brazos a Luciana, se encuentra con los ojos cerrados y el cuerpo laxo.— Luciana, por favor, por favor, — repetía Erick con los ojos enrojecidos— necesito que despiertes, por favor, abre los ojos.Con desesperación había comenzado a moverla una y otra vez hasta que consiguió que finalmente ella reaccionaraUn suspiro de alivio salió del fondo de su ser, sonoro y sincero— Gracias a Dios — susurró Erick.— ¿Dónde estoy? ¿Qué sucede?— cuestionó Luciana con un tono de voz ronco, mirando hacia todas partes pero no podía enfocar demasiado, la oscuridad le quitaba visibilidad además que tenía un fuerte dolor en la cabeza que no le dejaba pensar con claridad.— Dime ¿cómo te llamas? ¿Qué es lo que recuerdas?— Erick quería hacer una prueba antes de inundarla con i
El tiempo había pasado y Erick sentía que absolutamente nadie iba a encontrarlos, las horas se habían vuelto eternas.En ese momento se levantó alejándose un poco de Luciana.— ¿A dónde vas?— cuestionó a ella intrigada por el cambio de actitud de parte de su cuñado, sabía que debía mantenerlo alejado de ella pero algo dentro de sí misma le pedía a gritos que siempre lo tuviera a su alrededor y eso la molestaba más incluso que estar perdida en medio de la nada.— Solo…— se quedó en silencio un momento Erick— solo necesito revisar el perímetro no te muevas en un momento regreso.Luciana asintió eso era bastante lógico.Mientras tanto Erick sentía que parte de su cuerpo estaba siendo desmembrado poco a poco.— No puede ser que esto me esté sucediendo— decía como una especie de conversación consigo mismo, en búsqueda de mantener la esperanza de encontrar una respuesta.—No es justo —continuó con su reclamo— no es justo que solamente sea yo quien esté con este sentimiento de vacío, ¿simplem
Erick y Luciana se encontraban corriendo entre los árboles, tratando de perderse entre la neblina, la oscuridad y la densa vegetación.— Erick ¿qué se supone que estás haciendo? ¡Detente!— gritaba ella jalándose— Alto —en ese momento ella se tropezó con una roca haciéndola caer hasta el piso.Erick tuvo que detenerse, no estaba dispuesto a dejarla de lado.— Escucha Miranda, necesito que creas en mí, confía en mí, por favor.Sollozos empezaron a escucharse desde la dirección de Luciana, había comenzado a llorar.— Por favor, por favor, ya no quiero seguir corriendo, solo déjame tranquila ese muchacho dijo que en algún momento iba a conseguir traer al equipo de rescate, ¿acaso no quieres salir de aquí? estamos perdidos Erick llenos de tierra, sucios y tengo mucha hambre, necesito salir de aquí.Erick suspiró y se agachó para ayudarla a levantarse.— Miranda sé que no comprendes muchas cosas, pero por favor te pido que confíes en mí…En ese momento se escuchó el ruido de alguien llegando
Luciana abre los ojos pero lo que mira es incomprensible.“¿Dónde estoy?” Piensa ella nerviosa al identificar las paredes blancas, una sábana cubriendo su cuerpo y varias máquinas que regulaban su salud en ese momento.— ¿Estoy en un hospital?— Preguntó ella creyéndose sola.— En una clínica— La voz de un hombre de la tercera edad la sorprendió y ella dio un pequeño brinco en consecuencia, al girarse se encontró con un doctor que estaba revisando unos estudios impresos.— Pero ¿cómo llegué aquí?— Luciana estaba parpadeando de manera repetida, ya que la luz del lugar le molestaba los ojos.— Soy el doctor López— se presentó el hombre— no se preocupe, me encargaré de que todo esté en perfecto estado, dígame ¿qué es lo que recuerda? el doctor se mantenía impasible pero atento a cada una de las reacciones de la pelirroja. Comenzó a acercarse a ella poco a poco.— Yo pues…— Luciana se quedó en silencio, las imágenes de ella estando en el avión comenzaron a llegar, estaba en Moscú, sí desp
“Esto no es todo” repitió Luciana en su cabeza “¿cómo que no era todo? ¿Qué más podría decirle después de haberse enterado que su bebé había muerto?” se preguntaba ella con el cuerpo temblando por la ansiedad repentina que esta frase le había provocado.— Doctor, solo ya déjeme estar tranquila, por favor, por favor — pedía ella, quería irse, y no saber más de nadie en el mundo.Dos enfermeras una de cada lado tomaban con cuidado sus brazos para evitar que continuara haciéndose daño, además que le estaban cuidando la herida que se había hecho al arrancarse de manera tan violenta las intravenosa.— Señora Contreras, es necesario que se cuide y sobre todo que no se ponga riesgo a sí misma, es uno de los requisitos básicos para poder darla de alta.—La voz del doctor era la de un padre cansado de los berrinches de su hijo.— ¡¿Para qué?!— Preguntó Luciana— ¡¿de qué sirve cuidarme ahora si ya he perdido a mi bebé si ya no tengo nada por lo que luchar?!Luciana no solo se refería a la pérdi