NARRACIÓN: SEBASTIÁN
Suelto una pequeña sonrisa burlona cuando el oficial deja su arma sobre la mesa de metal. Me cruzo de brazos mientras lo observo mirarme fijamente. Probablemente piensa que podrá asustarme con una simple arma o con unas malditas esposas de metal. Nada de esto me asusta. De hecho me gusta.
Estoy esperando a que inicien a torturarme. Probablemente me introduzcan la cabeza en alguna tina de agua sucia o hirviendo. Yo lo haría, yo metería a alguien en agua hirviendo… o le cortaría un dedo mientras lo hiervo…cortar dedos es completamente placentero.
Mierda concéntrate Sebastián.
Me recargo en la mesa y miro al oficial, el hijo de puta mantiene su rostro completamente serio y escanea cada uno de mis malditos movimientos. Estoy tan aburrido que la idea de ser torturado me parece jodidamente divertida
— ¿Cuándo comenzará
NARRACION: ISABELLATodos los hombres guardan silencio mientras me miran observar los planos de la cárcel. Me mordisqueó las uñas mientras paso mi mirada por cada rincón de los planos. Hay muchos túneles donde probablemente podría salir Sebastián pero sé que él deseará salir por la puerta grande, como un rey.Maldigo cuando muerdo con bastante fuerza una de mis uñas y esta se termina rompiendo por completo. Arranco el trozo de uña rota y la dejo caer al suelo. Muevo mi pierna con nerviosismo y suspiro. Tengo la maldita sensación que esto será un desastre.Los gemelos mantienen la mirada en mí y no dejan de verme en ningún momento. Supongo que es su manera de protegerme. Oscar ya esta mujer mejor, su salud mejor&oacu
NARRACIÓN: SEBASTIÁN.La odio. La odio por ser tan maldita, tan hija de puta y tan sexy. ¿Cómo puede verse tan sexy usando una puta arma? Esta asustada pero finge no estarlo y la seguridad que finge que encanta, no puedo evitarlo,me encanta.—Vámonos— le digo, justo al mismo tiempo que veo venir a los guardias con las armas. Estoy a punto de disparar cuando Isabella se adelanta. Suelto una carcajada y corro hacia las escaleras mientras ella grita y dispara. Un guardia lanza una granada y jalo a Isabella del cabello para poder cubrirla. Isabella me jala de la camiseta y abre una puerta. Al salir a la azotea escucho la explosión. Veo el helicóptero listo para aterrizar y veo a varios francotiradores listos para disparar y asesinarme o asesinar a Isabella. — ¡Cúbrete el puto rostro!&md
NARRACIÓN: ISABELLA.Probablemente he caminado por una o dos horas. El cielo comienza a amenazarme con una maldita tormenta. Si llueve estaré arruinada, no sé a dónde voy, no sé a donde tengo que ir. Ni siquiera sé por qué Sebastián me ha corrido, bueno… no es como que quiera quedarme a vivir con él, me tenía secuestrada… ¿Cuenta como un secuestro si al final me gustó pasar tiempo con él? Maldita sea, ojalá te pudras en el infierno Sebastián. Mierda no, ojalá viva feliz a su manera y sano…bueno no. No puede ser, en verdad soy una maldita bipolar.Me detengo en medio de la carretera cuando siento la primera gota caer sobre mi cuerpo. Me llevo la mano hacia la frente y la limpio con rapidez. Pequeñas gotas caen del cielo mientras camino por la carretera de ti
NARRACION: SEBASTIAN.— ¿Dónde están?— le pregunto a Lucas mientras muevo la pierna con impaciencia. Lucas traga saliva y se levanta del sofá blanco.— ¿En verdad vas a hacerlo?— me pregunta Lucas. Me levanto del sofá y asiento con fuerza. Voy a vengarme, voy a hacerlo. Isabella está equivocada si cree que no tomaré cartas sobre el asunto. Me traicionó y eso nunca lo perdonaré. Esperaba que en algún momento me iba a traicionar alguien cercano pero nunca imaginé que ella fuera a hacerlo, en especial en el pasado. Creía que ella me quería y siempre creí que me había sentido completamente atraído a ella porque estábamos destinados. Mujeres en mi vida siempre han sobrado y siempre las he utilizado a mi puto gusto, todas se arrastran por mí, ruegan por un momento conmigo a sola. Todas son unas malditas zorras, por eso n
NARRACIÓN: ISABELLA.No puedo creer todo lo que he provocado. Las calles están llenas de policías en busca de la mujer que ayudó a Sebastián a escapar. Recuerdo que los gemelos habían mencionado que habían hackeado todas las cámaras y nadie podría encontrarme pero tengo miedo de ser atrapada y terminar encerrada en una maldita jaula solo por haberlo ayudado a escapar. No quiero eso, solo quiero continuar con la gran oportunidad que me ha otorgado mi jefa. Quiero olvidarme de Sebastián y fingir que nunca pasó lo que pasó. Quiero fingir que nunca caí en sus malditos encantos psicópatas y fingir que nunca lo quise. Eso es lo que quiero.Gracias al dinero que me dieron los gemelos pude rentar un pequeño departamento en otra ciudad, si él decide buscarme en la ciudad no podrá encontrarme porque no estoy en ella. He hecho todo lo que he podi
NARRACIÓN: SEBASTIÁNIsabella se mantiene en completo silencio mientras me observa en el asiento de la camioneta. Sus mejillas están manchadas por lo mucho que ha llorado. No está asustada, puedo verlo en su mirada. Ella está molesta, está furiosa conmigo.Ella no lo sabe pero le estoy salvando la puta vida, necesito mantenerla en un lugar seguro hasta que pueda arreglar el maldito problema de la mercancía. Solo tengo que reenviar la mercancía antes que el hijo de puta se Franccesco decida buscarla. No importa lo que puedan hacer, no permitiré que esos imbéciles se lleven lo que me pertenece, lo que quiero y deseo.Isabella no lo sabe pero en estos momentos le estoy entregando todo de mí, nunca en mi puta vida había salido a buscar a una mujer y mucho menos por segunda vez.He salido para salvarla pero no pienso demostrarle que está en peligro, en cambio
NARRACION: ISABELLA No puedo creer que nuevamente estoy en este maldito lugar, nuevamente estoy atrapada en esta maldita casa de lujo de la cual no puedo escapar. Mi vida es suya y él lo sabe. Sabe que no importe que haga, me va a encontrar pero yo buscaré una manera de alejarme. —Es un placer volver a verla— dice la señora Cristina. Volteo a verla mientras me acomodo el cabello. Niego levemente y suspiro. —Quisiera decir lo mismo en otro momento... no quisiera siempre encontrarla aquí. —Señorita... esto solo es el comienzo de una gran historia... — ¿Una gran historia?— le pregunto mientras me acerco a ella y niego con fuerza. Ella observa mis puños cerrados con fuerza y suspira. —Sebastián la quiere muchísimo, la estuvo buscando estos días como un loco... lamento perderla. —Es un maldito hijo de puta conmigo. No importa cuanto lo quiera...él siempre encuentra la manera de lastimarme. —digo mient
NARRACION: SEBASTIÁN .Mi mirada se clava en el imbécil que está frente a mí. Me cruzo de brazos y me muevo en la silla de cuero negro. Lucas me observa por un momento y alza la mirada.Sé que debo de esperar un poco más de tiempo pero no puedo hacerlo. El simple hecho de pensar que ella puede estar herida me revuelve el estómago y sé que es por mi puta culpa.Me levanto de la silla y señalo a la mujer que deseo encontrar. La primera vez y la segunda vez fue tan sencillo encontrarla ¿Por qué no puedo encontrarla ahora?—Quiero que mires bien a mi mujer— digo. El investigador voltea por un momento hacia las fotografías de Isabella en la pared. — ¿Cómo no puedes encontrar un puto rostro tan hermoso?— le pregunto mientras lo observo. Frunzo el ceño y le doy dos pequeños golpes en la cabeza con el arma reci&e