Nueva realidad para Mauricio....
El ambiente que antes había arrastrado a ambos a una especie de complicidad por conveniencia, en este momento se había vuelto una estrategia de supervivencia.— Miranda —dijo Mauricio al mismo tiempo que tomaba manera fuerte contundente una de sus manos— por favor, necesito que me ayudes.En ese momento Miranda soltó su mano levantándose de inmediato, incluso dio dos pasos hacia atrás.— ¿De qué hablas?— preguntó de nuevo negando con la cabeza.— Escucha— dijo Mauricio pensando en una y mil maneras de convencerla— necesito que me ayudes a moverme…— al ver los ojos de ella llenos de incredulidad continuó con algo que siempre le había funcionado con todos— pero tengo mucho dinero Miranda, como no tienes una idea, mas de lo necesario para esta y varias vidas mas… solo necesito que tengas paciencia.— ¿De nuevo paciencia’ ¿crees que estoy dispuesta a volver a empezar? ¿a volver a ser esa estúpida que está dispuesta a dar todo por ti? no Mauricio…— No espera— Mauricio levantó su mano par
Hugo abrió los ojos desconcertado y desubicado ¿qué era lo que había sucedido?Lo único que recordaba era estar en medio de una gran oficina y desear desaparecer.En ese momento cientos de fragmentos de lo que había sucedido llegaron a él y un dolor punzante en el muslo le dijo que todo eso era cierto.Se encontraba en el piso, con la ropa pegada de lo que había sudado y el pantalón roto en el muslo, había una gran incisión la cual había sido cocida con…¿Hilo Rosa? la indignación no formaba parte del trato pero ¿cómo se le había ocurrido? después de haberlo torturado ¿no podía haber elegido un color más unisex?— ¿Qué clase de estupideces estás pensando?— Se recriminó al mismo tiempo que giraba su vista en busca de la responsable de su estado.Y ahí estaba Lorena, recostada en el suelo, llena de sangre… de su sangre e incluso parecía haber caído dormida de inmediato, se veía agotada.Hugo a pesar del dolor que sentía en el muslo, comenzó a arrastrarse para verla más de cerca.Era her
Todo el país se volvió una revolución, en ese momento todos los medios de comunicación se daban festines con los encabezados.“De ser la familia más poderosa, se han transformado en los estafadores número uno: Ser Contreras virtud o maldición”“Se destapa una de las mayores estafas de la década”“La mayor mentirosa de la historia: Adultera y rencorosa, la mujer que jamás querrás cerca de ti”Ciertos documentos se habían filtrado de manera “anónima” para el mundo entero, la presión social siempre era una ayuda incalculable.Jueces, policías, abogados y absolutamente todo de quien estuviera su nombre relacionado con el complot al que llamaron “el aniquilador” fueron llevados a juicio y retirados de sus cargos.En cada una de las pantallas de vía pública e incluso particulares se mostraba el rostro de Miranda, Mauricio y Luisa quienes estaban enfrentando las consecuencias de cada uno de sus actos.Todo recaía en ellos estafas, sobornos, falsificación de documentos, fraudes, privación il
El juicio de Miranda Contreras, en su caso por secuestro e intento de asesinato, fue sencillo las pruebas eran inminentes y cada una de las excéntricas justificaciones que daba la parte defensora no hacían justicia al peso que representaba la verdad.“No debería estar presa no nací para ello”“Considero que nada sería mejor para ese pequeño que tener una madre como yo”“No le hice nada malo, además ni va a acordarse”Esos eran los comentarios que soltaba la fluida boquita de Miranda Contreras, a pesar de los esfuerzos titánicos de su abogado por callarla era algo imposible.Hasta que cerró con la frase que se volvería icónica en los medios después de ser declarada culpable.— Quiero otro color, el naranja no me queda nada bien.En cambio ese día, el tribunal específicamente la sala en la cual se llevaría a cabo el último juicio del cual todos estaban completamente al pendiente, se mantenía en absoluto silencio.Solo se escuchaba un pequeño murmullo de los presentes desesperados por sab
En la mansión McCarthy todos se encuentran disfrutando del placer de la tranquilidad.Erick y Luciana al contrario que todos los demás disfrutaban del caos de tener a sus dos hermosos hijos con ellos.Nadie más podía encargarse del cuidado de los niños, tenían mucho que aprender, mucho que vivir.Aunque era innegable que de vez en cuando dormir tranquilamente no les caería nada mal.Ambos se dejaron caer en la amplia y cómoda cama después de una ronda exhaustiva de juegos, baños y siesta.— Definitivamente no sé quién es más fuerte si Ignacio o yo declaro Erick. —Contento de jugar con su pequeño cachorro.Luciana sonrío.—Andrea definitivamente cada vez está más hermosa.— Igual que su madre— susurró Erick girándose sobre su costado para quedar de frente a ella.Deseaba tocarla, deseaba poder saborear cada uno de los rincones de su cuerpo, pero debía ser paciente, ella había luchado demasiado y no podía dar por hecho que sus heridas finalmente habían sanado.Luciana suspiró girándose
Erick Contreras se encuentra a punto de entrar a la sala de juntas del Conglomerado Contreras, después de tanto tiempo finalmente podía hacerse de lo que por derecho era suyo.Al abrir las puertas de madera maciza todos los presentes se levantaron para mostrarle respeto.“Ridículos, pensó Erick “Nada de lo que hagan hará que olvide como me dieron la espalda justo cuando todo se puso gris”— Señores— Fijo con porte imponente e impecable el moreno— Hoy iniciamos con una nueva estrategia de recuperación del Conglomerado.Todos asintieron estando de acuerdo, después de los cientos de millones que habían perdido tanto con la destitución de Erick como por el juicio de Mauricio, todos los proyectos con los que contaban se habían vuelto completamente inaccesibles.— Quiero pedir una serie de ideas con las que piense contra restar esta situación— Declaró uno de los socios con una voz llena de desdén— no me importa quién de los Contreras sea el CEO lo que me interesa es obtener ganancias y des
El ambiente en la oficina estaba cargado de una sensación de peligro, era tan espesa que Hugo había comenzado a tener dificultad para continuar respirando como lo hacía regularmente.Ambos hombres estaban retándose con la mirada, ambos querían mantener el control de la situación pero eso era completamente imposible.En la periferia de esa lucha de egos se encontraba Hugo atento a cada una de las reacciones de los presentes.— Habla de una m*****a vez— Dijo Erick con las quijadas apretadas sentía que su piel estaba tan sensible que la gota de sudor que recorría su espalda era como una cuenta regresiva para dar inicio a una lucha en el cuadrilátero.Y no estaba dispuesto a perderla.- El plan de ellas constaba de dos partes, la primera -dijo Joel disfrutando de la atención innegable de Erick- era acercarse de manera paulatina a la vida de Ignacio ya estando dentro de su día a día debían eliminar a su esposa y una de las dos ocuparía su lugar.Erick sentía una necesidad impetuosa de acerc
En la prisión, en la celda ciento noventa y tres Miranda se encontraba aun sin comprender por que le estaba sucediendo esto.— Presa mil cuatrocientos ochenta arriba, tienes visitas.La voz de la guardia era áspera y sin compasión como la de un verdugo ya agotado e insensible de lo que pasara a su alrededor.Miranda tuvo que revisar el numero que tenía grabado en su uniforme para darse cuenta que era ella quien tenía visitas.— ¿Quién es? — Pregunto temerosa, dese que había llegado había aprendido a pasar desapercibida, no quería ser la receptora de la rabia de las demás.— Solo tengo que llevarte, no soy tu perra asistente—Le gritó la guardia al mismo tiempo que golpeaba uno de los barrotes.El ruido provocó un escalofrío en el cuerpo de la rubia como una anticipación de lo que estaba por suceder de no obedecerla-.Miranda se levantó apresurada, el pasillo era angosto pero muy largo, en ambos lados estaban cientos de presas por todos motivos que pudieras imaginar.Caminar por ahí era