Cual creen que sea la verdad de todo?
El ambiente en la oficina estaba cargado de una sensación de peligro, era tan espesa que Hugo había comenzado a tener dificultad para continuar respirando como lo hacía regularmente.Ambos hombres estaban retándose con la mirada, ambos querían mantener el control de la situación pero eso era completamente imposible.En la periferia de esa lucha de egos se encontraba Hugo atento a cada una de las reacciones de los presentes.— Habla de una m*****a vez— Dijo Erick con las quijadas apretadas sentía que su piel estaba tan sensible que la gota de sudor que recorría su espalda era como una cuenta regresiva para dar inicio a una lucha en el cuadrilátero.Y no estaba dispuesto a perderla.- El plan de ellas constaba de dos partes, la primera -dijo Joel disfrutando de la atención innegable de Erick- era acercarse de manera paulatina a la vida de Ignacio ya estando dentro de su día a día debían eliminar a su esposa y una de las dos ocuparía su lugar.Erick sentía una necesidad impetuosa de acerc
En la prisión, en la celda ciento noventa y tres Miranda se encontraba aun sin comprender por que le estaba sucediendo esto.— Presa mil cuatrocientos ochenta arriba, tienes visitas.La voz de la guardia era áspera y sin compasión como la de un verdugo ya agotado e insensible de lo que pasara a su alrededor.Miranda tuvo que revisar el numero que tenía grabado en su uniforme para darse cuenta que era ella quien tenía visitas.— ¿Quién es? — Pregunto temerosa, dese que había llegado había aprendido a pasar desapercibida, no quería ser la receptora de la rabia de las demás.— Solo tengo que llevarte, no soy tu perra asistente—Le gritó la guardia al mismo tiempo que golpeaba uno de los barrotes.El ruido provocó un escalofrío en el cuerpo de la rubia como una anticipación de lo que estaba por suceder de no obedecerla-.Miranda se levantó apresurada, el pasillo era angosto pero muy largo, en ambos lados estaban cientos de presas por todos motivos que pudieras imaginar.Caminar por ahí era
Miranda estaba incrédula a pesar de tener las imágenes frente a ella.— Que demonios es eso—Dijo con un deje de reclamo, en este punto un toque de traición atravesó su pecho.— Esto…— respondió Héctor con un ademan de cansancio, aunque se mantenía firme observando cada uno de los gestos de su hija— Es mi familia.Miranda comenzó a negar con la cabeza.—No, yo soy tu familia, yo lo soy…—Repetía ella. — Miranda todo este tiempo estuve fingiendo un matrimonio por ti ignorando mi deseo de alejarme de tu madre y estar con quienes me hacen feliz.Héctor se refería a una mujer de aproximadamente cuarenta años de edad, muy guapa y un joven de no más de doce años, ambos estaban rodeado el cuello de Héctor en un abrazo arrollador.— No, ¿Cómo puedes? — Miranda tenía su labio inferior temblar — Es sólo un bastar…— ¡No lo digas!— La voz tan fuerte y contundente de Héctor asustó a Miranda callándola de inmediato— No te atrevas a ofenderlo, a humillarlo, como estas acostumbrada, me quedé por ti
El suelo parece moverse sin compasión, provocando unas inmensas ganas de vomitar a Erick. — ¿Qué es lo que has dicho? —Preguntó en un intento por asegurarse de no haber alucinado. — Señor — Repitió Jonas al mismo tiempo que se acercaba poco a poco, aunque en ese punto Bryan también estaba acercándose de forma discreta. — Su madre está viva, todo este tiempo lo ha estado y ya sé en donde se encuentra. En ese instante Erick se giró como una sola pieza para ver a los ojos a Joel. — Explícate. Lleno de culpa al ver lo roto y lleno de rabia que Erick estaba en ese momento por la información que había guardado por tanto tiempo, Joel comenzó a explicar. — Cuando llegó el momento de deshacerse de la esposa de Ignacio, Victoria no pudo asesinarla pero en cambio fingió su muerte en un accidente y la escondió en un hospital psiquiátrico, ese día que tuvieron ese accidente en el que murió tu padre, él iba a confesarles que sabía la verdad, quería dejar a Victoria y necesitaba su apoyo, per
Mientras tanto en una de las cárceles más seguras del país, específicamente en la sección de la clínica. Una mujer rubia de cabellera larga, era expulsada del área de cuidados, ya no podían hacer más por ella.—Por favor dejen que me quede dentro— Pedía llena de miedo al mismo tiempo que trataba de abrir la chapa de la puerta.Miranda quien toda su vida había pasado con la ilusión de que su belleza y su fortuna le darían un presente y futuros espléndidos ahora se encontraba sintiendo que ese futuro se iba de su mano.Sí, una mano.Por más doloroso que fuera recordar el momento en que todo había sucedido era aún una de sus peores pesadillas.Había perdido uno de sus brazos mutilado entre las navajas de una cortadora industrial de carne.Habían podido salvarle la vida, pero el miembro quedó triturado y ella deseaba con todo su ser que eso jamás hubiera sucedido.Aun escuchaba el ruido de sus huesos triturándose y su carne siendo desmembrada. “¡Ella! ¡Dame esos cinco!” gritaba una recl
En el amplio salón, Luciana se encontraba nerviosa, después de varios días ocultando esta maravillosa noticia, podría decírsela a todos.Se giró discretamente para mirar de nuevo a Erick, aunque últimamente se encontraba un poco distraído, sabía que devolver el conglomerado al lugar que debería estar no era cosa sencilla.Ella le tomó la mano por debajo de la mesa, para llamar su atención y funcionó, el regresó el apretón y le sonrió, por un instante en sus ojos brilló esa picardía que la hacía sentir lava en las venas.Sin dar más tiempo para que todos se enfrascaran en conversaciones triviales, Luciana pidió su atención.— Familia— Todos quedaron un momento en silencio para prestarle atención, ella había hablado más alto de lo usual.Luciana sentía que la felicidad era visible para todos ellos, desde que todos estaban en la mansión McCarthy todos los que eran cercanos estaban en esa larga y concurrida mesa para cenar.—Habla muchacha— Dijo Amelia incitándola, ya que al ver su rost
Finalmente habían llegado, Luciana estaba usando un hermoso vestido de novia, blanco como la nieve mostrando toda la ilusión de una nueva vida, un nido lleno de amor, aunque su mente estaba oscura y perturbada.“Esto realmente no debería ser así, no debería suceder, no debería estar aquí” Pensaba llena de dolor al darse cuenta que había perdido la autoridad sobre su vida.El auto se detuvo en la entrada de la Villa de la familia Contreras, una de las más poderosas del país, aunque para ella era más un castigo que un premio.“¿Seré acaso la princesa que está a la espera de su honorable héroe? ¿Mauricio será más un amigo que un compañero de vida?” se preguntaba con nostalgia.— No quiero que hagas nada extraño— Susurró Rosa con autoridad y disgusto por estar ahí. — Ya sabemos a lo que vienes y lo que tienes que hacer, cualquier cosa fuera de eso me obligara a tomar cartas en el asunto…La mujer que acompañaba a Luciana era una especie de guardia o niñera que estaba encargada de asegur
La mente de Luciana había tomado el control de sus pensamientos arrastrándola una vez más a un momento específico, una semana antes cuando todo había empezado.La mañana había comenzado agitada, Luciana recibió una llamada a la escuela en la que trabaja, su amado padre había sido atropellado y estaba en cirugía, al llegar al hospital Luciana se acercó a una oficina que estaba sólo al llegar.— Andrés… — Dijo entre jadeos— Andrés… Castro.El hombre comenzó a teclear en la computadora, sin evitar ver con desdén a la mujer pobre que tenía enfrente.—Hay una factura pendiente de pago por cinco mil dólares. Para obtener los beneficios de familiar de un paciente es necesario hacer un depósito previo.— ¿Cuánto? ¿Beneficios? ¿No puede decirme si mi padre aún está vivo? ¿Qué clase de hospital es este? Que me cobran antes incluso de decirme si mi padre sigue vivo.— Señorita es necesario cubrir las facturas, de lo contrario se solicitaría el alto de los medicamentos. — Continuó el hombre.— ¡P