Joel va avanzando en el auto con el acelerador presionado hasta el fondo, el cual ha iniciado a derrapar en ciertas curvas en la orilla del camino de tierra, que colinda con un barranco bastante profundo, es lo único que lo mantiene concentrado en su misión, no morir antes de conseguirlo.

— Vamos Joel, quiero llegar completa, no te atrevas a perder el control y matarnos en el camino.

Luisa iba agarrada del asiento del auto, atascando sus uñas nerviosa, parecía que su acompañante se sentía inmortal, pero no era así.

—Sí señora —dijo él con las quijadas apretadas.

— O vamos Joel ¿realmente te habías enamorado de la estúpida esa? cambia tu cara, vamos a irnos a otro país, seremos felices, te daré un poco de dinero, consíguete otra puta, termina el drama por favor hay muchas incluso más jóvenes… ella no valía la pena.

Joel apretaba las manos en el volante conteniendo su ira y la rabia que sentía por todo lo que acaba de suceder.

— Entonces— dijo Luisa al notar que Joel se mantenía comple